Afortunadamente, ya han pasado dos de las fechas más significativas en cuanto a presencia del mejor preparado de los Borbón en las pantallas de televisión de nuestros hogares.
El anacronismo constitucional que nos regala la presencia del marido de Letizia al frente de la Jefatura del Estado, es similar a la apertura de proceso judicial y sentencia ultra rápida de una acción delictiva que no se ha llevado a cabo. Listos que son los magistrados conservadores del Tribunal Constitucional, capaces de predecir el futuro.
Somos conscientes de que el laberinto descrito es muy enrevesado, pero no somos los autores. Los artistas urdidores de semejante dislate fueron varios.
En primer lugar los llamados padres de la patria que tras larguísimos debates llegaron a la misma conclusión que anunció Franco: todo queda atado y bien atado. Y pensaron: “La mierda mejor no removerla”.
Así, Adolfo Suarez, que fue Ministro Secretario General del Movimiento en el Gobierno de Carlos Arias Navarro, se convierte - desde la FET y de la JONS, (el chiquillo sólo fue falangista desde 1958 a 1977) - en un profundo demócrata.
Dicen las crónicas de la época y las actuales lo confirman, que al joven falangista le debemos la modélica Transición traída de la mano del “Campechano”.
Luego hemos descubierto (aunque Victoria Prego tratara de ocultarlo) que Suarez no era tan demócrata – hurtó al soberano pueblo español la posibilidad de establecer mediante referéndum la Jefatura de Estado, porque según reconoció Suarez, tapando el micrófono, habría ganado la República – y el rey Juan Carlos…, pues eso. El emérito vive donde vive, hace lo que hace y se dedica a lo que se dedica.
No se debe ser más explicito porque hay un artículo en el código penal que te mete en la cárcel si llamas ladrón a quién roba valiéndose del Estado, si denominas borracho al que bebe dejando en evidencia al Estado o si calificas como crápula al individuo que fornica usando medios del Estado. Si el ladrón, el borracho y el crápula es un Borbón debes de tener en cuenta que es legalmente inimputable, inviolable e irresponsable. Sobre todo irresponsable.
De esta manera tan simple los padres de la patria no deshicieron el nudo franquista y los hijos nos hemos dejado llevar por la molicie sin reparar en las consecuencias.
Así, en una Constitución que quiere consagrar la laicidad del Estado, nos damos de bruces con el reconocimiento que se hace a la Iglesia Católica como mayoritaria y le otorga prebendas especiales de colaboración y ayuda.
De igual forma que es poco laicista la broma de los acuerdos con el Vaticano. Cuestan más de 11.000 millones de euros a las teóricamente “aconfesionales” arcas públicas.
Aducido por el misticismo de su compañera, el inefable Aznar, retomó y amplió una ley franquista para permitir el expolio de más de 100.000 inmuebles que los obispos se han auto concedido en propiedad.
En una Constitución que consagra la igualdad de las personas, no pudiendo ser discriminadas por cuestión de nacimiento, sexo, religión… nos encontramos que para ser la máxima autoridad del Estado tienes que nacer en una determinada familia ¿Eso nos retrotrae a la Edad Media? Según la carcunda hispánica no. Para la derecha y ultra derecha lo mejor es un rey, por nefasto que sea. Aunque sea un Borbón.
El Borbón actual, titular de la Jefatura del Estado, ha desplegado en los últimos mensajes toda su elocuencia constitucional y resulta que es muy poca.
Como buen miembro de una familia poco preocupada por las personas, se ha saltado el mandato de neutralidad política que le concede la Carta Magna, para acabar solicitando que los presupuestos generales del estado contemplen una mayor inversión en defensa. Nos sobresalta una inocente pregunta ¿Por qué en defensa? ¿No le inquieta al monarca la precariedad de la sanidad? ¿Acaso la educación no merece que el Jefe del Estado muestre su preocupación?
Por lo visto en los mensajes reales la respuesta es no. Por lo que hemos oído, Felipe VI opina que es mejor tener contentos a los generales que a los médicos. A los profesores ya los controlan los obispos a través de la escuela concertada.
La industria armamentística española tiene enormes intereses en los mini reinos del Golfo y de todos es conocido qué presunto golfo se ha trasladado allí.
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