Si
no fuera por la difusión que tienen sus palabras entre el rebaño que le sigue,
me importaría un bledo la incontinencia verbal de Monseñor Cañizares. Alguien
de su entorno, que gozara de su confianza, debería advertirle de los peligros que
conlleva dejar la lengua desatada. Al igual que otro tipo de incontinencias
dejan a las personas que las padecen en incomodas situaciones por las pérdidas
de fluidos, ya sean líquidos o sólidos, la inmoderación en el lenguaje retrata
con precisión meridiana al charlatán.
No
vamos a hacer escarnio recordando su toma de posesión ataviado con la magna
capa carmesí de tal tamaño que para que el Obispo pudiera desplazarse con
semejante atuendo necesitó la ayuda de varios diáconos para levantar su cola
(la de la capa, no la del Obispo).
Repasemos
algunas de las “perlas” del Cardenal para recomendarle moderación,
intentando aplicar la máxima
benevolencia posible que siempre será mayor que la que él practica, pues está
comprobado que el prelado carece de ese
don.
-
España o es católica o no será España.
Lástima
quedarse anclado en el año 1975 y desconocer la desaparición del artífice de la
definición de España como Católica, Apostólica y Romana. La carencia de progreso
del eclesiástico le impide conocer la declaración de aconfesionalidad
constitucional del Estado Español ¡España ha dejado de ser oficialmente
Católica hace casi 40 años! Lleva un retardo importante su Ilustrísima.
Probablemente
Cañizares sea uno de los críticos con la teoría de la evolución y de ahí su
retraso. Es posible que para defender el creacionismo eche de menos unas
cuantas hogueras.
Si a
lo que se refiere es que los españoles, para tener derechos como tales, deben
ser católicos el príncipe de la Iglesia se excede en sus atribuciones. No es la
Iglesia quién otorga carta de ciudadanía, mal que le pese al clero; es más,
incluso hay españoles ateos.
-
No, no habrá mujeres sacerdotisas. Cristo era
hombre.
En
primer lugar enhorabuena a las mujeres que de momento no tienen que pasar por
el trago de oficiar ceremonias en las cuales se transustancia la materia
convirtiéndose el pan en carne y el agua
en sangre. Eso que se ahorran.
Claro
que si nos fijamos en las congregaciones de cristianos evangelistas, baptista,
ecuménicos, presbiterianos…, seguidoras todas ellas del mismo guía espiritual
que los católicos y diferenciándose de
ellos por la no aceptación del Jerarca de Roma, comprobamos que la condición de
macho que el cardenal Cañizares atribuye a Cristo no les impide nombrar
ministras de sus iglesias, ¿Será debido a que el desarrollo social les ha
obligado a dar un pasito mas en el reconocimiento de la igualdad de sexos? ¿A
qué va a ser eso?
- Esta invasión de inmigrantes ¿Es todo trigo
limpio?
Esta
manifestación la hemos dejado para el cierre porque es una demostración
palmaria de la implicación del prelado en los problemas de la humanidad. Ni las
directrices de su jefe Francisco, ni las de la Conferencia Episcopal Española
producen mella en el ánimo de este ultra defensor de la esencia hispánica.
Debe
seguir considerando al país como el último bastión de la reserva espiritual de
Occidente. Nuevamente el reloj parado en las antípodas de los derechos humanos.
Ni piedad, ni caridad, ni benevolencia: Soberbia y engreimiento, falta de pudor
y de respeto por los derechos de las personas. La justicia social, verdadero
pilar de la convivencia en armonía, nos abstenemos de mencionarla porque el
religioso no la concibe ni la entiende.
Únicamente exhibe un procaz encasillamiento en
dogmas con los que quieren gobernar nuestras vidas. Peor para nosotros si les
dejamos. Como dicen “ellos”: En el pecado llevaremos la penitencia.
Nuestros
abuelos habían encontrado la solución -
a tanta intromisión eclesiástica - en un
antiguo chascarrillo que aludía a una
colecta para recabar fondos pues el párroco tenía una capa muy vieja. Las
beatas del lugar recorrían las calles repitiendo: “un duro de donativo para la
capa del cura”. Un paisano al oír la cantinela a voz en grito espetó: cuarenta
duros pongo si me dejáis que lo cape yo.
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