viernes, 19 de mayo de 2023

Los balbuceos

 

Durante las campañas electorales es habitual que las formaciones políticas hagan una exhibición de ideología, así que – cuando  hay elecciones – aparecen sin ambigüedades los teóricos objetivos políticos de los aspirantes.

Entre los charlatanes que se revelan particularmente activos, encontramos a los ilustres defensores de lo que se ha venido en denominar “cultura del esfuerzo”.

Resulta curioso comprobar cómo se muestran acérrimos defensores de los méritos y del trabajo aquellos que carecen de los primeros y abominan de lo segundo. Si por un instante fueran capaces de pensar en las virtudes y méritos de los cuales alardean y que creen que marcan la diferencia con los desfavorecidos mortales, se darían cuenta de que ni son tan especiales, ni valen tanto.

Indagando en su ideología, nos damos cuenta que, ellos y ellas, acaban equiparando a la Justicia Social con una especie de limosna oficializada que debe ser repartida de forma discrecional entre los que se lo ganen y merezcan, nada de generalizar las dádivas. “Meritocracia” en estado puro.

Piensan así porque, si hubiera Justicia Social, estaría de más la caridad y tendría que cerrar la factoría de pobres agradecidos.

Entre los exponentes más activos de este tipo de pensamiento, se halla la presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid.

Isabel Díaz Ayuso tachó a la Justicia Social como un invento de izquierdas para regalar paguitas entre sus adeptos y así fomentar la vagancia y la molicie.

Como era de esperar, la hemeroteca volvió a dejarla en ridículo. A continuación, sin la ayuda del pinganillo que le dicte las réplicas, fue incapaz de contestar una simple pregunta referida a la mencionada cuestión.

Como respuesta a la pregunta sobre sus manifestaciones acerca de la Justicia Social, IDA sólo pudo emitir unos lastimosos balbuceos. Esa contestación llevó a Oscar Matute (EH Bildu) a expresar su opinión mediante un lacónico “Sin comentarios, que no hace ni falta”.

¡Qué manera tan elegante de ignorarla! Es cierto, no es necesario incidir sobre la necedad. Aunque se haga con harta frecuencia, tampoco es imprescindible publicitar la estupidez. Ahora bien, sería aconsejable establecer un adecuado programa de inmunización para prevenir el contagio propagador de la majadería. Hasta el 28 de mayo podremos comprobar lo contagioso que es.

Una vez dado el banderazo de salida para las votaciones autonómicas y municipales, la rancia derecha hispánica ha sacado de procesión a su espantajo favorito: ETA.

Debe de ser la fuerza de la costumbre. Cada vez que se les agotan los argumentos sacan los mantras de que España se rompe por Cataluña, la izquierda desprecia a las víctimas, vuelve ETA y – por supuesto - ¡Viva el rey!

Los herederos del franquismo utilizan el dolor de unas victimas sin afectarles el dolor de otras. No les importa que los delitos hayan sido pagados con penas de cárcel ya cumplidas, que la banda terrorista se haya disuelto hace años y que la lucha armada fuera sustituida por la confrontación política, tal y como la democracia en diferido que disfrutamos demandaba.

Ante esa postura enfermiza, no está de más recordar al denominado ariete contra el Gobierno de la nación, que efectivamente está muy feo matar, pero no es más bonito establecer protocolos sanitarios que han propiciado el fallecimiento - en las residencias madrileñas - de miles de personas mayores entre terribles sufrimientos, soledad y abandono.

Ahora bien, existe una diferencia abismal entre unos y otros: los etarras convictos han saldado su deuda con la sociedad cumpliendo las penas que les fueron impuestas y casualmente la reinserción social es uno de los principales objetivos del sistema jurídico español.

Por el contrario, los responsables de las muertes de los ancianos, se ven amparados por un sistema judicial hecho a medida que cumple escrupulosamente con su finalidad, que no es otra que evitar que algunos de los miembros de la tribu asuman las responsabilidades que les corresponden.

La dama balbuceante debería de dar muchas explicaciones sobre las decisiones que tomó con los protocolos sanitarios. El borracho peligroso que dirige su carrera le aconseja silencio.

Tampoco debemos caer en la tentación de olvidar las dudas que generaron actuaciones de sus familiares cercanos para enriquecerse. Al fin y a la postre no dejan de ser méritos y más méritos para ser candidata a obtener mayoría absoluta.

Eso sí todo hecho con ¡Ganas!, como dice el video electoral del PP de Madrid ¡Con muchas Ganas!

Al compañero navegante de los narcos cada día se le pone más cara de Pablo Casado. Es lo que pasa cuando juegas “al todo vale” con la señora de la libertad de tascas y cantinas.

Las reglas las pone ella y aunque el resultado de sus ocurrencias sean millares de muertes nadie cuestiona que pueda ser candidata a seguir destrozando vidas. De la actuación de los curiosísimos miembros del inexpugnable poder judicial ya si eso hablamos otro día.