sábado, 29 de agosto de 2015

Un escalofrío de soledad

Parece que ha llegado la hora, ella se resiste y aferra a la poltrona cual garrapata adherida al lomo del sufriente can; por más que el sabueso intenta sacudirse al molesto inquilino que le habita, este se resiste a abandonar el hábitat que le proporciona su lisonjera vida.
Alimentación, vivienda, transporte,…todo, absolutamente todo, lo extrae de las venas que perfora con avidez y de las que absorbe cada gramo de energía. Pero el inexorable final de los entes caducos llama a la puerta del parásito  para deportar al país del olvido a la sangrienta sanguijuela que se beneficia del esfuerzo generoso de su víctima.
Librarse del molesto gorrón no resulta fácil, se necesita estudiar detenidamente su estrategia de supervivencia, sus técnicas de agarre, cómo y porqué no se consigue deshacer la presa que ejerce su mandíbula succionadora  sobre la piel del inocente mártir. El animalito intenta una y otra vez acabar con la molesta punzada, para ello usa todas las armas que tiene a su alcance; con uñas, dientes, restregándose contra el suelo, pero nada, el vividor se aferra a su piel escondido entre el pelo chupando hasta que se harta de sangre.
No sabemos si Esperanza Aguirre está ahíta de mamar pero no debe estar lejos de sufrir indigestión por sobresaturación en la ingesta. Este “animal político” (calificada de esta forma  por sus incondicionales) crítica y destructora implacable de los servicios del Estado lleva desde su más tierna juventud viviendo a costa de los presupuestos.
Empezó su vida laboral (con categoría de Jefa ¡Faltaría más!) como funcionaria, continuó como Jefa de Servicio a través de dedo/nombramiento y posteriormente, hasta el día de hoy, alcanza su realización personal cumpliendo la misión política de ariete demoledor de todo aquello que representa bienestar social al servicio de los ciudadanos: sanidad, educación, cultura, servicios para la dependencia,… desde sus diferentes poltronas ha dinamitado insistentemente cualquier atisbo de justicia social en aras de intereses de clase. Son cosas de la nobleza bien entendida.
Los escándalos que rodean al PP de la Comunidad de Madrid la han dejado tan soberbia como indiferente. Ni la financiación poco clara de las campañas electorales - más bien bastante oscura debido al dinero negro utilizado - ni el acceso a la presidencia de la Autonomía madrileña a través de la vía tamayil, ni la recalificación de terrenos que proporcionaron pingües beneficios a familiares y amigos de la señora condesa, ni siquiera la imputación judicial (Gürtel, Púnica,…) de sus más estrechos colaboradores han borrado la sonrisa de suficiencia del rostro de Aguirre.
Las campanas del óbito están próximas a tañer. Arrinconada en un triste sillón del pleno municipal purga  su desaparición de la escena principal.
Hemos asistido a sus últimas manifestaciones en las que ha realizado malabares de desmemoria no recordando nada de los escándalos que la acompañan. Una de las defensoras acérrimas de la austeridad presupuestaria reconoce, con la boca pequeña y la mirada perdida, que con su gestión dilapidó millones de euros en obras megalómanas, tal como ella misma ha calificado al proyecto ciudad de la Justicia de Madrid.
En una postrera explicación recuerda que fue  la crisis, la consabida crisis de Zapatero, la que paralizó el proyecto. Lo que no paralizó fue el nombramiento de una seria de cargos a repartir entre allegados, amigos, coincidentes de partido, hijos de ministros y compromisos varios. En total 17 cargos de jefes de 20 puestos de trabajo posibles. Tres peones para atender a 17 dirigentes ¡Tela marinera!
Modélico sistema de gestión liberal de mercado. La responsabilidad ya no es cosa suya, de eso que responda Pío, como diría la interfecta en una de sus gracias,… pío, pío. Y a otra cosa mariposa. Que “pa chula chula, su cara dura”
Estación término, final de trayecto, se acabaron las bravatas. Acorralada, por tirios propios, su despedida de la presidencia del PP madrileño está a un suspiro de producirse. Arrinconada por troyanos ajenos el adiós será con fanfarrias y fiesta.
Desaparece uno de los últimos dinosaurios defensores de la “modélica” clase empresarial española, ese irreductible bastión de emprendedores y fortín de la productividad. Para la Thatcher española el fracaso del sistema económico nacional es provocado por la desidia de  trabajadores exigentes poco cualificados. Los propios congéneres están expulsando del vagón a “La tía cojonuda”, así la consideraban los cuñados Gerardo Díaz-Ferran (en prisión) y Arturo Fernández (Imputado Black).

Un escalofrío de soledad recorre su noble espalda, mamelucos o mamaculos, (lo dejo a elección del lector), que la ensalzaban en el poder, pronto olvidaran su fotografía en algún cajón del escritorio. Es la “Razón” del ocaso, el “ABC” del servilismo, así funciona “El Mundo” de los intereses espurios. Para todo lo demás “El País Card”.

viernes, 21 de agosto de 2015

La consabida excusa

No hace muchos años, las noticias tenían un amplio recorrido y duraban en el candelero el tiempo suficiente como para ser analizadas en profundidad y levantar un debate que tan sólo el tiempo y la aparición de otra noticia se encargaba de amortiguar hasta su desaparición de la escena mediática. Hoy en día no, en la actualidad las noticias se suceden con tal velocidad que cuando quieres participar en el análisis llegas tarde. Si a ello añadimos la capacidad que tienen algunos actores político - sociales de generar sandeces cada vez que abren la boca, la cosa se complica de manera exponencial.
Entre esos actores destaca el actual Ministro del Interior, el mismo que nos ha regalado una ley para que no hablemos, para limitar nuestras libertades y por ende, según el dictamen unánime de CGPJ, de dudosa constitucionalidad. Ese adalid del neoliberalismo a ultranza, defensor del integrismo religioso y otorgador de distinciones policiales a seres de su imaginario, ha encontrado la consabida excusa recurrente para balbucear una explicación mentecata en su comparecencia: La seguridad.
Ha hablado el responsable de mantener a Cuco Fernández de Mesa en el puesto de Director General de la Guardia Civil a pesar de su esperpéntica actuación durante los hechos que desembocaron en la muerte, ¡La Muerte!, de unos inocentes inmigrantes cuyo grave delito era la ausencia de un papel.
Para defenderse Cuco atacó, se retractó, se desmintió, se enredó en un maremágnum de explicaciones y por fin desapareció. El asunto está en sede judicial con un procedimiento que tardará lustros en dilucidarse. Para cuando se dictamine nadie será responsable, como mucho cargarán con el marrón los guardias que efectuaron los disparos.  
Con lo fácil que hubiera resultado llamar a declarar - en calidad de imputados por uso desproporcionado de la fuerza con resultado de muerte - a los funcionarios que dispararon y hacer una sencilla pregunta: ¿Usted por qué motivo disparó? Fácil y directo. Con la respuesta sabríamos que responsables políticos tenemos, que responsables policiales nos protegen y que fuerzas de seguridad preparamos. Un 3 en 1 vamos. En lugar de respuestas tenemos una historia inconclusa y prácticamente olvidada.
Pues bien, este personaje (El Ministro) que lleva 35 años saltando de sillón en sillón, viviendo de los presupuestos generales, alcanzando con cada nuevo cargo un nivel de incompetencia superior al anterior, se ha sentado en sede ministerial con su ex compañero de partido Rodrigo Rato; en teoría un presunto delincuente imputado por múltiples delitos. La explicación que ha encontrado el miembro del Gobierno de la Nación para justificar la reunión es que el imputado teme por la seguridad de un familiar que parece ser que ha sido amenazado.
Si como esclarecimiento público no se sostiene, como pretexto es socialmente inadmisible ¿A cuántos españoles amenazados ha recibido el señor Fernández? ¿Qué méritos adornan a D. Rodrigo  para ser merecedor de tamaña distinción? No creemos que sea su último devenir profesional ¿o sí? Recordemos la huida de Rato del FMI, su entrada en Cajamadrid, su salida de Bankia, sus tarjetas black,… etc. Para que seguir.
El beato ministro debe de haber leído un pasaje que diga: “Hermanos, en verdad os digo que muchos son los atributos que acompañan al menesteroso Rodrigo para ser merecida su protección por encima de la que se proporciona al resto de los mortales”. O algo por el estilo.
Oyendo las declaraciones del Jefe del Ejecutivo me vienen a la memoria las apariciones televisivas de Rajoy mirando el reloj y diciendo: “son las 14,30 y el Ministro de Justicia todavía no ha dimitido”.  Repitió la cantinela tantas veces que Mariano Fernández Bermejo dimitió asqueado. La “gravísima falta” por la que se insistía en el cese era que el ministro Fernández Bermejo había estado cazando con el juez Baltasar Garzón sin tener al día su licencia en una Comunidad Autónoma de esta España Unida.
Por aquel entonces Garzón instruía el caso Gürtel, Trillo insultaba a Garzón, el PP  (fiel al ideario tardo-franquista de su fundador) se vendía como víctima de una conjura judeo-masónica. El delito de Fernández Bermejo era ser un azote parlamentario. A día de hoy Garzón está expulsado de la carrera judicial, Trillo disfruta de su bien ganado descanso en Londres, la Gürtel destapa presuntas financiaciones ilegales del PP, la teoría de la conjura se ha desvanecido, Bárcenas está despedido en dilatado/diferido y Marino Fernández Bermejo ha desaparecido de la escena política.
Acomodado en la poltrona de La Moncloa el Presidente ya no es tan diligente, ya no exige dimisiones reloj en mano. Han dejado pasar varios días para ofrecer una comparecencia perfectamente controlada en la cual, el responsable de Interior, ha encontrado un pretexto para lelos. Naturalmente Jorge Fernández sigue sentado en el sillón ministerial en espera del nuevo acomodo en el que ejercer un grado mayor de incompetencia. Merecido lo tenemos.


domingo, 9 de agosto de 2015

Muros de contención

Cada vez es mayor la preocupación por mantener separado lo limpio de lo contaminante. De esta manera se conforman cementerios nucleares, vertederos industriales, plantas de reciclado…, lugares de depósito de los residuos inservibles que se generan al abrigo y como consecuencia de una actividad que, a la par que necesitamos para sostener nuestra forma de vida, produce elementos perniciosos de difícil eliminación.
Los caciques acaban encontrado “por casualidad” el lugar en el que depositar sus escombros habitualmente lejos, muy lejos de sus aposentos, en países y lugares  que necesitan vender su espacio a cambio de arriesgar su pervivencia. Alejan el hedor de sus nobles narices. Los chalés y mansiones permanecen a salvo de cualquier contingencia. Desde la altura de privilegiadas urbanizaciones observan cómo va incrementándose el sumidero de inmundicia.
Los muros de contención separan la suciedad inherente a los desperdicios de la inmaculada limpieza de sus atendidos jardines.  El peligro de desborde lo soslayan teniendo previsto brigadas de trabajo para seguir levantado la pared de limitación.
El  tabique de separación es el quid de la cuestión, es el elemento “cómplice necesario” que necesitan como dispositivo de seguridad. Bien construido puede resistir durante siglos el embate de la porquería que se almacena en su interior. En tanto en cuanto el muro resista, la colina, los jardines, las avenidas y su espectacular modo de vida estarán a salvo del desastre y su placida existencia continuará libre de sobresaltos.
Es tan simple como eficaz. Buenos ladrillos impermeabilizados, una consistente argamasa de unión, el diseño correcto y la previsión de recrecimiento, en caso de necesidad, modelan el aislamiento que separa lo puro de lo fétido.
Llevamos tanto tiempo haciendo esa labor de contención que se ha grabado a fuego en nuestro procesador de comportamiento. Estamos tan adoctrinados que ni siquiera reparamos en nuestra condición de adoquines de muro de contención.
Dentro del estanque que ayudamos a custodiar descargan camiones de porquería: corrupciones, pisoteos de derechos, situaciones inverosímiles de desprecio a la igualdad, privilegios espurios de noblezas de sangre. Ya no nos alteramos ni sentimos asombro ¡es tan natural el proceso! Cada poco tiempo nos dan un poquito de argamasa para solucionar un resquebrajamiento. Un parche en forma de proceso electoral para que los votos hagan más sólido el muro en el que guardar sus vergüenzas.
Ni las trompetas que anuncian nuevos detritus son capaces de derribar la fuerte muralla que formamos entre todos. Permanecemos  anclados al muro a través de nuestros votos soportando la porquería que nos vierten.
Impasibles, igual que carneros, acudimos a la fila con la escudilla en la mano para recibir nuestra ración de cemento con el que apuntalar la pared que les resguarda ¡a ellos!.  Sufrimos la peste con la esperanza de subir algún día por la ladera de la colina y contemplar en la lejanía  la charca de porquería. Aguantamos que nos inunden con sus cubos de heces sin dar unos pasos atrás, siempre dispuestos a doblar la cerviz, sumisos, voluntariosos, convencidos de nuestra transcendental labor de sostén ¿Hasta cuándo? De seguir todo igual, hasta siempre. Eternamente resignados toleraremos que decidan acerca de nuestras vidas sin exigir ningún tipo de reconocimiento ¿Para qué vamos a exigir lo que no estamos dispuestos a defender?
Cuando se construye una balsa de detritus los estudios iniciales evalúan y proyectan con sumo cuidado las dimensiones de los llamados muros de contención. Los materiales a utilizar, las impermeabilizaciones para impedir fugas liquidas, la carga que han de soportar, en fin, una serie de parámetros que los técnicos en la materia seguro que pueden enumerar con mayor precisión que este inexperto en la materia. La  finalidad de este tipo de construcciones es la de acondicionar un espacio que permita deshacerse de los desperdicios producidos para preservar el ecosistema de la malsana influencia de la basura.
En el momento actual “El muro de contención” lo componen los votantes dóciles que sistemáticamente dejan su voluntad en manos de los culpables de la situación. Confían la solución del desastre a los mismos ineptos que nos han conducido a él.
Escuchando a nuestros políticos nos damos cuenta que nada les preocupa, nada les inquieta, mantenerse subidos en la ola es su única finalidad. Mientras tanto el muro de contención realiza estoicamente su labor. Una y otra vez los ladrillos  votan a los mismos con la esperanza de poder abandonar un día la nauseabunda frontera del estercolero.

Pobres ilusos. A los amos les resulta mucho más sencillo cambiar un adoquín que vaciar el basurero. Y, hasta ahora, siempre han encontrado adoquines de repuesto. 

domingo, 2 de agosto de 2015

No aprenden

Los méritos, los logros y el rendimiento son pilares básicos fundamentales en la conformación de las teorías conservadoras y liberales que adornan al partido sustentador del actual gabinete gubernativo. Con cuanta frecuencia emiten el mismo mensaje: Únicamente a través del esfuerzo individual alcanza el hombre la realización de su sueño de mejora.
Hasta aquí ninguna sorpresa, las consignas son repetidas hasta el hastío.
El padre fundador del partido (Manuel Fraga) ya lo proclamaba sin ningún tipo de pudor    - eso sí a voz en grito -  cuando arengaba a sus fieles exponiendo la teoría, según  la cual, los hijos de prohombres alcanzan mejores cotas que los descendientes de clases humildes debido a qué genéticamente están mejor dotados. Una clara exposición de intenciones en lo relativo a la igualdad de oportunidades. “Si tienes más mereces más ¡y ya está!”.
Con estas premisas de comportamiento ¿de qué nos extrañamos? ¿Por qué nos perturban determinadas decisiones del ejecutivo?
La familia es lo primero al más puro estilo “Cosa Nostra”.
La Gomendio Kindelan está capacitada, por mor de sus apellidos,  para desempeñar un puesto de responsabilidad en Organismos Oficiales en París (OCDE), qué dicho sea de paso el mundo no sabe para qué sirve. Lo  lógico es pensar que su exjefe, compañero sentimental y desde hace poco marido, también esté adornado de suficientes atributos para alcanzar el puesto de Embajador ante el mismo Organismo.
Además cumplimos con el preceptivo mandamiento de favorecer la conciliación familiar y queda apuntalada la teoría de Bañez acerca de la movilidad exterior como oportunidad de empleo. Todo cuadra como “dios manda” que diría el señor Presidente de Gobierno en comparecencia “plasmática”.
El ministro peor valorado del gabinete Rajoy realizó un esfuerzo sobrehumano para fulminar el sistema de enseñanza pública con la Ley de Ordeno y Mando de la Conferencia Episcopal (LOMCE). Poco o nada le importó tener enfrente  a la práctica totalidad de  la comunidad educativa. Naturalmente con la excepción de los colegios religiosos concertados y otros de carácter privado igualmente favorecidos.
La trama Púnica entendió a la perfección el mensaje y olió por donde se moverían los  derroteros de los pelotazos económicos tras la explosión de la burbuja inmobiliaria.  Educación y sanidad hurtadas a la gestión pública representaban un nicho de oportunidades difícil de despreciar. Wert y Mato, o Mato y Wert. Dos expresiones fidedignas de la nula capacidad de Gobierno de Mariano Rajoy.
Dejemos para otro momento a Ana Mato que bastante tiene con articular su defensa tras verse señalada por el juez Ruz, a titulo lucrativo, en los acontecimientos que adornan al escándalo GÜRTEL. Hoy disfruta de un dorado retiro esperando  tiempos mejores en el Congreso de los Diputados. Mientras la justicia se pronuncia, ella   ocupa un escaño anónimo al que  acompaña de alguna que otra irrelevante comisión que complemente sus ingresos.   
En cuanto al nombramiento de  Wert es la fiel expresión de defensa de los intereses de la “Familia”. Acomodado en una Organización que nadie echaría en falta si desapareciera, salvo los que viven al calor de su inútil existencia; tal que Wert en la actualidad.
10.000 euros al mes de salario, mas piso de 500 metros cuadrados en el centro de Paris, secretaria, oficina y gastos de representación le dan a la ministra  de trabajo Fátima Bañez razones suficientes para proclamar con rotundidad que salir a trabajar fuera de España es una experiencia enriquecedora.  Para mejorar el empleo doméstico usaremos a la Virgen del Rocío por prescripción ministerial.
Al mismo tiempo que Rajoy apuntala a sus prosélitos, prepara con esmero el cierre de las vías de agua que puedan producirse con los resultados de las próximas generales. Por si las moscas aprobará los presupuestos del 2016 y el que llegue tendrá las manos atadas a políticas económicas que permitan poner a salvo los beneficios de los amiguetes de travesía que han aupado al PP. Un año da para mucho en cuestiones económicas y Rajoy lo sabe; después de una legislatura escondido detrás de una pantalla de plasma baja a la arena a defender los privilegios que corren peligro. Quiere gritar ¡La calle es mía! al igual que hizo su mentor gallego.
La súbita actividad febril de Mariano viene acompañada de despropósitos opositores. La división de la división de la izquierda es patológica, perdón nos olvidábamos que Podemos NO es izquierda Ni derecha es “ambiguosexual” o algo por el estilo, haría bien en definirse antes de proclamar objetivos.
 La esperanza Podemos se desvanece como un azucarillo disuelto en la soberbia de triunfador agitado por un recelo temeroso. No aprenden ¡Es la familia chicos, es la Familia!
A la rara negativa a buscar confluir en Ahora en común (si la pretensión es dar un vuelco a los órganos de poder resultará un final irremediable) se unen episodios tan poco edificantes como el producido en la Diputación General de Aragón (DGA).
La abstención de Podemos en las Cortes Aragonesas  dejó sin grupo parlamentario a IU y Chunta, en teoría dos hermanos siameses del ideario de Podemos.
Los pobres mortales vemos poco ejemplo democrático al silenciar opciones votadas por los ciudadanos. El juego seguro que es legal. Su zafiedad apesta.
Esperábamos un poco mas de altura política en las mentes que quieren ser regeneradoras de lo que hasta ahora han sido comportamientos nada edificantes. La voz de las minorías o es escuchada o es pisoteada, lamentablemente en Aragón Podemos ha elegido usar la BOTA.
Si queremos que el poder de decisión retorne a la gente y no sea una prebenda de los partidos las actitudes tendrían que comenzar a ser de otro calado, o se seguirán produciendo “canonjías Wert”.

Parece, por los comportamientos que estamos viendo en Pablo y Pablo  que una cosa es predicar y otra muy distinta dar trigo. Al tiempo que se producen estas controversias  Wert y Kindelán viven en la ciudad del Amor una luna de miel en un Resort con Todo Incluido.