martes, 28 de octubre de 2014

Operación Púnica

El siglo pasado habrían comenzado los informativos con la frase ¡Todos los teletipos alertan sobre una nueva operación policial! A día de hoy el suceso casi pasa desapercibido, es tal el grado de hartazgo que nos importa un higo lo que nos cuenten. 
Ya no encontramos asidero al que agarrarnos para no caer en el precipicio de la desesperación. Cada noticia supera en indecencia a la anterior, con cada nuevo descubrimiento nos cae encima un poco mas de porquería del estercolero en el que han convertido a este pobre país.
Tengo un amigo que cuando oye noticias como las de la operación Púnica dice: “¡Ah, ese también! pues espera que no será el último ni estará solo”. Lamentablemente casi siempre tiene razón, después de la aparición de un caso de corrupción salta otro que le deja pequeño. Cuando una institución, pública o privada aparece salpicada de porquería tarda segundos en nacer otra flor de inmundicia en una institución cercana. Ninguna se salva, los escándalos alcanzan desde la Corona hasta las concejalías, pasando por los partidos, los sindicatos, las organizaciones empresariales, la judicatura, la policía, la prensa, la iglesia, los ministerios, las consejerías autonómicas, los ayuntamientos.  Los decentes y honestos acaban siendo las excepciones.
Resulta devastador el penoso funcionamiento que han tenido los sistemas de inspección. Los interventores y consejos auditores de cuentas, o no se enteraban o sí se enteraban no sabemos el motivo por el cual se ocultaba la información. Está meridianamente claro que han fallado los mecanismos y órganos de control.
Con este panorama tenemos pocas opciones, lo más peligroso es que el curso de los acontecimientos,  tipo mafia italiana, nos lleve al mismo resultado que nuestros amigos de Roma: después de los mayores escándalos italianos apareció, como solución, el mayor corrupto que ha tenido el país transalpino. Berlusconi aprovechó el pozo en el que habían caído los partidos tradicionales para hacerse con el poder y hundir al país en una espiral de corrupción que siguen pagando ¿Nos pasará lo mismo? Probablemente.  Ya hemos hecho una probatura, después de los escándalos del PSOE de Felipe, llegó la orgía de Aznar y sus adláteres inmobiliarios, recordando sus consejos de ministros vemos que  quedan muy pocos que no estén, hayan estado o vayan a estar imputados. Con suerte algún día se investigarán los regalos en forma de privatizaciones, al tiempo.
Mientras llega el momento veremos que Rato y Acebes no serán los últimos del desfile ante el juez. Cuando  la Gürtel y Bárcenas se juzguen - por fin -  y estallen en toda su dimensión conoceremos cuántos se libran.
El mismo amigo me recuerda, de tanto en tanto, que ya que son tan liberales y admiradores del sistema Británico, podían darnos una alegría y adoptar la misma decisión que toman los que son descubiertos en falsete en el Reino Unido: En la intimidad de su despacho acostumbran a acabar con la vergüenza que para los suyos supone soportar a un corrupto. Dicen adiós con discreción, pero del lugar al que van ya no vuelven. Final del corrupto.
Ahora que las pruebas de estrés a las que han sometido a la banca europea permiten a Rajoy sacar pecho para vender la fantástica salud de la que gozan los bancos españoles gracias a las vitaminas en forma de sangre humana inyectada en el sistema financiero, aparece en el horizonte la operación Púnica para disturbar su placida siesta. Si la operación policial no resultaba suficientemente perturbadora la aparición de Esperancita “La fugitiva” le ha debido sacar sus casillas.
Si, si hemos oído bien, la misma que alcanzó la presidencia de la comunidad autónoma a base de repetir elecciones porque los diputados Tamayo y Sáez cambiaron sorpresiva y sorprendentemente de opinión. En lugar de afear la conducta de los vendidos Aguirre optó por repetir las elecciones para darse una nueva oportunidad y ser proclamada presidenta. Desde el sillón las reelecciones fueron mucho más sencillas una vez que controló Telemadrid. El Mundo, la Razón y demás catástrofes mediáticas ya las tenía de su parte.
Esta buena señora que, será la edad, equipara una infracción de tráfico, aparcar en lugar prohibido, con el delito de desobediencia a agente de la autoridad, pretende vendernos  su pensamiento  de novicia arrepentida sin asumir más responsabilidad que la de una inocente equivocación por confiar en las personas inadecuadas.
 Esta persona que todavía aspira a ser algún día presidenta de Gobierno no se percata que el PP de Madrid – que ella preside -no es precisamente un ejemplo de cómo tiene que funcionar un partido político. Tampoco  sabe que cuando se gobierna no se deben utilizar las instituciones para beneficio propio. Podríamos recordarle los familiares y amiguitos beneficiados por su dedo, un tal  Arturo Fernández decía de ella que “es una tía cojonuda”, ¿esto era antes o después de las concesiones  de explotación de la restauración y catering en Madrid?  
Cree que es suficiente con pedir perdón por su incompetencia y así, al tiempo que la perdonamos, se  cometerán nuevas tropelías por su falta de diligencia.
Su principal defecto es que además son insaciables;  es tal su codicia que nada les parece suficiente. Están convencidos de ser merecedores de la vida que les hemos permitido. Por eso y porque su exquisita educación de colegio religioso les enseñó que existía el perdón de los pecados, utilizan las excusas para disimular su maldad, su estulticia, su falta de ingenio y de preparación.

Querida Esperanza, esta vez no cuela, ni siquiera tus votantes tragan, es tanto el hartazgo que sentimos hacia vuestra desfachatez que os vamos a mandar con vuestros confesores para que sean ellos quienes os perdonen. Nosotros ya os hemos condenado al más absoluto desprecio. Esperemos que quede algún juez instructor  sin inhabilitar y pueda acabar su trabajo, así se os podrá juzgar y condenar  conforme a las leyes humanas. El perdón lo dejamos para las leyes divinas a las que sois tan aficionados.

domingo, 26 de octubre de 2014

Sin solución

Los papeles de Bárcenas, la Gürtel, el caso Noos, Gescartera, Las tarjetas de Bankia, los ERES, el caso Pokemon, los niños robados, el rescate del Sistema Financiero, la visita del papa, el Madrid Arena, el accidente del Alvia, el metro de Valencia, el Yak 42,…los Pujol, las Cajas de Ahorros, Fabra y compañía, Acebes, la doctrina Botin,…   podríamos seguir hasta hacer la lista interminable.
Todas han sido, o están siendo, noticias que conmocionaron la opinión pública y que después de unos pocos titulares dejaron paso a otros que fueran más recientes y llamativos.
¿Qué tienen en común los sucesos de la lista? : La corrupción.
Todos son hechos provocados por una caterva de sinvergüenzas corruptos que mirando sus propios intereses se valen de su posición de predominio para esquilmar las arcas públicas, o lo que es más grave; producen pérdidas de vidas  humanas como en los sucesos del metro de Valencia, el Alvía, el Yak 42, o el Madrid Arena. La indecencia, la torpeza, la orgullosa prepotencia de quien se siente tocado por la mano de la fortuna han ocasionado excesivo dolor gratuito.
Nadie asume el menor grado de responsabilidad. Los ministros no se consideran responsables del catastrófico funcionamiento de su departamento. Las contrataciones de material de transporte deficitario no les incumben. 
Algún “ministrillo” de defensa fue mucho más diligente para diseñar teorías de la conspiración tras el 11-M que para proporcionar transporte seguro a las tropas enviadas a Afganistán.
El comportamiento cobarde es tan contagioso que ha creado escuela entre los responsables de las decisiones políticas y así, el desastre del Madrid Arena se gestiona desde un spa tomando un relajante café. Haber otorgado permisos para celebrar fiestas en recintos sobreocupados o sin las adecuadas medidas de seguridad no debe entrar dentro de las obligaciones de la alcaldía. Las capacidades de la alcaldesa suplente parece ser que no le dan para mucho más que una grotesca comparecencia en defensa de la candidatura para conseguir los Juegos Olímpicos.
¡Para qué seguir enumerando la escasa ética que acompaña el comportamiento de nuestros dirigentes! Lo que mejor saben hacer es señalar a los trabajadores como responsables  de su incompetencia (maquinistas, pilotos, conductores, bomberos, policías, profesores, auxiliares de enfermería,…)
Que la calidad de la clase dirigente española es sensiblemente mejorable no es un secreto. En todos y cada uno de los sectores sociales (financiero, empresarial, económico, político) la mediocridad imperante permite que Rato o Blesa hayan sido Presidentes de Bankia y Cajamadrid, Díaz Ferrán Presidente de los Empresarios, Fernández Ordóñez Gobernador del Banco de España,  Ana Mato Ministra o Rajoy Presidente del Gobierno.
Mientras estos personajes de “comic de terror” dominan el escenario con su obscenidad, la población sufre tal falta de escrúpulos que  ha llevado a la sociedad española mejor preparada de la historia a un estado de desesperanza y frustración difícilmente superables.  En otros casos la incompetencia ha rematado la faena.
¿Qué hacer? Pues lo tenemos muy difícil.
Si seguimos en la inopia, negando los acontecimientos conformándonos con medias verdades que únicamente tratan de camuflar los hechos tozudos, nos quedaremos con cara de tontos.
 Mientras tanto la pandilla de golfos seguirá con sus vidas de lujo que pagamos entre todos y que ellos disfrutan como si sus méritos de nacimiento les otorgaran bula para burlarse de nosotros.
A la vez que desmantelan los servicios sociales regalan a sus amigos la sanidad igual que antes regalaron Telefónica,  Argentaria o Endesa.
La distancia entre estratos sociales crece al mismo tiempo que los más desfavorecidos pierden calidad en las escasas prestaciones que aún mantienen. La enseñanza pública empequeñece mientras la religiosa concertada ve crecer sus subvenciones y ayudas. La iglesia sigue con las mismas prebendas, si no mayores, que en 1940.  
Este es el panorama que vivimos en la actualidad, los órganos de control no funcionan; unos porque han sido desmontados, seguramente con una finalidad: ¿Para llegar a esto impunemente?
Y otros, recordemos  al ex-gobernador del Banco de España, porque en lugar de cumplir con su deber se dedicaron a buscar beneficios empresariales reduciendo derechos laborales.
Entretanto el sistema financiero español se llevaba por delante los sueños de los españoles con la complicidad de Fernández Ordóñez, el beneplácito de la Banca, y la incompetencia de los Gobiernos Centrales y Autonómicos.

La actualidad manda, ahora las noticias giran en torno al debate presupuestario, la consulta catalana y el ébola.

viernes, 17 de octubre de 2014

Perdido en el espacio

Hay un viejo adagio popular que dice: “Con la edad una persona evoluciona a anciano venerable o a viejo estúpido. Su comportamiento definirá su clasificación evolutiva”.
En la intervención de Manuel Pizarro con motivo de la exaltación del día mundial de las misiones encontramos pistas suficientes para saber hacia dónde se dirige el insigne.
Una vez mas y van… un convencido y prominente eclesial católico ataca la opción laicista de la sociedad haciéndola responsable de todos los males que nos amenazan. Nuevamente la teoría de las siete plagas como castigo a nuestra “indecente” conducta alejada de los mandamientos divinos.
Parecen intervenciones y oratorias inocentes y desprovistas de intencionalidad, pero no, nunca dan puntada sin hilo. Saben muy bien cómo utilizar los altavoces mediáticos que pone a su disposición la jerarquía católica para conseguir sus fines, y para ello no dudan ni un instante en volver a las técnicas ancestrales del miedo, la carga de culpa, y el correspondiente castigo.
Podíamos caer en la torpeza de atribuir a la ignorancia o a un error de Pizarro las insultantes teorías que salieron de su boca para atacar de forma furibunda las aspiraciones laicistas de modelo social. Pero no, ni ignorancia ni error, sabe muy bien qué dice, cómo lo dice y dónde lo dice. Puesto que el protagonista es contumaz podríamos encuadrar su actuación en la categoría de mala fe manifiesta con intención de producir daño.
No voy a perder ni un segundo en tratar de explicar, al personaje en cuestión, en qué consiste el laicismo y qué aspiraciones tienen los defensores de un Estado Laico. Si a su edad no lo ha aprendido, me rindo, causa perdida, nunca lo sabrá.
Pero ya que defiende con tanto ahínco su idea teocrática de la sociedad y la moral cristiana, encuadrando el avance social de lo que él denomina mundo Occidental, dentro de los logros de una supuesta concepción cristiana de la vida; sería moralmente más honesto si su razonamiento y discurso hubieran ido acompañados de la advertencia siguiente:
“Los países que han conseguido alejar a las iglesias de las decisiones político/sociales son los que en el área de influencia cristiana han conseguido más desarrollo. En cambio los países con un comportamiento nacional-católico, o sometidos a la jerarquía eclesiástica, son  los denominados  PIIGS (PIGS) por los países desarrollados y su estado de desarrollo social no es precisamente ejemplar”. Fin del discurso.
Quiere Manuel confundirnos con el desarrollo económico occidental  atribuyendo su esplendor a la idea cristiana de la vida, a los humanistas filósofos griegos, a la revelación bíblica, al derecho  y justicia romanos, a la forma occidental de desarrollo cultural con sus conquistas en ciencia, libertad, democracia y derechos humanos.
Manuel Pizarro, prohombre de España, mete en la misma cesta a todas las franquicias del cristianismo. Como parece que se le ha parado el reloj en misa de 12, vamos a ilustrarle un poquito; hace siglos que en los países occidentales de nuestro entorno existe una declaración de laicidad social.  Sólo tiene que leer las Constituciones en vigor y sus enmiendas al respecto.
Por otro lado, pretender que los avances científicos se han producido por la intervención de la iglesia católica es de una osadía rayana en la temeridad ¿Nadie le ha hablado de Galileo, Servet,..y tantos otros  que harían la lista interminable?
¿Puede atribuirse a la iglesia el mínimo avance democrático? Oler incienso a Pizarro le ha debido provocar efectos irreversibles.
Según Pizarro, la lucha de clases no tuvo nada que ver con la consecución de derechos y con el avance  de la humanidad. Que los eclesiásticos dejaran de quemar investigadores obligados por la población y con ese sencillo gesto finalizara su interferencia en los avances científicos, para Pizarro solo es una anécdota. Que la sangre de las mujeres regara las calles para poder votar, para Pizarro debió ser una verbena.
Claro que esto último es entendible si se  mira desde el punto de vista del adjunto a la presidencia de El Corte Inglés, empresa que entre sus altos directivos no tiene ni UNA mujer. (Quizás algún día la fiscalía debería investigar el porqué de esta circunstancia.)
Miente Manuel a sabiendas cuando proclama que es el alejamiento de dios lo que provoca las catástrofes en la humanidad y de una forma perversa trata de equiparar el alejamiento de las creencias en dios, con la laicidad.
Él sabrá por qué miente, seguro que sus temores o sus intereses encuentran explicación a su estulticia. Para rebatirle sobra con la estadística.
Varios siglos de poderes públicos sometidos a los dictados de la Iglesia de Roma, con Concordatos y Acuerdos similares, hicieron de la piel de toro la reserva espiritual de occidente según rezaba la propaganda de la época. Mientras el mundo occidental de nuestro entorno, Alemania, Francia, Suecia, Reino Unido,…. tenían una efectiva separación entre iglesia y estado, en España, obispos y cardenales formaban parte del Consejo del Reino. Tratar de explicar a individuos como Pizarro la diferencia entre modelos sociales  de uno – España – y de otros -la Europa moderna- es inútil y por ende innecesario.
Por otro lado, si dios está tan molesto con el peligro que representa la vertiente  laicista que pretende  la sociedad, ¡! que no nos envíe una crisis ¡!, con un whassap nos daremos por enterados.
Va a ser que el dios de Pizarro está fuera de cobertura.   



viernes, 10 de octubre de 2014

España Marca

¡Por fin sabemos a qué se referían con la tan manida ¨Marca España¨! Nos ha costado, pero las actuaciones de nuestros insignes representantes públicos nos han facilitado la solución del problema.  Las primeras pistas las recibimos del prestigioso diario estadounidense The Wall Street Journal que, en un artículo publicado el pasado 6 de Octubre del presente año, se meaba de la risa hablando de las virtudes policiales de  Nuestra Señora María Santísima del Amor.
En la misma línea se despachaban el británico The Guardian y varios medios internacionales más, que asisten perplejos a la concesión de medallas a seres imaginarios que ¨nunca han practicado una detención ni evitado un delito¨. Recogen estos medios internacionales la iniciativa popular de conceder la medalla a Spiderman, personaje de ficción, con meritos similares a los de la virgen e igualmente productos de la imaginación del autor del comic.
Europa asiste atónita al espectáculo que nuestros prebostes conceden cada mañana. España se levanta y con el desayuno ofrece una renovada distracción de corrupción y falta de decoro.
Hasta ahí  importaba un comino a nuestros socios comunitarios lo que sucediera en las cuentas internas del reino de los Borbones. A más corrupción más deuda, con más deuda mas intereses y la bola sigue y sigue hasta que obligan a gobierno y oposición a reformar la Constitución del Reino para que los españoles paguen aunque se mueran de hambre.
¿Otra entidad bancaria desfalcada? No importa, un rescate estatal y que paguen los pringadillos. Los bancos europeos se cobran los desmanes llevados a cabo por los Consejos de Administración de entidades financieras españolas repletas de sinvergüenzas, nombrados, mantenidos  y  avalados por gobiernos  de marionetas vendidos a los intereses del dinero.
Como decía, hasta aquí Europa no tenía nada que objetar, se frotaba las manos ante el hundimiento de la cuarta economía de la zona euro y el inesperado regalo de mano de obra barata y cualificada. Laminar las esperanzas de los ciudadanos del estado español fue fácil una vez que se arrodillaron los gobiernos.
Pero como siempre que hay un tonto suelto lo normal y por otra parte lógico es que haga tonterías, no hemos tenido que esperar mucho para ver a los mismos lumbreras europeos, que alababan las medidas del Gobierno del PP, temblar de estupor ante lo que en estos momentos se les viene encima.
Ahora se dan cuenta que en España co-existen con los ciudadanos normales una sub especie animal denominada ministros que son capaces de los más insospechados dislates. Entre las tropelías que cometen unas son descacharrantes y únicamente ofensivos para la inteligencia y la dignidad de las personas, pero otras entrañan riesgos reales.  Este tipo de mamelucos  invocan a vírgenes para que acabe con el paro, dan las gracias por su intervención en sucesos mundanos, las condecoran por meritos policiales, o influyen para que las nombren  alcaldes de manera perpetua.
El peligro llega cuando una incompetente, con la misma capacidad intelectual que una cacerola de porcelana, desprovista de cualquier tipo de cualidad que le haga merecedora del cargo es, elevada al rango de ministra de sanidad en pago a no sabemos bien que virtudes.
¿Alguna vez alguien imaginó que una señora que es incapaz de ver un Jaguar en su garaje iba a ser capaz de ver algo tan pequeño como un virus, por mucho ébola que le echen?
Quiere la ministra desviar el debate sobre su incompetencia con ruedas de prensa en las adopta el papel de Harpo Marx: muda y cortita.
Si la dejamos lo va a conseguir, en muchas ocasiones la estupidez provoca ternura. Ya no es el momento de pedir ni exigir su dimisión, es el momento de gritarle con toda la fuerza de nuestros pulmones ¡FUERA! ¡FUERA DEL MINISTERIO! ¡FUERA DEL CONGRESO! ¡FUERA DE NUESTRAS VIDAS! Difícilmente conseguirá Rajoy nombrar un ministro/a de menos valía. Aunque repasando la nomina nos damos cuenta que la competencia es feroz para el titulo de Tonto oficial del gobierno.
Solamente un apunte, que será como predicar en el desierto: Si el foco de peligro que no puedes controlar porque desconoces su naturaleza y careces de medios para protegerte, lo tienes  fuera de tus fronteras ¿Por qué lo traes? ¿Qué le debes a la Iglesia para realizar un despliegue de medios con tanta celeridad y tan poca cabeza? ¿Quizás el puesto ministerial?
He oído a algún tertuliano de los listos - que si sigue así puede llegar a ministro -  decir que es obligación del Estado atender a sus ciudadanos. Eso no justifica la repatriación de los curas infectados y potencialmente peligrosos. Los protocolos anti epidemias se basan en la seguridad de los actuantes y en el aislamiento del foco. Lo que dicta la experiencia y la lógica es  enviar equipos de tratamiento al lugar y país  donde se encuentran los enfermos, para aislarlos y otorgarles el mejor tratamiento posible sin poner en riesgo la salud del resto de la población. Como ha dicho Rajoy en el Congreso ¨dejar trabajar a los profesionales¨ ¿Qué profesional aconsejó la repatriación?
La actuación de la ministra de Sanidad y del jefe del ejecutivo, roza la imprudencia temeraria con los resultados que estamos viendo. 

Quizás deberían los órganos judiciales plantearse de una vez si deben  intervenir de oficio ante un hecho tan grave y dejar de ser un apéndice muerto del partido del gobierno. De momento nos encontramos con personas infectadas y una mascota sacrificada. Sin esfuerzo daría unos cuantos nombres merecedores de ser políticamente sacrificados y penalmente inculpados, esperemos que a algún juzgado se le ocurra responsabilizar a alguien y abra las ventanas para ventilar la Marca España.

domingo, 5 de octubre de 2014

Integrismo Arzobispal

No es sorprendente, en todo caso es una paradoja, que la oposición mas furibunda al gobierno de Rajoy venga por parte de  instituciones y organizaciones relacionadas con la Iglesia Católica o sus aledaños. Resulta que personas influyentes del entorno eclesiástico exigen al partido del gobierno que cumpla con sus promesas electorales. Bueno, no con todas las promesas, hasta este momento únicamente demandan el cumplimiento de un punto que había pasado de tapadillo para la inmensa mayoría de los responsables y cargos electos del PP.
Entre las voces que se alzan contra el comportamiento del ejecutivo destaca por su virulencia  la de Monseñor Munilla, Titular del arzobispado de San Sebastián. A través de homilías dirigidas a los fieles de su diócesis les exhorta a modificar y castigar con su voto a formaciones que considera lindando con el marxismo, el obispo dixit. 
Es, cuando menos, peculiar que el prelado  meta en la mencionada  bolsa marxista  a PP y PNV, dos partidos de ideología claramente cercana a los planteamientos ideológicos de la corporación cristiana. 
El detonante de esta reacción apostólica viene determinada por la retirada del proyecto de ley para la modificación de la ley de interrupción voluntaria del embarazo, en román paladino, la reforma de la Ley Zapatero sobre el aborto, y sustituirla por la denominada Ley Gallardón.
El derrumbe del propósito de Gallardón tiene una serie de consecuencias, la primera de ellas es la dimisión del ministro responsable de la elaboración de una ley que hasta ahora no era habitual que la  presentara el titular del Ministerio de Justicia, ¿Por qué en esta ocasión es asignado el trabajo a ese miembro del ejecutivo?
Mariano Rajoy ha hecho un encargo Gallardón que  ha acabado siendo un regalo envenenado. Mediante  la encomienda, ¨El Señor de los hilillos¨ ha conseguido la defenestración política del mayor opositor que  podía tener dentro de la ejecutiva de su partido toda vez que la Gürtel ha neutralizado a Esperanza Aguirre.  Demostrado queda que Rajoy le ha dejado la pala para que Alberto cave su propia tumba.
La siguiente secuela la encontramos en las organizaciones denominadas pro vida y similares que aglutinan el pensamiento ultra católico. Estas  organizaciones ya habían conseguido una extraordinaria victoria para sus intereses a través del ministro Wert y su compinche Gomendio. Entre ambos han situado la educación pública a los pies de la jerarquía católica, la religión ha vuelto  a ser considerada curricular, crecen los conciertos y prebendas para los colegios concertados religiosos en detrimento, en la mayoría de las ocasiones, de los colegios de enseñanza pública y laica. Por la vía de la enseñanza el dinero corre a riadas hacia las arcas de la iglesia.
El siguiente paso de la Conferencia Episcopal, una vez conseguido el sector estratégico de la enseñanza, es cercenar los derechos de las mujeres para devolverlas a su estado de sumisión a los deseos y voluntades del varón. Para estos fines se valen de las actuaciones de las organizaciones apostólicas afines a la jerarquía eclesiástica.  
La estrategia es similar en ambos casos; la enseñanza la dejaron en manos de la Iglesia Católica utilizando el tan manido  derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos.  Siempre usan como escudo los derechos del más débil, en este caso los hijos. ¡Cómo si a los curas les importara un higo los derechos de los hijos! Confunden educación con adoctrinamiento. Los conocimientos científicos y los valores éticos de comportamiento ciudadano conforman el total de la educación integral del individuo. Creencias, supersticiones y demás invenciones teológicas, deben estar fuera del ámbito formativo otorgado y aprobado por la sociedad. En el ámbito privado personal cada cual que actúe según su conciencia. En la enseñanza pública y subvencionada tenemos que desterrar las posiciones de dominio.
 Siguiendo con su táctica de control, el tortuoso camino elegido por los integristas religiosos para subyugar a las mujeres, es negarles el derecho a elegir libremente el uso que hacen de su cuerpo. La maternidad impuesta es la mejor cadena que han encontrado los pro-vida y adláteres. Naturalmente lo adornan con la defensa de los derechos de un supuesto ser que ellos deciden convertir en humano 14 o 15 segundos después de la consumación sexual. El espíritu santo parece que no respeta ni el cigarrito de después.
Pues bien en estas se están enredando los obispos, concretamente Munilla, para solicitar a sus fieles la utilización de su derecho a voto de manera que, siendo consecuentes con sus creencias, defiendan sus intereses. Los intereses  de los Obispos naturalmente, no los de los votantes.

Le falta a Munilla y a cuantos piensan y actúan como él, la valentía de fundar un partido teocrático del tipo Hermanos Católicos o La Santa Cruzada por ejemplo, y presentarse a las elecciones, al igual que hacen en otros países los Hermanos Musulmanes o Muslim Leage. En esos lejanos países, con una escasa tradición democrática, se postulan los partidos que quieren imponer a los demás sus creencias religiosas. En  nuestro país los clérigos católicos pretenden y prefieren que sus ideas se las defiendan otros. Por desgracia lo consiguen, y cuando aparecen discrepancias y los obispos se revuelven mucho desde los pulpitos, el gobierno de turno siempre acaba cediendo al chantaje ampliando la asignación a la Iglesia Católica y monseñor Munilla y compañía reciben un suculento botín para sus arcas, de esta forma tan simple vuelven a callar durante otro puñado de años.