lunes, 24 de abril de 2023

Quién lo iba a decir

 

Desde que se produjo la aparición de un partido inesperado en el panorama político, con machacona insistencia, los medios de desinformación, de contra opinión y los paniaguados lameculos, bombardean a la opinión pública  con las catástrofes que padecerán si los bolivarianos, comunistas, anti españoles siguen avanzando.

Podemos tuvo la habilidad de capitalizar el descontento de uno de los movimientos sociales más trascendentes y agitadores de la memoria colectiva de esta finca con Ínfulas de país llamada España.

Le guste o le disguste a la reaccionaria carcunda nacional, el 15M materializó el grito unitario en contra de una mentira que fue vendida envuelta en papel de regalo: LA MODÉLICA TRANSICIÓN ESPAÑOLA. Y por ende su abortivo resultado: la componenda del 78.

A día de hoy todavía no nos hemos escapado de la trampa. Algunas personas pretendieron inútilmente alertarnos sobre el fraude y la estafa que representaba la democratización del franquismo, podríamos calificarlos como vanos intentos de concienciar a la nación en su búsqueda de la dignidad.

Una vez que la familia francesa Borbón arribó a nuestra tierra para ser nuestros amos comenzó un penoso tormento. Liberados del absolutista Alfonso XIII y su dinastía, nos dimos de bruces con uno de los grandes borrones de nuestra historia - por si algún paleto nacionalista/hispánico lo había olvidado -  un Borbón, designado por el dedo caprichoso del genocida, ocupó la Jefatura del Estado

Hay que seguir repitiendo para que cale hasta los huesos, que el rebelde provocó una guerra estimulada por un lacerante fascismo,  que fue subvencionada por el caciquil capitalismo opresor y bendecida por la  complaciente iglesia católica española. Las consecuencias del arrebato sedicioso fueron más de un millón de muertos, centenares de miles de deportados, cientos de millares de desaparecidos… miles y miles de represaliados.

Si escuchamos la versión de algunos historiógrafos con pocos escrúpulos, representantes de la patriótica derecha política y su vomitivo carácter de patriotismo de cantina, los generales levantiscos tuvieron que intervenir ante la deriva catastrófica que sumía en el caos al país. O sea, algo que hoy en día desean que suceda para desalojar a los izquierdosos de la Moncloa.

Y claro, una vez que por la fuerza se hacen con el poder, lo guardarán durante otros cuarenta años, ¡Conocemos el cuento!

Pero hete aquí, que en su afán purificador de las esencias patrias, han elaborado una propuesta parlamentaria y a pesar de su afán por impedir la justicia social, la cerrazón que exhiben contra los avances en derechos, el enfrentamiento discriminador que mantienen contra los inmigrantes, unido a la cruzada homofóbica y sexista, quieren aprobar la ilegalización de asociaciones o grupos políticos que fomenten, promuevan, amparen o protejan determinados comportamientos ilícitos.

Ellos se quieren referir a PNV, ERC, BILDU, PODEMOS, JUNTS, CUP, IU…, para abreviar todo lo que no sean ellos y un bipartidismo como dios manda.

Para ilegalizar a los grupos sociales, los promotores de la iniciativa establecen una serie de  conductas sancionables, entre ellas se encuadra la pederastia. ¡De acuerdo! ¡Quien se iba a imaginar que un partido de la derecha más extrema iba a abogar por la ilegalización de la iglesia católica española!

Los escándalos de abusos y pederastia que tienen su génesis en las propias normas de la   institución eclesiástica, deben encontrar la solución en la contundencia legislativa de la sociedad civil. Por fin de las fascistas cabezas cuadradas sale una idea socialmente plausible.

Mientras tanto permaneceremos expectantes a la espera de acontecimientos.

¿Denunciarán los abogados ultra cristianos a su “amiguito” el partido ultraderechista-patriótico por pedir la ilegalización de la Conferencia Episcopal?

¿Denunciará el partido ultraderechista-patriótico a sus “amiguitos” los abogados ultra cristianos por amparar y defender a una asociación atiborrada de casos de pederastia?

¿No harán nada para seguir los tres; Iglesia católica española, abogados ultra cristianos y partido ultraderechista mamando de las ubres del Estado?

martes, 18 de abril de 2023

Un mundo feliz

 

En una hipotética situación de cordura social extrema, la izquierda política conseguiría que los votantes acabaran convencidos de la absoluta necesidad de admitir sus propuestas. Pero no es así.

En un mundo que ya se encuentra en la UVI, asalariados de diferentes condiciones – desde agresivos ejecutivos a mano de obra no cualificada, pasando por algún cretino intelectual que se considera por encima de la media – optan por dar su apoyo a corrientes que ignoran las necesidades cotidianas que acucian al trabajador, tenga la categoría que tenga, directivo o currela.

Paradojas de la vida, por muy colaboracionista que pretenda ser, el probo directivo está en el mismo saco que la mano de obra barata. Los dos dependen de la caprichosa voluntad de quién les contrata. Y ambos son protegidos de los abusos por la legislación que la lucha obrera trata de mejorar.

Son múltiples los casos en los que el explotado se posiciona al lado de su explotador, seguramente esperando que el amo muestre benevolencia con los dóciles y le permita aprovechar las sobras del banquete, ¡Pobrecico! ¡Tan siervo y tan sumiso!

Sin embargo no hay que cargar las tintas sobre los amansados. Un vistazo al panorama político actual nos desvela muchas de las incertidumbres que nos acosan.

La crisis del 2008 llegó a manifestarse como un punto de inflexión del devenir político, económico y social del mundo desarrollado, pero no, fue puro espejismo.

Una vez apretado con fiereza el cinturón de las clases trabajadoras, las élites se siguieron forrando y salieron de la crisis más fortalecidas de lo que entraron.

Los bancos ganaron más dinero, las constructoras pasaron su deuda al Estado y los accionistas cobraron sus dividendos haciendo caso a un delincuente que proclamaba que eso era el mercado (Rodrigo Rato dios mediante).

Década y media después seguimos prácticamente igual. Una ultra liberal como Esperanza Aguirre hizo un reconocimiento de culpa con ocasión del desplome del sistema corrupto financiero – proclamando que había que cambiar el modelo – el arrepentimiento le duró un suspiro. Hoy en día, Isabel Díaz Ayuso agarrada a su perro faldero MAR, nos vuelve a colocar el liberalismo económico como bandera del progreso. 

Con ideas de parvulario va avanzando como ariete contra el Gobierno de la Nación.  Para la estrella de la derecha liberal lo que de verdad es “chachi piruli” es no encontrarte con tu ex tomando cañas o en uno de los atascos tan genuinamente madrileños.  Cuando la muchacha no sabe qué decir  acaba su intervención ofreciendo bocadillos de calamares al grito de ¡Viva el rey y los toros! ¡Así nos va!

Con ese bagaje, con infinitas dudas sobre su gestión de las residencias de mayores, con algún dinero ganado por su hermano aprovechando la coyuntura de la pandemia y con la laminación de la sanidad y la educación públicas, los madrileños votan al PP porque no encuentran nada mejor ¿No encuentran o no buscan? Vete tú a saber.

Hemos convertido a las ideologías en rehenes de las caras conocidas. Ser de izquierdas no es ser Pedro Sánchez  ni Yolanda Díaz.

Ser de izquierdas es tener conciencia de grupo social. Si no nos damos cuenta que como especie estamos condenados a vivir en comunidad y que para hacerlo armónicamente tenemos que articular normas de convivencia, no habremos avanzado nada en siglos de existencia.

La pugna que tiene Yolanda (Sumar) con Iglesias (Podemos) conduce inexorablemente a un choque de intereses que perjudican a todos los que de alguna manera se identifican con la ideología de ambos.

Pablo, le guste a Yolanda o no le guste, es el artífice de la ruptura que se produjo en la concepción política del país amarrado como estaba a un bi-partidismo enfermo.

Desde la irrupción de Podemos se acabó el pasteleo  del “hoy por ti mañana por mí” - usado durante la modélica transacción - para pasar a pensar en el bienestar inmediato de las personas: Ingreso mínimo vital, salario mínimo, stop desahucios, ley de dependencia, protección durante la pandemia, ley del solo sí es sí. Las críticas que recibió Iglesias por empeñarse en formar parte del Gobierno fueron feroces, hoy sabemos que sin el Gobierno de coalición que se formó nada de lo señalado hubiera sido posible

¿Imaginan un Gobierno de Pedro Sánchez con Albert Rivera de Vicepresidente tal y como pretendía el Ibex 35 y sus secuaces mediáticos? Los sueños más cálidos de la patronal de los Botín, Garamendi, del Pino…, no alcanzan semejante clímax.

En las postrimerías de la legislatura no debería ser necesario recordar algunos datos, uno de ellos es la insistencia de Pablo Iglesias; en contraposición de notables de Podemos; para que Izquierda Unida, con Alberto Garzón y Yolanda Díaz en sus filas,  formaran parte de un proyecto que iba a permitir a los comunistas ser parte del órgano que decide las políticas ejecutivas de este país. Se debe recordar que eso no fue un logro de Iñigo Errejón, Baldoví o Ada Colau. Fue empeño de Pablo Iglesias y su equipo. Igual que la moción de censura que desalojo a M. Rajoy de la Moncloa.

Hoy, revolviéndose contra el hacedor, Yolanda reniega de quién la visibilizó como futurible.  El camino emprendido por la Ministra de Trabajo tiene mala marcha atrás. Podemos estuvo muy cerca de ser una fuerza de izquierdas hegemónica, mas de 70 diputados lo avalan.

Izquierda Unida en el esplendor del profesor Anguita alcanzó a superar mínimamente la veintena. Con Alberto Garzón es innecesario que hagamos leña de un proyecto caduco y quemado ¿Seguro que el camino emprendido por Sumar es el que demanda una izquierda con aspiraciones de Gobierno? O  ¿Es que ya no se aspira a ser Gobierno?

Por lo visto en los sondeos las cuentas no salen y para ser muleta del PSOE ya puso las condiciones el añorado maestro Julio Anguita ¡Programa, programa, programa!

viernes, 14 de abril de 2023

El 14 de Abril

Resulta tremendamente complicado no caer en la tentación de llamar patán a un fulano que, por una de esas crueldades del destino ostenta una alta representación política en este lastimoso país.

El individuo en cuestión, además de otra serie de lindezas, anima a unos estudiantes de educación secundaria, a plantearse como duda, el carácter democrático de la II República de España.

Ya es bastante penoso tener que soportar las infames ideas que adornan el currículo del personaje, para tener que aguantar la propagación de ocurrencias de las que fue capaz de hacer alarde en su comparecencia en la conferencia/charla que masculló en un colegio concertado; es decir, pagado con dinero público por obra y gracia de una penosa decisión de Felipe González.

La falta de plazas públicas para universalizar la enseñanza, sirvió de excusa a la camada de Suresnes para que la jerarquía católica siguiera mangoneando la enseñanza en España.

Felipe, Guerra y compañía lo hicieron tan, tan bien, que cuarenta años después seguimos con la escuela concertada como bastión de la enseñanza pública, universal y gratuita en nuestro país. Hoy cuantiosamente potenciada por Gobiernos centrales y autonómicos de uno y otro signo. Es el denominado poder de las sotanas.

Pues bien, con la audiencia de alumnos descrita, un personaje incapaz de llamar  golpe de estado a la sublevación perpetrada por Francisco Franco y con la misma capacidad intelectual que una ameba, duda del carácter democrático de la II República.

Debe de ser que para el señorito lo verdaderamente democrático es acceder a la Jefatura del Estado vía vaginal - a través  de la fecundación de una hembra por medio de un varón, transmisor de las esencias de la estirpe - que el magnánimo dedo del genocida dictador designó como legítimo depositario de los valores del movimiento nacional.

Por muchas lecturas e interpretaciones que la rancia carcunda  hispánica se empeñe en propagar es inevitable admitir - incluso para los más reaccionarios - que al fascista golpe de estado de algunos generales se le enfrentó la heroica defensa de la legalidad del régimen republicano surgido de la voluntad popular.

El capital, la iglesia y el fascismo político se apoyaron en la traición de unos militares desleales con su patria y la sumieron en una devastadora guerra que algunos infames tratan de vendernos como un enfrentamiento entre bandos discrepantes.

¡No! fue la agresión de una banda de facinerosos uniformados para destrozar la legalidad institucional surgida de las urnas. 

Olvidan un principio fundamental que rigen las naciones modernas: la fuerza y el uso de la violencia es potestad exclusiva del Estado. Únicamente el Estado es depositario del uso de la fuerza.  Todo lo demás es un ataque a la legalidad establecida.

Tenemos que seguir explicando al señor Tamames y a todos los que proclaman lo mismo que él que en la guerra  no hubo dos bandos. Hubo una nación defendiéndose de la  agresión de un grupo de facinerosos,  que se apropiaron del ejército cuya misión es la defensa de la nación. Contra esa encomienda los militares sublevados utilizaron las armas que en sus manos había depositado el pueblo español.

A día de hoy escuchamos en el Congreso, en el Senado, en los Parlamentos Autonómicos a penosos representantes de una España que pensábamos superada.

No, no es así. Los herederos de aquellos fascistas que condenaron a los españoles a cuarenta años de miseria, desesperación y degradación, hoy ocupan escaños de diputados y pavonean su ideología dando vivas a un rey heredero del impuesto por el dictador.

El día 14 de abril sería una buena fecha para que de una vez por todas se cumpliera un principio de justicia universalmente aceptado cuando se ha cometido un delito: La restitución del mal ocasionado.

Nadie va a poder devolver la vida a los asesinados por defender la legalidad republicana, nadie va a devolver los cuarenta años perdidos durante la oprobiosa dictadura, pero sería gratificante ver juzgados a los responsables del levantamiento militar aunque sea a título póstumo ¡Claro que se puede sentar en un banquillo a la memoria de los responsables del golpe de estado! Pero sobre todo se debe juzgar la acción criminal: El Alzamiento Nacional.

Y sobre todas las cosas se tendría que volver a la legalidad pre-levantamiento restituyendo la República. Todo lo demás son apaños como el de Adolfo Suarez tapándose el micrófono para no preguntar por la monarquía impuesta.

El próximo día 14 de abril los republicanos de este país añoraremos, un año más, la llegada de un régimen igualitario, laico, democrático y representativo.