Según las noticias que nos llegan y que la mugre mediática se ha encargado de aderezar a su gusto, Pedro Sánchez le ha dicho a Trump - “el nene loco delincuente” - que lo del 5% en gastos de defensa no lo ve claro. No nos engañemos, tampoco le ha mandado a tomar por donde amargan los pepinos, únicamente le ha transmitido que, en las actuales circunstancias, tenemos serias dificultades para cumplir sus imperiales deseos.
Según los panfletos informativos poco sospechosos de ser zurdos peligrosos, (El Mundo, la Razón, ABC, el Español…,) Meloni ha declarado que nuestro país ha firmado lo mismo que firmó ella, o sea; sumisión al amo.
Es difícil conocer la verdad de lo acontecido, no sabemos qué versión coincide con lo firmado o sí Pedro sólo ha cabreado al “nene loco” para que, al final, tengamos que tragar con lo que Donald quiere.
¿El presidente del Gobierno de España se negó a ser pisoteado, o la primera Ministra de Italia agasaja a Trump como hizo el servil Secretario General de la OTAN Mark Rutte?
El ex primer ministro de Países Bajos, no podía caer más bajo en su baboseo. Ahora tendrá que desinfectarse la boca después de hacer lo que su “Papi” Trump vaticinó: los países de la Unión Europea le iban a besar el culo. Mark ha corrido para ser el primero. Pobre hombre ¡Para lo que ha quedado! ¡De besa culos!
Nuestra opinión al respecto de la postura española, se basa en los propósitos que el Gobierno de España debería buscar y en los deseos que nos impulsan.
Las exigencias y amenazas, si tales demandas no se cumplen, vienen a dar un balón de oxigeno al Presidente del Gobierno. Según lo plantea el presidente de USA - el trágala - no deja de ser un impuesto revolucionario que los países miembros de la OTAN deben de pagar a la industria americana de armamento: o compras armas por valor del 5% o lo pagarás en aranceles.
El país que más interviene para preservar los principios democráticos –incluso usando la fuerza- no parece que los respete mucho.
El aumento de inversión en defensa, por lo menos en España y me temo que en la mayoría de los países OTAN sucede lo mismo, tiene que reflejarse en los Presupuestos Generales de los Estados. Dichos presupuestos tienen que aprobarse en el Congreso de los Diputados.
El gobierno de progreso de España tiene varias salidas airosas que estamos seguros que los múltiples asesores han puesto sobre la mesa.
La primera es decir al “nene loco” que sí, que se va a aumentar el gasto. Eso sí, cumpliendo con la legalidad española vigente: el incremento tiene que ser aprobado por el Congreso de los Diputados”.
La segunda opción es un no relativo. No debemos incrementar los gastos en defensa si no podemos controlar la balanza comercial con terceros países. Gustosamente lo haremos, pero necesitaremos, sin coste, ayuda comercial de la administración americana.
La tercera es un no tajante que estaría vinculado a un referéndum nacional con 2 preguntas. La primera trataría de saber la opinión de los ciudadanos sobre la permanencia de nuestra nación en la OTAN y la sumisión a los desvaríos del emperador.
Si ganara el sí a seguir participando de una organización belicista, habría que responder a la segunda pregunta, que buscaría conocer qué partidas deberían reducirse o ser eliminadas para sufragar nuestra aportación armamentística ¿Sanidad, educación, medio ambiente, seguridad ciudadana, pensiones,…? La soberanía popular ejercida en estado puro.
En este contexto de inadmisible injerencia extranjera es extraordinariamente relevante oír el estruendoso silencio de los “patriotas de pulsera”. Lanzan al ruedo a los cabestros de opinión para que propaguen las miserias que nos asolarán si no inclinamos la cerviz ante el patrón. Todo será malo por la grotesca chulería del “Perro”, pero nada dicen de la dignidad mantenida ante el atropello. Acaban de liquidar el enaltecido espíritu del 2 de mayo.
¿Criticar al emperador? ¿Desafiar los deseos del amo? ¿Apoyar al Gobierno de España ante la imposición de un déspota? ¡Ni hablar! Mejor seguir los dictados de sus ideologías y adorar al dios dinero sobre todas las cosas, que - por otra parte - es lo que siempre hacen Feijoo, Abascal y comparsas.
Entre las charangas actuantes han aparecido los chicos de Suresnes (1974) y sus mariachis. Con el visto bueno del franquismo, Isidoro y la banda sevillana, defenestró a Rodolfo Llopis y descabezó la oposición al régimen del genocida que representaba el socialismo exiliado.
Cincuenta años después, la banda tiene que jurar y re jurar que ellos también son socialistas porque nadie se lo cree. Felipe y adláteres se despojan de la careta para hacer público que NO votarán al PSOE de un Secretario General que ha derrotado por dos veces a sus candidatos oficiales. Primero a Eduardo Madina, después a Susana Díaz.
Ninguna novedad. Si Borrell no fuera tan cobarde podría contar las muchas tropelías sufridas en su condición de Secretario General del PSOE teniendo al aparato “felipista” en contra. Zapatero tuvo que tragar con un “felipismo” en la sombra y bastante activo. En su día los cachorros de Suresnes comulgaron con la máxima de Alfonso Guerra: quién se mueva no sale en la foto. Los carcamales en que se han convertido quieren seguir imponiendo sus deseos.
Felipe ha estallado contra el Secretario General de su partido utilizando, como excusa, una ley de amnistía que el TC sentencia válida. ¿Ha perdido el respeto a las sentencias del Constitucional? ¡Vaya! Exactamente igual que los constitucionalistas PP y VOX.
Los escándalos de Roldan o Filesa no difieren mucho de los de Ábalos o Cerdán. Aunque los actuales quedan en mantillas frente al demostrado terrorismo de Estado de los GAL. Tampoco son menores los delitos del ex - general Galindo (condenado a 70 años) al mando del cuartel de Intxaurrondo. Sin olvidar los asesinatos de Lasa y Zabala, las actuaciones delictivas de Amedo, Domínguez, Barrionuevo, Vera... La lista del señalado políticamente como señor X sería interminable para que ahora - en su decrepitud personal y política - trate de ser ejemplo de nada. Los mismos parámetros pueden utilizarse para el otro componente del dúo. La comedia podría titularse “Alfonso y las corruptelas de su hermano Juan”.
En un curioso documento con destacados firmantes (Barrionuevo, Vera, Redondo Terreros…,) socialistas, se pide la dimisión del Presidente Sánchez y la convocatoria de elecciones. Mejor no investigar a los firmantes no vaya a ser que vuelvan a tener que visitar Alcalá Meco.
¿Disolver las cortes y convocar elecciones? ¿Por qué? Casualmente coinciden en pedir lo mismo que el PP y Vox.
Pueden - como socialistas, si lo fueran - articular una corriente crítica que obligue a dimitir a Pedro Sánchez y que el PSOE parlamentario, con los apoyos necesarios de otras formaciones políticas, elija otro Presidente del Gobierno. Esa fue la solución de Adolfo Suarez. Dimitió y el Parlamento nombró a Leopoldo Calvo Sotelo. Entonces Felipe González era jefe de la oposición ¿Por qué ahora no vale esa solución menos dramática?
La contestación es sencilla, ni Felipe González, ni sus coleguitas son de izquierdas, ni siquiera socialistas.
¿Puede ser de izquierdas alguien que sea monárquico? ¿Alguien pro OTAN? ¿Aquel que promueve y defiende la enseñanza concertada en lugar de la pública? ¿El privatizador de empresas públicas rentables? ¿Aquel que suprime impuestos a las rentas altas? ¿Quién mantiene los privilegios económicos de la Iglesia Católica? ¡Qué dices hombre!