El próximo
día 7 de diciembre tendrá lugar el debate programado por el consorcio mediático
A3 Media para ofrecer a los electores las diferentes visiones de las
alternativas que concurren a la campaña electoral.
PP,
PSOE, Ciudadanos y Podemos tendrán presencia en el plató, argumentan que son
las principales fuerzas políticas del país, unos, PP y PSOE, por su fuerza
actual e histórica y otros, Ciudadanos y Podemos por su emergente pujanza.
Conocemos
la composición del cartel, los moderadores y la estructura del acontecimiento,
basado en la dinámica importada de las televisiones anglosajonas para favorecer
el espectáculo, todo muy televisivo. Esperemos que no se olviden de una de las
principales finalidades de este tipo de acontecimientos, ¡su carácter democrático!
Lamentablemente
ya comienza mal. Estamos comprobando como se quedan fuera de la cita opciones políticas
que a día de hoy tienen una importancia
capital y representan un porcentaje elevado de votantes. Una pequeña prueba
añadida a las múltiples trampas que encierra nuestro alabado sistema.
Una de
ellas es la penosa ley electoral que nos han proporcionado en la cual (ley D´Hont
al margen) ser votante de algunas formaciones está sobredimensionado en unos
casos y castigado en otros.
La referencia
a la ley electoral la traemos a colación por una sencillísima cuenta aritmética:
cada uno de los diputados que obtuvo el Partido Popular en las elecciones del
2011 le costaron 58.229 votos, sí nos tomamos en serio el principio democrático
de que cada censado es un voto y estos valen igual en todos los casos,
comprobamos con sorpresa que UPyD hubiera tenido 19 diputados en lugar de los 7
que obtuvo (cada uno de esos 7 le costó 228.048 votos) e Izquierda Unida en el
parlamento que salió de las anteriores elecciones hubiera conseguido 28 escaños
en lugar de los 11 que sumó ( IU pagó 152.800 votos por cada escaño).
A todo
lo dicho podemos añadir lo gratificante que es votar una opción nacionalista en
Cataluña donde conseguir un diputado a CiU le cuesta 63.391 votos o en el País
Vasco donde para ser diputado por Amaiur es suficiente contar con 47.661
votantes. No parece que los principios democráticos de igualdad de valor de
todos los votos estén muy respetados con la ley que nos han obsequiado. Rosa Diez y Cayo Lara se han quejado
amargamente durante la agonizante legislatura sin ningún resultado. Los favorecidos
no están por la labor de modificar el sistema de circunscripción provincial.
Son fieles al principio de perpetuar aquello que les favorece, opinan que cuando se gana con unas reglas es poco
inteligente cambiarlas aunque mantenerlas denote un profundo desprecio al carácter
democrático de las votaciones.
¿Cambiará
el sistema con el advenimiento de los nuevos? Cuantas dudas me asaltan.
La postura
adoptada, en la primera ocasión que tienen para fortalecer la reivindicación democrática
de la pluralidad existente, consolida con holgura las dudas. Ambos “emergentes”
están admitiendo que el espectáculo tenga lugar sin la presencia de partidos que tienen una relevante representación
en el Congreso de los Diputados en la actualidad y que, por otra parte, son la
tercera y la cuarta fuerza política más votadas, con votos reales, de los de
verdad no de encuestas.
Según
los reportajes de opinión parece ser que tanto Podemos como Ciudadanos tienen
una perspectiva de voto superior a Unidad Popular y UPyD, pero eso son
valoraciones a priori, poco fiables y en todo caso escasamente válidas para dar
o quitar asientos en los debates. Si las encuestas o los estudios previos son
tan determinantes como para obviar a la 3ª y 4ª formaciones con mayor número de
votos estamos a un paso de que los estudios de mercadotecnia previos sean
suficientes para conformar el Congreso ¿Para qué perder el tiempo votando? Distribuimos
los escaños con las encuestas del CIS y ahorramos la campaña electoral, los
debates, las apariciones televisivas, los mítines y demás actos inútiles. A3
Media ya ha decidido el resultado de las elecciones. Amén.
A
día de hoy los partidos de Alberto
Garzón y Andrés Herzog representan al 11,47% de los votos válidos en el 2011,
entre la 3ª y la 4ª fuerzas políticas suman casi 3 millones de votantes. Probablemente
los participantes en el debate piensen que carece de importancia tal cantidad
de partidarios y para la cita del 20D los estudios en marcha no les dan tanta
cuantía. También es posible que piensen que esos votos tienen tan poco valor
como el que les concede la ley electoral. Ciudadanos de segunda cuyo voto vale
menos de un tercio que el de un votante del PP o la cuarta parte que el voto de
un votante de Amaiur.
En la
noche del 7 de diciembre tampoco estará Mariano Rajoy. Las explicaciones sobre
su ausencia con las que nos ha deleitado María Dolores Cospedal han conseguido
que la dirección del PP peregrine a la ermita de los Desamparados para
solicitar una afonía que calle a Doña Finiquito mientras dure la campaña.
La
triste realidad es que Rajoy no acude porque no tiene nada que decir. Alberto
Garzón y Andrés Herzog no estarán presentes porque hay muchos intereses para
que no digan nada.
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