miércoles, 25 de septiembre de 2019

El peligro de la abstención


Debo confesar que me había hecho el firme propósito de no perder ni un segundo en hablar de la opción política nacida del escozor de un perdedor.
Iñigo Errejón se balanceó como un elefante en la tela de una araña y como vio que Pablo no la rompía decidió dar otra balanceada. Así fue meciéndose plácidamente hasta la patraña final.
Con las lisonjas de los medios de adulteración que competían entre ellos alabando la inteligencia política del repelente niño Vicente, el muchacho había conseguido convertirse en el misterioso núcleo irradiador ¿irradiador de qué?
Parece que algunas opciones hasta ahora cercanas a Podemos van a unirse al proyecto del repelente niño Vicente. Ellos sabrán. 
Tampoco importará mucho, si como se especula debilita a Pablo Iglesias, no será fortaleciendo al lindo Pedro. Lo hará concediendo al repelente la venganza lerda que acostumbran a utilizar los mediocres como él y Bescansa: si no juego de delantero me llevo la pelotita.
Pero es que no sabes jugar de delantero –pataleta-  ¡que sí, que la abuelita me dice que soy más listo que faraón!
Calla niño, a la abuela la pusimos ahí para que no molestara y nos ha salido con un Chamartín  que “consorte y filias de arquitectura” va a costar un huevo.
Tener un marido y un hijo arquitectos obliga a saltarse algunos principios. Sobre todo cuando sus empresas están pasando dificultades.
El “repelente” pretende vendernos  el “legado Carmena” mientras Sánchez Mato se retuerce ante tanta estupidez. Tranquilo Carlos todos sabemos quién fue el responsable del milagro económico del Ayuntamiento de Madrid mientras Manuela hacia magdalenas.
Pablo Iglesias ha seguido al pie de la letra el manual usado por los políticos de tertulia intelectual: debatir hasta aburrir en tanto el listillo ocupa los sillones. A Pablo le han salido muchos más listillos de los humanamente controlables y parece desbordado, tranquilos ¡A veces las apariencias engañan!
Tal vez  sea una oportunidad única para separar el trigo de la paja. Una vez que sabe a quién tiene en frente se le está presentando la oportunidad de descubrir los puñales que le acechan por la espalda.
Ahora sabrá que la integración del perdedor pasa inexcusablemente por su sumisión al proyecto. Si no se produce palmariamente, mucho mejor defenestrarlo antes  que se revuelva. La operación urdida con Bescansa fue un desliz que Iñigo negó  vehementemente esperando una mejor oportunidad para dar salida a sus ambiciones. Pablo y su equipo se equivocaron dando crédito a sus palabras.
En prevención del cataclismo que se avecina, los protagonistas empiezan a alertar de que el verdadero enemigo de la izquierda es la abstención.
¿De qué izquierda se habla? ¿De la que es incapaz de apoyar unos presupuestos generales - con marcado carácter social -  aunque se vaya a elecciones si son rechazados? O tal vez ¿De la que apuntala a la derecha más liberal (Convergencia Democrática de Cataluña) porque viven en el mismo pueblo? O quizás hablamos de la izquierda ¿Que no duerme si tiene por compañeros de Gobierno a los mismos que le hicieron Presidente de Gobierno? O ¿Puede ser la izquierda que exige estar en el Gobierno porque no se fía del Gobierno?
En realidad son todas esas izquierdas y ninguna. Son todas las que aún no han entendido que el bien común debe primar sobre el deseo individual, aunque tienen que respetar el anhelo personal.
Ser de izquierdas no es una denominación de origen, es una actitud ante la vida, otra cosa es una POSE.
Modificar la Constitución (Artículo 135)  escuchando a los poderes económicos No es de izquierdas. Es propio de vendidos a los amos.
Continuar con la desproporción de subvenciones a la enseñanza concertada en detrimento de la pública No es de izquierdas. Es de especuladores.
Recortar en Sanidad y servicios sociales No es de izquierdas. Es de ladrones.
Tener un Estado más débil y de rodillas ante las multinacionales, No es de izquierdas. Es de cobardes.
Congelar las pensiones y retribuciones de los trabajadores de la función pública No es de izquierdas. Es de bandidos.
Condonar la deuda a la banca y multinacionales No es de izquierdas. Es de cómplices.
Mantener un sistema fiscal injusto con la clase media y trabajadores No es de izquierdas. Es de sinvergüenzas.
Sostener a la Iglesia Católica con los presupuestos generales del Estado No es de izquierdas. Es de hipócritas.
Mantener los privilegios y exenciones fiscales de entidades privadas – Iglesia Católica – No es de izquierdas. Es de atracadores.
Subvencionar con dinero público la realización de espectáculos con maltrato animal No es de izquierdas. Es de bestias.
Nombrar alcaldesas y regidores perpetuos  a vírgenes y santos varios del imaginario colectivo, No es de izquierdas. Es de farsantes.
Acudir a actos religiosos a título de cargo institucional No es de izquierdas. Es de lameculos.
Aprobar leyes sociales sin partida presupuestaria No es de izquierdas. Es de bobos.
La lista sería interminable, para acabar diremos que ser de izquierdas No es aceptar sin debate una Jefatura de Estado heredada de un rebelde, criminal y genocida.
La falta de propuestas para anteponer lo común a lo particular será lo que lleve al hastío y a la abstención.

lunes, 23 de septiembre de 2019

Las cuatro patas


Ahora sí, en estos instantes ya es irremediable la anunciada repetición de elecciones. A partir del primer segundo - desde el último fracaso negociador - comenzó el relato de culpas por parte de las partes implicadas. Tanto los  socialistas como Unidas Podemos seguirán dando su versión partidista del reparto de responsabilidades acerca del fracaso.
Los medios amigos se afanarán en propagar la versión de los más cercanos, con lo que podemos imaginar la extraordinaria desproporción de repercusión mediática que van a tener los mensajes de cada uno de los actores.
Para no ser muy persistentes sobre el asunto únicamente daremos unas pinceladas utilizando breves preguntas.
¿Quién tenía la encomienda de formar Gobierno?
¿El propuesto para formar Gobierno tenía los apoyos necesarios?
¿Fue capaz de convencer a otros actores para que le apoyaran?
Eso es todo señoría, no haré más preguntas.
Consumado el fracaso, Pedro Sánchez concedió una amable entrevista a su fiel amigo Antonio Ferreras.
En la patraña periodística constató que durante el proceso negociador la amnesia debió de atacarle con fiereza. Motivo que le condujo a olvidar que había nominado a Unidas Podemos con la distinción de “Socio Preferente”. En lugar de la preferencia pasó a ocupar el de “pesadilla” que le impediría dormir.
Son los efectos secundarios de combinar los cambios de colchón de la Moncloa con el protocolo de viajes  presidenciales.
El grito de las bases “con Rivera no” le atenazó en sus deseos. Le faltó  la cintura política necesaria para rememorar a Aznar cuando cambió el “Pujol enano habla castellano” por el “yo hablo catalán en la intimidad” ¡La frase de José Mari debería enmarcarse en los anales de hipocresía política!
La cruda realidad es que - Banca, Multinacionales, sostenedores de la Monarquía e Iglesia - las cuatro patas que sostienen el sucedáneo democrático con el que nos estamos atiborrando son las que han imposibilitado un Gobierno lógico.
Y le llamamos lógico porque estando el PSOE por el medio es muy atrevido llamarle de izquierdas. Por mucho que se empeñen los publicistas a sueldo de la mediocridad informativa, el POSE dejó de ser un partido de izquierdas desde el ascenso a los altares socialistas del derrochador del mayor caudal político que nunca ha tenido nadie en este paupérrimo país.
Una gloria más que atribuirle a Felipe González junto con los GAL, los estercoleros del Estado y las puertas giratorias. ¡Ah, sin olvidar la bodeguilla de la Moncloa, las travesías veraniegas en el   Azor y los bonsáis! Lo de los arbolitos fue de lo poco decente que se le puede atribuir durante sus legislaturas.
Con el fracaso de Pedro I “el bonito de cara”, estamos invitados a otra fiesta de la democracia - que pagaremos a escote -  para acabar en un botellón donde únicamente se sirve garrafa.
Como colofón los últimos bailes serán con piezas de música muy parecida a la que ya hemos escuchado. Los votantes fortalecerán a unos y debilitaran a otros, pero no tanto como para que los fortalecidos saquen pecho y se sienten solos en el banquete.
Sabemos de la aparición de nuevos actores, ni será tan decisorio ni tan importante como los cronistas nos lo quieren colocar.
Pedro Sánchez y su corte de incondicionales han decidido entrar en una espiral peligrosa de la que van a tener difícil salir indemnes.
Si  Iván Redondo ha soñado alguna vez  con tener más de 150 diputados debería dejar de desayunar cosas raras. Las previsiones le otorgan un resultado por debajo de 150 escaños con lo cual seguiría en manos de un Pablo Iglesias más cabreado y fortalecido.
Las cuatros patas vuelven a sostener el sistema que mejor dominan: un Gobierno a su gusto, que no incordie a la banca, no moleste a las eléctricas y multinacionales, que reafirme la forma de Jefatura de Estado y se arrodille ante los Obispos.
¡Vamos una España como Dios manda!

martes, 3 de septiembre de 2019

Negocios celestiales


En un país que vivía bajo el estigma de haber sido declarado Católico, Apostólico y Romano, los seminarios imponían un estricto régimen de castidad a los seminaristas. Aprovechando la situación los coadjutores  con sotana se valían de su lugar de privilegio para proporcionar a los alumnos pesadillas nocturnas.  
Normalmente los muchachos no se atrevían a  recitar durante la confesión la dura experiencia padecida.
Como no podía ser de otra manera, al acabar sus estudios, los nuevos curillas  ponían en práctica las enseñanzas recibidas. 
Así, en las inmediaciones de las sotanas y hábitos, surgieron cientos de casos de abusos infantiles. Apareció una plaga  que podía ser denominada ¡Tormentos en las sacristías! Años después los casos fueron aflorando, pero era como si no hubiese pasado ¡habían prescrito!
La Iglesia Católica intentó esconder el escándalo bajo las lujosas alfombras de las Casas Episcopales, pero las víctimas eran tantas, tan variadas y de países tan diversos que las quejas llegaron hasta las escalinatas del Vaticano.
En los aposentos papales un aturdido Bergoglio ha pretendido balbucear un simulacro de contrición ante la magnitud del problema, pero sobre todo, lo que le habrá impulsado a actuar, ha sido constatar lo caro que le estaba saliendo a las arcas de la iglesia limpiar el fango vertido por los licenciosos miembros de la curia.
Claro que si Francisco aparecía avergonzado  no faltaban destacados miembros de la Conferencia Episcopal Española para culpabilizar a los menores ¿El delito atribuido a los niños?: tener esos lozanos e impúdicos cuerpos infantiles, con los que provocan lujuriosamente a los “santos e inocentes” célibes eclesiales.
Un argumento tan deleznable que abochorna que sea utilizado.
Al igualmente sonrojan las practicas de jueces y fiscales que durante los juicios por violaciones y abusos indagan acerca de la longitud de la falda de la violada, la talla del ceñido pantalón o si la resistencia opuesta ante los abusos fue suficiente para que quedara patente que no eran deseados.
Reminiscencias de un católico-nacionalismo a ultranza que aún impregna a bastantes instituciones de este lánguido sistema. Entre ellas un ordenamiento judicial heredado de las peores praxis de un franquismo encubierto que fue barnizado de democracia.
Mediante vergonzantes pesquisas, los juristas convierten a las víctimas en unas falaces provocadoras “disfrutantes”  y consentidoras de los arrebatos del violador y por lo tanto ¡culpables!
La falocracia tiene muchos matices y multitud de adeptos entre sotanas y togas. Con frecuencia la encontramos acampada entre curas libidinosos a los que custodian juristas fulleros.
Los primeros ofertan el  mundo celestial mientras abusan de menores y los otros dictan sentencias absurdas sin tener que responder por las ofensas y daños que producen con sus desvaríos.
 Para alcanzar sus propósitos los Obispos orquestan maniobras encaminadas a apoyar formaciones políticas surgidas de las cloacas del nazismo patrio  que pongan voz a sus retrógradas ideas.
Estas campañas se llevan a cabo a través de los medios de comunicación que posee la Conferencia Episcopal Española: la COPE y 13TV.
En sendas empresas – sin aparente conexión, salvo el accionista mayoritario común – destilan su reaccionaria bilis firmas del panorama periodístico nacional.
Siempre con la misma línea editorial: la defensa a ultranza del liberalismo económico buscando  la desaparición del estado de la economía (salvo para rescatar bancos). Promocionan una imposición dogmatica en forma de educación concertada con la Iglesia y naturalmente subvencionada. La finalidad que buscan es conseguir finiquitar  el estado de bienestar a través de bestiales recortes presupuestarios.
Esa propaganda que emiten los paniaguados de turno, asalariados de los Obispos, lo hacen con unos sueldos escandalosos que pagamos todos mediante la asignación que la Iglesia tiene estipulada vía IRPF.
El bucle en el que se mueven es bastante sencillo, comienzan denostando todo lo público hasta que consiguen privatizarlo. 
Una vez privatizado lo saquean hasta que provocan su ruina, entonces acuden al Estado para que les rescate y vuelta a empezar.
El proceso resulta ser una copia exacta de las actuaciones de la Iglesia.
Se apropia de  bienes públicos (Catedral de la Seo, Mezquita de Córdoba y miles más), se restauran y mantienen con dinero y aportaciones del Estado, lo explotan comercialmente los  Arzobispos y no pagan impuestos ni es fiscalizado.
Vamos lo que llamaríamos ¡Negocio celestial