sábado, 26 de abril de 2014

Un estado pequeñito

Ya falta poco, un empujoncito más y las fuerzas innombrables habrán conseguido convencer a la ciudadanía de la absoluta necesidad de desmantelar el Estado.
Podríamos parodiar un famoso parte de guerra y decir ´´Una vez desarmadas las fuerzas ciudadanas, los poderes facticos de siempre han vuelto a recuperar sus históricos privilegios. Los derechos sociales han desaparecido. Los poderosos ha vencido y el Estado de bienestar ha claudicado. La vergüenza ha comenzado´´.
Una especie de fiebre liberalizadora del yugo de los estados, recorre las tertulias y mentideros del suelo patrio. Su finalidad es el adoctrinamiento en la creencia que la meritocracia y los valores individuales harán libre al hombre.
                ´´La consecución de metas a través de los propios méritos, y que el Estado no sea el sostén de vagos e incapaces´´.
                ´´ Con mis impuestos no quiero mantener parásitos´´.
Mensajes cortos, contundentes y convenientemente dirigidos a una población agobiada por la situación económica, nos han hecho retroceder décadas de lucha y avance social para convertir las reglas de convivencia en la ley de la selva, en la ley del más fuerte.
Estas proclamas, que encierran un fuerte mensaje ideológico, tan solo persiguen la misma finalidad que han perseguido siempre: La explotación de los más débiles por de los poderosos.
Ya sabemos que es un toma y daca continuo, unos, los que lo tienen todo, quieren tener más y más. Y los otros, los que nada tienen, quieren tener algo.
La corriente dominante actual repite, machaconamente, que cada cual tenga lo que buenamente se gane.
Así, tiempo atrás, leíamos una entrevista en el País (quien lo iba a decir, Aznar en el País) en la que José María Aznar dice;  ´´me cuesta mucho trabajo ganarme honradamente la vida´´.
Teniendo en cuenta que el trabajo no es lo que le representa mucho esfuerzo, pues disfruta de  canonjías en forma de consejerías de compañías eléctricas y también de sus bien ganados emolumentos vitalicios por su condición de ex presidente, el ex jefe de gobierno se debe referir a que le cuesta mucho trabajo ser honrado. ¡Qué fuertes deben ser las tentaciones! ¡Cuanto esfuerzo para mantener impoluta su honorabilidad! Cuanto le agradeceríamos que identificara convenientemente a quien intenta desviarle de su recto proceder. Todo el mundo estaría sobre aviso de las actuaciones de esas alimañas. Y crecerían los méritos de Jose María.
Pero estos luchadores de grandes méritos contraídos, ocultan, a sabiendas, que en la carrera por alcanzar el éxito, no todo el mundo contará con las mismas herramientas.
Los de siempre tendrán la mejor educación, la mejor sanidad, los mejores accesos al trabajo, las mayores posibilidades de desarrollo. Si la carrera fuera subir a un rascacielos de 100 pisos, ellos partirán de la planta 99 y probablemente podrán usar el ascensor para que no cansarse.
Los otros, los desheredados, los parias, los marginales, tendrán limitado el acceso a la educación, su acceso al trabajo será duro y competitivo, sus posibilidades de desarrollo castradas, vamos que comenzaran a subir el rascacielos desde el sótano -3, las escaleras resbaladizas por la humedad, y cuando alcancen el 1º piso, dejaran de subir por agotamiento o porque se les ha acabado la vida.
Como elemento equilibrador de estas desigualdades nacieron los estados modernos. No como órganos de poder, sino como elementos indispensables de redistribución y justicia.
La principal función del Estado es poner freno a los desmanes de las oligarquías dominantes. De ahí, la enseñanza pública, la sanidad pública, la justicia pública, en definitiva los servicios públicos que tan empeñados están en hacer desaparecer o, como en el caso de la justicia, limitar su uso con la imposición de tasas y demora de las resoluciones.
Con un estado débil, los poderosos conseguirán su objetivo de devolvernos al sótano -3.
En nuestras manos esta no conformarnos y defendernos. Defender el derecho de nuestros hijos a comenzar a subir, por lo menos, desde el piso 10, y no desde el sótano al que les están condenando en forma de trabajos precarios y faltos de dignidad.
Tenemos que levantar la voz y gritar que no estamos de acuerdo con ´´ Bienaventurados los pobres porque de ellos será el reino de los cielos´´

 ¡Que no oiga! Que lo que queremos y a lo que tenemos derecho, es una vida digna en la tierra.

viernes, 25 de abril de 2014

El clero y el dedo


Atrás ha quedado el escalofrío de fervor religioso que ha recorrido el país en la pasada Semana Santa.
Afortunadamente la oferta de canales televisivos, nos ha liberado, por fin, de tener que padecer una y otra vez la emisión de Quo Vadis, o los Diez Mandamientos. Dentro de un orden, y sin que la calidad de la oferta sea para tirar cohetes, podemos dedicar nuestro tiempo televisivo a espacios y programas que nos reporten diversión, información, o simplemente entretenimiento.
Se podría hablar de normalidad, si no fuera porque continuamente chocamos contra la misma roca. Y lo digo, y aclaro una vez más, sin la menor intención de inmiscuirme en la vida íntima y religiosa de las personas, en sus legítimas creencias, y convicciones.  De igual forma, opino que sería altamente gratificante que ningún credo religioso gozara del favor y servilismo de los estamentos y poderes públicos.
En la noche del viernes se emitió por La 2 de TVE un acto religioso, oficiado por el Cardenal Rouco Varela. Nada extraño si tenemos en cuenta que con carácter semanal se emite, desde las cadenas del Ente Público, un programa religioso de una confesionalidad determinada: La Católica.
Ignoro, y lo reconozco humildemente, si el mencionado espacio está encuadrado en acto publicitario, o promoción de marca. No había ningún indicativo de que el programa fuera un anuncio, ni aviso previo de… ´´Ahora unos minutos de publicidad´´.
Recordemos, por otra parte, que en las cadenas del Ente Público, no se pueden emitir anuncios publicitarios, que no sean de sponsors  de programas, o de los propios programas.
Tampoco parece que tenga mucho sentido emitir en horas de máxima audiencia, un programa cuyo share no será excesivamente competitivo.
No sería de extrañar, que TVE hubiera comprado el espacio a la productora de la Iglesia Católica española, y hubiera pagado por su emisión como si se tratara de un Barca – Real Madrid.
Si así fuera, los responsables comerciales de TVE deberían haber buscado patrocinadores que hicieran, a través de la publicidad, que la inversión fuera rentable.
Durante la emisión del programa nunca hay una referencia a ´´ El programa que estamos viendo, se emite por gentileza de …(pongan la marca comercial que crean oportuna)´´
La explicación más razonable, y por otra parte la más probable, es que fuera una emisión del más puro y duro adoctrinamiento eclesiástico. Eso sí, escondido ese adoctrinamiento con la calificación de evento de interés socio cultural. En esa calificación cabe casi todo lo que se quiera poner.
Mientras Monseñor desgranaba sus letanías, no dejaba de preguntarme la razón por la cual un estamento del uso público, y con una finalidad marcada claramente en los estatutos de RTVE, ofrecía en directo un programa de esa índole. Esta bastante clara la tendencia religiosa del acto, ¿no?
Y nuevamente volvemos a encontrarnos, con un hecho repetido: Los poderes públicos pasándose por el arco de sus caprichos el mandato constitucional. Esta vez en un ámbito pequeñito y que, en esta ocasión, prácticamente pasa desapercibido.
Como contrapartida, alguna mente privilegiada de las excelsas figuras políticas que sufrimos, propondrá como solución televisar actos de otras confesiones para compensar. Y entonces en lugar de un espectáculo religioso, tendremos catorce, o más.
¡Que no!, que eso es multiconfesionalidad, y la Constitución ordena ACONFESIONALIDAD.
Hemos podido ver también a munícipes en piadosa procesión, con todos los atributos distintivos de su cargo, o sea, como representantes públicos y no como individuos de determinada creencia.
El ente público ha dado extensa cobertura informativa a esos eventos, y hemos comprobado que existen comportamientos para todos los gustos. Algunos no captados por las cámaras televisivas, pero si por los indiscretos móviles con los que fotografiamos los acontecimientos relevantes.
 Desde que José María Aznar dio el banderazo de salida para la moda de enseñar un dedo a los ciudadanos, el gesto se repite con inusitada frecuencia, y siempre por personajes que tienen la soberbia como respuesta.
Recordamos muy bien el dedo de Bárcenas, dedicado al público y periodistas que esperaban sus explicaciones tras el viaje a esquiar.
Parecida mímica, la del dedo corazón señalando al cielo, fue repetida en la procesión a la que acudió el edil Azcón, y desconocemos que quería decir con el gesto.
Dudamos si iba dirigido a unos ciudadanos hartos de la participación de las instituciones en actos religiosos, vamos a pensar que no, que su exquisita educación de colegio de pago, le impide expresar de forma tan soez la opinión que le merece la ciudadanía soberana  que le soporta.
Seguramente, como buen estudiante y diligente político, desde las filas de los espectadores oyó una voz que preguntaba a la corporación municipal: ¿Quien se mofa de la Constitución? Y Azcón, como decimos, persona diligente, levanto el dedo en señal de respuesta.

Si mi pobre educación de enseñanza pública no me lo impidiera, si los profesores del instituto en el que estudie no hubieran insistido tanto en los buenos modales, le diría en que orificio de su carismático cuerpo se puede meter su noble dedo. 

domingo, 20 de abril de 2014

El Ministro y la virgen

¡La Virgen que ministro!
Día a día aumenta mi desazón, quizás provocado por mi propia falta de capacidad para entender las decisiones y comportamiento del piadoso ministro del interior.
Leo una y otra vez la Constitución, la nuestra, la española, la de 1978, y dice claramente que vivimos en un estado aconfesional, es verdad que a continuación los padres de la Constitución añadieron un ´´inocente´´ párrafo, con la clara finalidad de contentar al clero, caben serias dudas de la´´ inocencia´´ del párrafo, pero aun así, y atendiendo al trato especial que la Constitución reconoce a la versión católica del cristianismo, España está definida como un estado ACONFESIONAL.
Aquí es donde me pierdo. No sé qué parte de esa característica del Estado no entiende el Sr. Ministro, y por extensión todo el gabinete que le consiente sus excentricidades y caprichos.
Los hechos se producen tan cercanos en el tiempo, que retratan con meridiana claridad el pensamiento y actuación de los implicados.
En fechas recientes, la Vicepresidenta Sáenz de Santamaría, se desplazaba a Barcelona, para recordarle a Artur Mas la perentoria necesidad de cumplir escrupulosamente la Constitución, y esta obligatoriedad afecta a todos y cada uno de los poderes públicos.
Advierte la Vice-presidenta al Sr. Mas, que el gobierno del que forma parte, utilizará todos los recursos legales a su alcance para frenar, lo que ella cree que son desvaríos.
El Gobierno del que forma parte Sáenz de Santamaría, ha nombrado un Delegado en Aragón que  está siendo corregido por los tribunales, por conculcar derechos ciudadanos que contempla la Constitución. Ignoro si las sentencias son como los cupones descuento, y cuando reúna una docena, le corresponderá una vajilla, o un ministerio, el de Interior por ejemplo.
Las sentencias firmes, argumentan con meridiana claridad lo que considera una actuación impropia de la Delegación del gobierno en Aragón, y rectifica la actuación  del Delegado al considerar que está impidiendo el ejercicio de derechos fundamentales.
En este caso, a Soraya no le preocupa mucho que no se respete la Constitución. Todavía no le ha cesado, ni tiene pinta de que vaya a hacerlo.
Pero, ¡oh casualidad! Hace pocos días anunció Jorge Fernández la concesión de la medalla al merito policial a la Virgen del Amor, y la Vicepresidenta  calla, luego otorga.
Para poner coto al disparate, desde una asociación ciudadana se ha interpuesto una demanda, que ha sido admitida a trámite.
Y en este punto hay que detenerse un momento, para aclarar lo que significa defender ante los tribunales  derechos ciudadanos.
Sentirse agraviado y recurrir a la justicia, implica el pago de unas tasas, establecidas desde el Ministerio que tan sabiamente dirige Ruiz Gallardón.
Con lo cual si la sentencia es contraria al demandante, las tasas y costas representan un pico que desanima al más pintado.
Pero si la sentencia es desfavorable al Gobierno, o institución de turno, no importa, las tasas ya están cobradas.
Ni el trilero más avezado se podía imaginar un negocio más redondo. La banca, en este caso el gobierno, siempre gana.
Sin entrar a valorar los méritos policiales de la virgen, que seguro que en la imaginación del beato ministro son muchos, y variados, si creo que debería abstenerse de hacer apostolado desde el ministerio de interior, hay otros ministerios eclesiásticos desde los que puede epistolar todo lo que quiera. Esta muy bien que el acepte con cristiana resignación las limitaciones que sus supercherías le imponen. No es muy licito que pretenda hacer participes al resto de los ciudadanos.
Ahora, los seguidores integristas del mismo club de fans que el ministro se alteraran y dirán que el que no crea que les deje en paz, que ellos si creen y que les parecen bien esas distinciones.
Y por mi pueden creer lo que quieran, y vivir su intimidad como mejor les parezca, pero hombre, obligarnos a aceptar que un ministerio, y una institución de las Fuerzas de seguridad del Estado Cuerpo Nacional de Policía, ocupe su tiempo en conceder condecoraciones a un ser que solo existe en la imaginación de los cristianos, rama católica, otras ramas cristianas no admiten la virginidad de la señora, supera con creces lo que se debe tolerar.
A no ser que se pretenda tener a la policía entretenida, y distraída y no investigue mucho sobre los casos  que asolan este país.
No es el primer caso de ataque de exaltación religiosa que sufre un político, recordemos a Jose Bono y su cruzada por reconocer los meritos de Sor Maravilla y su placa en el Congreso.

Solo cabe esperar  un poco de suerte, y que la demanda admitida a trámite no sea juzgada por una persona de misa diaria, y nos haga comulgar con ruedas de molino.

El país de la adormidera


Es probable  que al inicio de nuestras vidas seamos expuestos a los aromas de alguna especie arbórea  muy extendida por la campiña española y que produce en nosotros un efecto por el cual perdemos la capacidad de recordar, de evaluar, de perseverar para exigir responsabilidades y el cumplimiento escrupuloso de la ley.
Es la única explicación que se me ocurre. La dichosa emanación parece que provoca en los habitantes de este país un extraño éxtasis y como resultado hace olvidar, minusvalorar, y hasta justificar las tropelías que reducen a la mínima expresión, en algunos casos incluso eliminan, los pocos  derechos alcanzados tras años de demanda.
Viene esto a cuento por un asunto que me tiene inquieto. Con el estallido de la crisis, los ciudadanos de a pie hemos sido sometidos a  bombardeos de campañas orquestadas  que nos culpabilizaban de la situación por haber vivido por encima de nuestras posibilidades.
El rescate fue justificado por nuestra ligereza en el gasto, por nuestro derroche y endeudamiento desorbitado. Cuando esta consigna fermentó, y se enraizó con fuerza en nuestro subconsciente, apareció la necesidad de rescatar el sistema financiero.
De las políticas económicas que forzaron el endeudamiento de las familias, para aumentar el beneficio de la banca, no se dijo nada. Así las mismas políticas económicas neoliberales que propiciaron el desastre son las que han impuesto las recetas de la recuperación.
Los meses previos a la hecatombe, el Gobernador del Banco de España, a la sazón Miguel Ángel Fernández Ordoñez para los amigos MAFO, hacía frecuentes comparecencias públicas  recomendando moderación salarial, recorte del gasto social, congelación de las pensiones, reducción del gasto público, disminución de  plantillas de funcionarios,  aumentos de jornada…Etc. Abogó por la privatización de servicios públicos, basó el incremento de la competitividad en la reducción  o en la desaparición de derechos laborales.
En cambio, en sus múltiples comparecencias, ni una sola referencia a la situación del régimen bancario español. Para su mentor (Zapatero) y para el Gobernador del BE, en esos momentos el sistema  era modélico.
Cuando la verdad salió a la luz, y comenzaron a caer bancos y cajas de ahorros, cuando se certificó que el sistema financiero español era un inmenso estercolero de corrupción y despilfarro, se orquestó otra campaña, esta vez con la finalidad de justificar la aportación de dinero público para salvar de la quiebra a una banca que en su caída podía arrastrar al país.
Y MAFO se desvaneció  de la escena. El máximo responsable de la vigilancia y control del estado de solvencia de cajas y bancos se despachó con una lamentable explicación en sede parlamentaria maquilló su responsabilidad constatando lo que ya era de dominio público, balbuceó cuatro bobadas y  no volvió  a presentarse.  Después de eso ¡a vivir que son dos días!.
De su responsabilidad como máximo dirigente de la autoridad monetaria de España, no dijo ni una palabra.
Durante años estuvo al frente del Banco de España, y a pesar de recibir puntuales informes de los técnicos, a él no le sonó ninguna alarma, ningún indicio le invitó a actuar para corregir la situación.
Durante años no quiso saber nada de cajas esquilmadas y bancos quebrados.
Su principal, y casi único cometido, no lo llevo a cabo porque estaba muy ocupado en recomendar, propagar, y finalmente conseguir, cargar sobre los hombros de todos los ciudadanos, las consecuencias de su incapacidad, irresponsabilidad y desidia en su labor de vigilancia.
El presidente del Consejo de Europa, Durao Barroso ha deslizado hacia el Banco de España  la sospecha de ser un factor importante de la  crisis del sector. Estas declaraciones llegan con unos cuantos años de retraso,  se le han ocurrido a Barroso después de unas durísimas medidas de atornillamiento de la ciudadanía, el Presidente Durao ha esperado que se pusieran a salvo los intereses bancarios franceses y alemanes para ofrecer al público sus sospechas acerca de la actuación de la autoridad monetaria española.
Rápidamente se han alzado voces en defensa de la inmaculada actuación de Organismo Regulador de la Banca española y por supuesto del Gobernador Fernández Ordoñez. Las defensas mas categóricas provienen del sector bancario español, es cuando menos curioso que los beneficiarios de -según Barroso- la supuesta mala praxis de comportamiento del Organismo regulador, sean sus valedores.
No nos sorprende el amparo que ha hecho del ínclito la clase política, nos aterrorizan las propuestas que salen de boca del sustituto; Linde ya ha comenzado a recomendar, una vez más, la moderación y ajuste salarial. En la clase trabajadora española  están a punto de saltar las alarmas  ¿Reserva el destino otra sorpresa del ¨eficiente¨ sector bancario español?
Mientras los saca-brillo a la banca nacional  nos entretienen, MAFO sigue desaparecido como si no hubiera pasado nada. Desde ningún poder público-político-judicial español se ha reparado en la posible responsabilidad del ex-Gobernador, ninguna instancia del país ha manifestado que quizás habría que empezar a pedir explicaciones en sede judicial para que MAFO responda de su dejación de vigilancia.

¿Los ciudadanos? Bastante tienen con llegar a fin de mes y seguir el mundial de futbol. Es el efecto adormidera.

Privilegios e Inmatriculaciones

Corría el año 1996, cuando el Partido Popular resultó vencedor en las elecciones al Parlamento español, y su líder Jose María Aznar, alcanzó la Presidencia del Gobierno.
Llegaba Aznar a la presidencia tras unas últimas legislaturas del PSOE salpicadas por numerosos casos de corrupción y uso irregular del poder. Estos escándalos, convenientemente aderezados por los medios afines, fueron minando progresivamente su credibilidad, y el año 96, la perdieron definitivamente.
 Los problemas se amontonaban, y las medidas para recuperar la confianza en la depauperada clase política, además de necesarias, eran de extrema urgencia.
Resulta por ello llamativo que una de las más tempranas decisiones que adopta el nuevo ejecutivo fuera recuperar una ley por la cual, los Obispos de la Iglesia Católica podrían actuar como fedatarios públicos, ampliándola para poder registrar bienes de culto, iglesias, ermitas… que no estuvieran registrados.
En esa caja de totum revolutum, han cabido toda clase de bienes inmuebles, ermitas, capillas, casas parroquiales, fincas de labor, … y la Mezquita de Córdoba.
Con extraordinaria celeridad, los Obispos han procedido a registrar miles y miles de propiedades a lo largo y ancho de la geografía nacional.
Por otra parte, llama la atención que los colegios notariales hayan permitido, sin levantar la voz, una intromisión tan manifiesta en sus atribuciones.
Asociaciones ciudadanas han intentado parar semejante expolio, y sistemáticamente se han encontrado con la resistencia de las autoridades, estatales y autonómicas, a proporcionar datos que facilitaran la labor de detener las inmatriculaciones.
Con el caso de la Mezquita de Córdoba los procesos de denuncia han conseguido algo de notoriedad, bastante escasa por otra parte. En todos los demás casos se ha aplicado el mismo modus operandi, silencio y secreto, y cuando nos demos cuenta habrán esquilmado el Estado.
Los mismos que desde los órganos de poder  nos repiten sin cesar la cantinela de la austeridad, hacen regalos millonarios a quien menos lo necesita.
Los dos grandes partidos políticos, eluden continuamente el debate sobre el problema. Uno por ser su causante, y el otro porque practica la estrategia de mirar hacia otro lado. Como siempre.
Mientras tanto miles de inmuebles pasan a propiedad de la Iglesia Católica, y los ciudadanos nos quedamos perplejos cuando nos enteramos que lo que antes era de todos, ahora pertenece a una institución históricamente privilegiada.
Ante esta situación caben muchas preguntas y reflexiones, pero hay algunas que no dejan de rondarme por la cabeza:
¿Por qué motivo  recuperó y actualizó el presidente Aznar una ley del más rancio franquismo? Y ¿por qué las prisas? Desde luego, no era un clamor de la sociedad la dichosa ley.
Claro que su sucesor en la Moncloa, Zapatero, ni la derogó, ni la cuestionó, ni reparó en ella, quizás fuera que no se dio cuenta de la situación, al ser abducido por el misticismo de Mª Teresa Fernández de la Vega.
 Nada raro, tampoco se enteró de otras muchas cosas que estaban sucediendo.

En un estado, teóricamente aconfesional, es bastante llamativo, que las dos principales fuerzas políticas actúen al dictado de la Iglesia Católica, favoreciendo sus intereses, con menoscabo de los intereses de los ciudadanos.

Estado aconfesional, hoy no toca

El Estado aconfesional, todavía no toca.
Son tantos y tan rápidos los acontecimientos, que antes de poder reaccionar ante una situación que conculca nuestros derechos, nos encontramos inmersos en otra actuación de los poderes públicos que nos descoloca un poco más.
Recordamos que, con motivo del reciente funeral de Estado, ¨católico por supuesto¨, oficiado por el fallecimiento del presidente Adolfo Suarez,   se ha comentado desde alguna postura político-social la falta de respeto Constitucional por actos de este tipo.
Por estos comentarios, las fuerzas mediáticas de la España más profunda, se han revuelto ferozmente con razonamientos tan pueriles, que no voy a repetir por cansinos.
Pocas fechas antes, había tenido lugar otro funeral de Estado, este por las víctimas del atentado del 11 M.
A pesar de la oposición de una de las asociaciones a que fuera una ceremonia católica, la asociación que preside Pilar Manjón tuvo que ceder ante la presión de los mismos que durante años alimentaron la teoría de la conspiración.
En la homilía, Antonio Maria Rouco Varela ¨autoridad eclesial competente, por supuesto¨, nos obsequió con su particular visión de la idea de convivencia pacífica, sembrando de dudas y sospechas el cierre de la causa, y la sentencia dictada por los tribunales.
En primera fila, asistía el Jefe del Estado sin darle importancia a que entre las 92 víctimas pudiera haber, evangelistas, judíos, musulmanes, budistas, o simplemente ateos.
Todos, víctimas y familiares, allegados y amigos fueron colocados bajo el manto protector del dios, ¨católico por supuesto¨, de Rouco Varela.
Acompañando al Jefe de Estado, al que no se le pueden pedir responsabilidades porque a pesar de su avanzada edad no alcanza a ser responsable de sus hechos, se encontraban presidentes y miembros de gobierno: presentes y pasados, creyentes y ateos, todos ellos asumiendo  que las cosas hay que hacerlas como dios manda.
 El dios de Rouco, ¡¡ faltaría más !!

 Lo del Estado aconfesional hoy no toca.

lunes, 14 de abril de 2014

Señor Obispo

En unas conferencias llevadas a cabo en un colegio religioso concertado, el Obispo de Málaga, expuso su particular visión de la homosexualidad a un auditorio compuesto por estudiantes entre 15 y 18 años.
Monseñor ya ha utilizado el comodín de la mala interpretación que de sus palabras han hecho los medios de comunicación.
Olvida Mosén que los medios de comunicación transmiten las informaciones que les llegan a través de los padres de los alumnos, por las manifestaciones de estos mismos.  Oyentes directos de sus palabras.
Según las versiones de los estudiantes, el príncipe de la iglesia, les cuenta su pensamiento acerca del matrimonio entre personas del mismo sexo, hablando sin complejos, sin cortapisas, sin vergüenza, y podíamos seguir indefinidamente apuntando sin… , sin respeto, sin pudor, sin conocimiento, sin amor al prójimo, sin idea de lo que habla…
Dice el prelado, que la ley española que reconoce el derecho a contraer matrimonio a personas del mismo sexo, es la peor del mundo, porque habla de cónyuge 1 y cónyuge 2, y estos pueden ser un hombre y un perro… ¿desde cuándo tiene un perro la condición de persona?
 Confunde, malintencionadamente, una opción personal con una perversión sexual.
Estos cónyuges, según el obispo, también podrían ser un bebe, y un anciano de 70 años. Aquí habla desde la mala fe, porque sabe muy bien que esta relación pedófila es un delito. Y lo sabe muy bien, por los múltiples casos que salpican a su corporación.
Hasta aquí, desmentido incluido, nada nuevo. Solo le apuntaremos un detalle, no es a los medios de comunicación a quien tiene que rectificar, sino a los chicos que recibieron su mensaje, y  a los padres que no supieron interpretarlo.
Ahora, las asociaciones de los colectivos dañados, presentaran una demanda ante la fiscalía, y se encontraran con los impedimentos que en forma de tasas ha puesto el Ministro de justicia.
Para defenderse de un atropello primero hay que pagar. ¡Viva la justicia igualitaria!
Y el resto de la sociedad, asistiremos estupefactos al espectáculo de comunicados y noticias, mientras, desde otro ministerio, se consolida la asignatura de religión en el sistema público de enseñanza, se convierte en curricular, se imparte por profesores elegidos por la iglesia y pagados por todos, se menosprecia la enseñanza pública a favor de la concertada, y se adoctrina desde las aulas, sin necesidad de pulpitos.

Por otra parte, como ya he dicho con anterioridad, nada nuevo.

jueves, 10 de abril de 2014

La verdadera cara de la iglesia

No se muy bien si las reacciones que se están produciendo en los medios de comunicación afines al sector mas conservador de nuestro panorama político, me producen mas indignación, o mas asco.

He asistido, y  supongo que también una gran mayoría social, a los análisis descerebrados de la tragedia de Ceuta. 
Cuando escribo esto la cifra de personas muertas es ya de 15, y lamentablemente puede seguir creciendo.


Ante este hecho, los consabidos, y conocidos tertulianos, periodistas, presentadores, y junta letras voceros, defienden con ahínco el derecho fronterizo antes que el derecho a la vida.



Sin ningún tipo de respeto a las leyes internacionales, justifican las expulsiones en caliente, así como el maltrato a personas que han cometido, según ellos, el terrible delito de haber nacido al otro lado de una raya.  



Pero lo mas insólito, ha sido que un sacerdote, en una cadena que no recuerdo, y espero no recordar nunca, a preguntas del presentador, del que afortunadamente tampoco recuerdo su nombre, justifica las actuaciones, los maltratos, las expulsiones, los disparos de pelotas de goma, y las demás tropelías cometidas, porque según el susodicho sacerdote, son ocupas.



Y eso lo dice un miembro de la organización que, probablemente, tiene en su haber el mayor numero de entradas ilegales  en los países de los que proceden los expulsados.



Porque se han presentado en sus aldeas y ocupado su espacio, en el nombre de una evangelización que nadie les había pedido, también han ocupado su forma de vida, sus costumbres, y lo mas lamentable, sus conciencias.



Han ido a esas aldeas, a predicar sus creencias, a llevar la palabra de su dios, a evangelizar, sin ningún respeto a las tradiciones y forma de vida de esas personas.



Han ido a vender su religión, su forma de vida, su dios, sin importarles nada las personas. Ni siquiera les otorgan la condición de personas.



Según el cura, son delincuentes, y no alcanzan nuestro desarrollo por incapacidad, o vagancia.

Seguramente el cura, y el presentador, serán activos luchadores de las organizaciones provida, se pasaran las mañanas defendiendo una posibilidad de vida humana, condenaran a las mujeres que interrumpan su embarazo, por pecadoras viciosas, por asesinas, por terroristas, las juzgaran y condenaran, porque su moral y ética, tiene el certificado de calidad divino, vamos que su todopoderoso dios va concediendo la ISO9000, a la calidad de comportamiento, y ellos cumplen con esa sagrada norma de calidad.


A día de hoy nadie le ha desautorizado, ni obispos, ni cardenales, ni la conferencia episcopal,... nadie ha dicho que no comparten el comportamiento del cura clasista.



Nadie a defendido el derecho de los inmigrantes a buscar una vida mejor.

Nadie a criticado el comportamiento de los poderes políticos  que, como siempre, miran para otro lado solo por salvar su culo.


La hipocresía de la autoridad eclesiástica y de los miembros del cuerpo místico, no tiene limites, pero de vez en cuando se ve su verdadera cara.


UNA SEXAGENARIA IRRESPONSABLE


Una sexagenaria irresponsable, nada nuevo en el panorama nacional.
 Desde que la máxima autoridad del estado compareció ante los medios de comunicación y dijo: “Lo siento mucho, no volverá a suceder” Juan Carlos abrió un inmenso paraguas bajo el cual se protegerán todos los irresponsables que soportamos
 Si el jefe del Estado tiene la misma responsabilidad penal que una niña de tres años ¿por qué iban a tener más responsabilidad sus cortesanos?
Los últimos días hemos asistido a la función “Esperanza Aguirre”, obra maestra del esperpento nacional.
Una pobre sexagenaria sin ningún sentido del pudor, balbuceó una estúpida explicación amparándose en su edad, su condición, su privacidad y como no, se esconde siguiendo escrupulosamente el guión marcado por la situación del lerdismo  atrofiante  que vivimos.
Primero hace referencia a su edad como causa exculpatoria de su infracción.  La misma edad usada como excusa debería ser un impedimento para ocupar cargos públicos de responsabilidad.
Lo dice ella: es muy mayor
Su segundo argumento es que es un hecho sin importancia. Darse a la fuga después de golpear un vehículo policial, supondría un delito de desobediencia a la autoridad para cualquier mortal. Para ella, es un incidente.
En tercer lugar, utiliza la condición de vida privada cómo si un político pudiese tener vida privada. Los  servidores públicos, los políticos, carecen de vida privada, tienen vida íntima, pero no privada, es uno de los pocos peajes que tienen que pagar: “El hecho de que sus acciones estén expuestas a la opinión de quienes vamos a otorgarles la responsabilidad de gobierno “.
Cuarto y último; si con todo lo anterior no consiguen aplacar la sed de reparación que tiene la ciudadanía, abren el paraguas monárquico y piden disculpas.
Y colorín colorado la soberanía popular se ha acabado.         

domingo, 6 de abril de 2014

Vamos a aforarlos

De un tiempo a esta parte, cada semana, Mosén Alberto nos sorprende con una nueva ocurrencia, ley del aborto, ley de la justicia universal, y ahora su propuesta de aforar ante el Tribunal Supremo, al heredero a la Corona, su distinguida esposa, y su regia mama.
En su comparecencia para explicarnos tan genial iniciativa, insistía el Ministro, una y otra vez en su razonamiento:

 ´´No se trata de un privilegio, tan solo, y únicamente, de aumentar la protección jurídica a tan ilustres miembros de la Casa Real´´.

Después de escucharle con la máxima atención, y probablemente debido a mi escasa preparación jurídica, me invade la incertidumbre.
¿Quiere decir el Sr. Ministro que el sistema jurídico que soportamos no garantiza la protección de los derechos de los ciudadanos comunes, o sea, del vulgo?
Si esto es así, y si TODOS somos iguales ante la ley, ¿Porque unos ciudadanos tienen que disfrutar de mayores garantías que el resto?

Y si la protección jurídica es insuficiente parece lógico pensar, que desde el Ministerio que dirige, se estudien formulas, y se presenten iniciativas, encaminadas a mejorar  el deficiente sistema jurídico, para todos, y no como se pretende, hacer otra bolsa de privilegios, en esta ocasión solo para tres.
Lo sensato, y lo que dicta la Constitución, es que todos los ciudadanos, sean nobles o plebeyos, disfruten de los mismos derechos, y afrontemos el cumplimiento de los mismos deberes.
Para ello, nos otorgamos, desde la Soberanía Nacional, que parece ser que reside en el pueblo, un sistema jurídico que garantice nuestra defensa y protección.
Si como dice el Sr. Ministro ésta es escasa, ¿Por qué no comienza por estudiar la modificación de un sistema tan imperfecto?

Después de darle muchas vueltas, solo se me ocurre, que  Alberto Ruiz Gallardón parece que se cree la Biblia, pero al igual que muchos españoles, cada día se cree menos la Constitución.