lunes, 28 de enero de 2019

Una y otra vez


El 15M resultó ser el punto de partida de un intento sorprendente para  buscar otra forma de hacer  política. O al menos eso era la teoría.
Aguirre, Villalobos, Aznar, Botella… y otros muchos insignes - vividores de la política - clamaron  contra las concentraciones, las asambleas, los debates. Las movilizaciones recibieron toda clase de críticas y descalificaciones.
Los apelativos de perros-flauta y anti-sistema eran utilizados despectivamente desde las filas de unos partidos políticos desvencijados y hundidos en estercoleros de corrupción.
Al mismo tiempo, los responsables de la llegada a la cumbre de cientos de delincuentes, seguían mirando hacia otro lado y trataban de demostrar su inocencia basando sus coartadas en el desconocimiento.
Personajes relevantes de la vida política, económica y social han protagonizado - y siguen protagonizando - un escandaloso desfile por la pasarela de los juzgados.
Unas no sabían porque había un jaguar en su garaje, otros ignoraban que los sobresueldos fueran ilegales, “emepuntorajoy” no sabe, no contesta y a otras les aparecían ranas por todas las partes de su charca particular.
Nadie sabía nada cuando fueron preguntados en sede judicial. Incluso utilizaron el amor marital para defender la incompetente ignorancia de la consorte de un delincuente e hija de un “inimputable” judicial.
A  la vez que se llevaban a cabo los mayores recortes del estado de bienestar, unos desaprensivos se llenaban los bolsillos con el dinero que tendría que haber ido destinado a educación, dependencia, sanidad o pensiones.
Expertos en vagancia y profesionales del “sanguijuelismo”  social - comúnmente conocidos con el nombre de políticos - estaban tan integrados en un sistema podrido que no percibieron el cambio de tendencia  hasta que este se puso en marcha.
La irrupción de Podemos en las instituciones causó un terremoto dentro del bipartidismo acomodado.
Tras la formación morada las élites económicas corrieron a inventar un antídoto y lo encontraron en Ciudadanos y en VOX.
El partido de Rivera ha transitado desde la “social-democracia” hasta el liberalismo recalcitrante. Por supuesto haciendo piruetas para  tratar de acomodarse en el ficticio “centro derecha moderada”.
En cambio Abascal y compañía han sido más osados, saliendo a cara descubierta y sin complejos, tratan de pescar en el rio revuelto que provocan las escaseces y las penurias.
Las posturas radicales que culpan de los males a los inmigrantes, a los diferentes, o a los disconformes  siempre han encontrado acomodo entre la población aturdida, y los desvergonzados se aprovechan de tales despropósitos.
Desde VOX vocean medidas retrógradas aludiendo a la salvación de la patria cuando todos sabemos que solo les preocupa poner a buen recaudo los intereses dinerarios  de sus amos.
No les importa que el precio a pagar sea un fuerte retroceso de libertades y la consiguiente disminución de derechos. Los derechos y libertades de Abascal y sus dueños están a buen recaudo.
No dudan los escindidos del PP en humillar a las mujeres y a las víctimas de la dictadura. Una de sus medidas estrella es la eliminación de la ley con la que se intenta proteger a las martirizadas por la violencia machista.
También pretenden eliminar la ley de la memoria histórica cuestionando la justa restitución de los daños causados por un delincuente culpable de delitos de lesa humanidad. En esas manos estaremos si no espabilamos.
Visto el panorama, ahora no parece el momento más adecuado para que Iñigo Errejón trate de resarcirse de su derrota en Vista Alegre II.
Tampoco lo es para ir  buscando venganza y anteponer al bien general sus egos de perdedor. No parece el momento adecuado para querer ser el gallo del corral podemita  al amparo de una vieja gloria rescatada entre la naftalina.
Resulta difícil  comprender hasta que punto Manuela e Iñigo detestan a Podemos. Carmena ya le había dado una sonora bofetada a Pablo Iglesias al despreciar las normas internas de un partido decisivo para su llegada a la alcaldía.
Ella aún no se ha enterado porque es alcaldesa y a estas alturas de la pelicula dudamos que se entere.
Los concejales de Podemos que la acompañan son la misma cara de la moneda. Tras alcanzar los cargos mediante Podemos, han traicionado el espíritu participativo del partido, otorgándose un estatus superior y fuera del control  de las bases. Carmena propone, sus cachorros disponen y los demás tienen que  asentir.
La excusa que esgrime Iñigo para justificar su comportamiento es el fracaso de Adelante Andalucía y la necesidad de hacer algo diferente.
Y lo que se le ocurre al “lumbrera política” es copiar a Teresa Rodríguez y ningunear al partido que les ha llevado hasta la línea de salida. Tanto la veterana como el doncel opinan que sin Podemos pueden llegar mejor a la línea de meta ¡Vamos que Podemos les resulta un lastre!
Naturalmente en el coro no faltan medios de comunicación que alaben el advenimiento del nene querido por los medios afines al PSOE felipista. A toda costa quieren la versión Zapatero 2.0 que representa Errejón.
Además no están solos, el defenestrado errejonista Sergio Pascual tejió una bochornosa red clientelar desde la Secretaría de Organización. Ahora la red antaño urdida, sale a la luz y se posiciona a favor de Iñigo, reclamando unidad aunque sea a costa de la coherencia.
Así encontramos pequeños reyezuelos de sus reinos de taifas que tratan de imitar a Teresa Rodríguez en su enfrentamiento con Pablo Iglesias.
Quieren hacerse fuertes en sus reductos aun a costa de la implantación nacional del partido. Buscan posiciones en clave regionalista, compitiendo con partidos nacionalistas en las diferentes autonomías.
Tristemente desde la Secretaría de Organización Nacional de Podemos no han sido capaces de verlo y por el momento no están sabiendo atajarlo.
A una señora de vuelta de todo y a un narcisista frustrado, no se les debería otorgar  la oportunidad de destrozar la opción política que necesitan más de cinco millones de votantes. Por mucho que la cadena SER, El País y Felipe González les jaleen.

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