martes, 19 de diciembre de 2017

La alegria del monasterio


Es un pueblo pequeño de la provincia de Huesca, en Aragón casi todos los pueblos son de tamaño reducido, pequeños, despoblados. Uno de los problemas que padece nuestra tierra es la huida constante de sus gentes hacia lugares mejor tratados. Pero ese es otro asunto.
Pues bien, Villanueva de Sigena ha pasado a primerísimo plano de la actualidad nacional, ahora existe, o al menos ha dejado de ser un lugar anónimo. 
Para no ser excesivamente latoso, vamos a resumir la trama.
Se desarrolla en escenarios tan dispares como un monasterio, un museo y algunos juzgados. Los actores deambulan por arzobispados, ministerios  y  “consellerías”. 
Los variopintos personajes se interrelacionan entre sí en un baile de intereses y vanidades. Obispos enfrentados en defensa de sus diócesis, gobiernos autónomos luchando por unos bienes que nunca les han importado ni han defendido y monjas mercaderes vendiendo lo que no les pertenece. 
Finalmente han llegado a las Cortes  de Aragón los informes de 22 de los 43 Registros de la propiedad que operan en Aragón y las cifras son escandalosas. Los datos registrales atestiguan que desde 1998 la Iglesia Católica ha inmatriculado (inscrito a su nombre) más de 1700 bienes inmuebles. 
Cuando lleguen los resultados de los Registros que faltan es fácil que la cifra supere los 4000 edificios de interés público y cultural que la Curia se ha apropiado. Si fuera posible remontarse a fechas anteriores a 1998 las cantidades de propiedades usurpadas pueden ser escandalosas.
¿Estará el monasterio de Villanueva de Sigena entre los bienes  despojados? 
Por fin ha salido a la luz el expolio llevado a cabo. A día de hoy ninguno de los diferentes gobiernos aragoneses se ha preocupado por recuperar la propiedad pública de los miles de bienes que  la Iglesia Católica se ha arrogado. Una torticera ley - enraizada en el más profundo Nacional Catolicismo del franquismo y modernizada por un presidente de Gobierno con ínfulas de Napoleón mesetario - permitió a la iglesia católica quedarse con bienes comunales. 
Aznar acostumbra a ocultar sus complejos tras una gran dosis de soberbia. Desconocemos el motivo que le impulsó a regalar parte del patrimonio nacional a los curas. Quizás para agradar a su cónyuge legionaria de Cristo antes de un café - relax  en la Plaza Mayor.
Ahora que Méndez de Vigo (un ministro simpatizante  del OPUS) ha adelantado los regalos navideños para que su hermano  -Vicepresidente de la orden de San Juan de Jerusalén - reciba con fraternal amor los bienes que un juez había ordenado devolver. Sería conveniente explicar si es común desobedecer mandatos judiciales o solo pueden hacerlo determinados Obispos, Arzobispos, otros clérigos y monjas sin que la autoridad judicial reaccione.
Como ejemplo de desobediencia sirva la actuación del Arzobispo de Almería cuando dijo que no va a cumplir la sentencia de Magistratura de Trabajo por la cual se le ordena readmitir a una profesora de Religión. La profesora fue despedida y el despido declarado nulo.  El Obispo no obedece y el magistrado sigue sin actuar contra el desacato. La consiguiente indemnización, al igual que los salarios, los pagamos todos vía subvenciones a la Iglesia Católica.
Cualquiera diría “con la Iglesia hemos topado”, entonces… ¿Nos conformamos con eso?
¿A qué tanta alegría? ¿Por qué nos enloquece la devolución de las obras al monasterio?  
Unas actrices importantes de este melodrama son las monjas que vendieron las obras de arte. Parece ser que las piezas estaban catalogadas como Patrimonio Nacional. A pesar de esta condición fueron vendidas y “religiosamente” pagadas ¿Tampoco ve la fiscalía responsabilidad penal en la operación fraudulenta de venta?
Francamente, es irrelevante qué Obispado acaba poseyendo los bienes, Lérida o Huesca,  carece de trascendencia a quién otorgamos su propiedad si previamente no es reconocido su carácter de bienes públicos tramposamente expoliados. Nuevamente Europa tendrá que acudir en nuestro auxilio, ya han sido dictadas sentencias condenatorias contra el Estado español por el uso infame de esa ley injusta. 
Cuando transcurrido el tiempo Lambán se entere de lo que está pasando con el patrimonio artístico/cultural aragonés probablemente caiga de hinojos y acuda a pedir consuelo a la señora andaluza “tocada” por los dioses del socialismo.
Nuestra certeza es que ni así conseguirá entender la obligación que tiene de defender los bienes públicos de la rapiña de los usurpadores aun cuando estos sean mitrados eclesiásticos.

jueves, 7 de diciembre de 2017

Las otras manadas

Encontramos tantos ejemplos de falta de rigor jurídico que provoca escalofríos pensar en manos de quien estamos.
Sería conveniente empezar a colocar a cada uno en su sitio. De la derecha mediática sabemos que no tenemos que esperar objetividad informativa, con el pesebre no se juega.
Ahora bien, deberíamos intentar que se vieran obligados a ser ecuánimes los medios de comunicación que se tildan de neutrales, hay que empezar a decir que existen otras formas de informar. Cuando un juez acapara la atención por dictar autos extraños, debería ser obligado a fundamentar el auto con alguna coherencia legal que no arguyera una sarta de memeces encontradas en el estercolero de su ideología.
El respeto a la JUSTICIA tiene que ser un parámetro de comportamiento, pero a la JUSTICIA con mayúsculas, no al simulacro con el que nos obsequian  un día sí y otro también tribunales tan politizados que únicamente les falta llevar la chapita del partido que les patrocina.
Hemos oído con más frecuencia de lo deseable la consabida frase de “respetamos y acatamos la sentencia aunque no la compartimos”, pues si no la compartes ¿Cuál es el oculto motivo que te induce a respetarla? acatarla entiendo que se haga; no queda otro camino pero ¿Respetarla? ¿Por qué razón?
¿En qué genoma de nuestro ADN tenemos grabado el respeto a las situaciones arbitrarias generadas por  la caprichosa interpretación que un individuo hace de determinado articulado del Código Penal?
Resulta de todo punto claro y notorio que nuestro sistema judicial necesita un urgente paso por la disciplina democrática. Alarmantemente carece de un sistema eficaz de control de calidad.
Los informativos abren a diario con noticias en clave judicial. Los tribunales hispánicos – Constitucional y Supremo – ya han sido corregidos por los Organismos Judiciales Europeos  en más ocasiones de las deseables. Con esos precedentes es bastante complicado poder alardear de democracia moderna y sólidamente consolidada. La retirada de la petición a Bélgica huele más a estratagema jurídica que a deseos de impartir justicia. La nueva versión parece encaminada a evitar una bofetada judicial en forma de desaire. La extradición solicitada a Bélgica a través de la euro-orden corría serios riesgos de ser rechazada.
A pesar de todos estos historiales y de otros muchos que nos dejamos en el tintero, debemos de seguir manteniendo un determinado grado de confianza en las entidades jurídicas españolas. Aún cuando estas sigan estando inmersas en una especie de limbo esterilizador que las ha mantenido al margen de los avances democráticos. Sin un alto grado de fe ciega es muy difícil aceptar algunas conductas de los magistrados, algunas de sus disposiciones judiciales y bastantes sentencias “dirigidas”. Por no hablar de los “afinamientos” de la Fiscalía.
La comisión de un delito es – sobre todo – un ataque al estatus humano de convivencia en sociedad. Ahora bien,  una vez están establecidas las reglas la cuestión es: ¿Cómo se articula su cumplimiento?
Desde los albores de la humanidad los entes sociales han buscado fórmulas para convivir. La depravación de los próceres les llevó a asimilar las normas comunales con la defensa de sus privilegios. Todo para conseguir  que “sus” deseos fuesen amparados y mantenidas “sus” prebendas.
Mediante sucesivas luchas y avances sociales se han ido desarrollando escenarios con la finalidad de ir equiparando derechos y alcanzar la igualdad ante la ley. En clave nacional española lo más que se ha conseguido ha sido este simulacro de  democracia - que en la actualidad padecemos - en sustitución de la legal y legítima II República que resultó violentamente aplastada.
Una siniestra  deficiencia del llamado régimen 78 fue NO restituir el daño ocasionado por un delito sangriento cometido en el periodo 1936/39 y consolidado hasta el 20 de noviembre de 1975. La perversidad de los constituyentes fue no intentarlo siquiera. El franquismo sigue sin ser institucionalmente condenado.
Las celebraciones del 6 de diciembre recuerdan todos los años la hipócrita humillación que fue admitida. El régimen impuso sus condiciones haciendo sonar los sables. Los opositores se vendieron lánguidamente y cayeron en un plácido sopor del que todavía no han despertado.
Nunca se van a desclasificar los documentos que nos acerquen a entender porque se rindieron. La amenaza de involución está tan puerilmente manida que 39 años después sigue sirviendo para todo.
 La transición se realizó en un bazar de vanidades en el que la monarquía recuperó aquello que la justicia social le había arrebatado. Bajo el paraguas monárquico se recuperó la injusticia que hoy padecemos.
Sólo era cuestión de tiempo.


viernes, 24 de noviembre de 2017

Ocultos tras las sotanas

Con frecuencia resultan sorprendentes los argumentos que se usan para inclinar la balanza de la justicia del lado que mejor favorezca los intereses personales de cada cual.
No se para en mientes en la utilización de cualquier tipo de recurso. Es de todo punto intrascendente si la prueba  propuesta carece o no de validez, no importa. La finalidad que se persigue es lo fundamental.
Para convencer a la jueza de la pertinencia de su salida de prisión, los miembros del Govern encarcelados han puesto toda la carne en el asador, ¿Mediante argumentos jurídicos? Pues no. En varios casos a través de mostrar su fe o exhibiendo su conciencia religiosa ¡Qué poder tan inmenso deben de tener las creencias para poder ser utilizadas en sede judicial!
Oriol Junqueras ha utilizado para su defensa su condición de creyente (católico suponemos). Según el ex vicepresidente de la Generalitat ser piadoso imprime carácter de anti violencia. En opinión de la defensa de los encarcelados esta cualidad resulta incompatible con el delito de rebelión. Olvidan Junqueras y compañía los numerosos episodios en los que, en nombre de algún dios, se ha utilizado la brutalidad contra inocentes.
En nuestro país no hace tanto tiempo que se han dado ese tipo de acontecimientos luctuosos. A día de hoy las cunetas españolas siguen llenas de cadáveres de ajusticiados por unos asesinos que mataban - entre otros - a incrédulos y discrepantes con su fe. El solar patrio era en esos momentos el patio de recreo particular para creyentes católicos, apostólicos y romanos. Estos hechos muestran que tener determinada ideología religiosa no representa una vacuna contra la barbarie por mucho que Oriol lo atestigüe.
Tal y como pretenden los ex consellers, la asistencia a misas y trabajos parroquiales tampoco son antídoto contra la violencia delictiva, no serán los primeros ni los últimos caciques que después de una buena comunión apalean a los descreídos. Sin ir más lejos el 20N se ofició misa en memoria del genocida responsable de que en la actualidad sigan existiendo fosas comunes por los campos de este país. 
¿Tanta importancia sigue teniendo la Iglesia Católica en el estamento político – social español?
Pues parece ser que sí, teniendo en cuenta que esas creencias religiosas están siendo  invocadas para paliar las responsabilidades emanadas por actuaciones políticas presuntamente delictivas.
Organizaciones laicistas  se han cuestionado en innumerables ocasiones la indefinición constitucional en materia de separación Iglesia/Estado.
El artículo 16 de la carta magna establece la aconfesionalidad  del Estado, pero el 16.3 implanta el singular trato que debe tener la Iglesia Católica y para compensar  extiende el buen trato a todas las demás confesiones sin nombrarlas. Es decir, abre la puerta de la multiconfesionalidad para mantener disimulados los privilegios otorgados a la religión predominante: La Católica.
Considerando el laicismo como una corriente de pensamientoideología que defiende la existencia de una sociedad organizada de forma independiente de las confesiones religiosas, suena chocante que se quiera utilizar la pertenencia a una determinada creencia para justificar el buen comportamiento ciudadano ¡Claro, que ser confesionalmente adepto tapa muchas carencias!
Sin ir más lejos, la condición de católico, apostólico y romano  permitió al señor José Antonio Sánchez Domínguez, Presidente de la Corporación RTVE, justificar la retrasmisión de las misas dominicales y no dar cobertura informativa a un acontecimiento de relevancia social.  Según Jose Antonio Sánchez carece de importancia que se celebre en Madrid el día mundial del Orgullo Gay ¿Quizás debido a algún ramalazo de homofobia? No sería de extrañar teniendo en cuenta las opiniones de destacados obispos de su credo.
Para compensar la ausencia de rigor informativo acompañó de proselitismo religioso su comparecencia en el Senado. A fin de justificarse nos regaló la transcendental noticia  de su adscripción  religiosa. Estos  personajes que utilizan las doctrinas como escudo de sus incompetencias lo hacen con la finalidad de negar la situación social que les rodea. A los ciudadanos ¿Qué les importan sus creencias?  

Exactamente igual  que a los magistrados de la Audiencia Nacional les debe importar un higo si los imputados van a misa o pecan con descaro. Si vivimos en un Estado de Derecho la preocupación de las jueces deberá ser si se han cumplido o dejado de cumplir  las leyes humanas, no las divinas.

martes, 14 de noviembre de 2017

Mujeres asesinadas

La semana pasada fue asesinada otra mujer, una más, en esta ocasión en la localidad alicantina de Elda. Esto último es irrelevante, podía haber sido en cualquier otro sitio, la barbarie se extiende por toda la geografía hispánica sin distinción de territorios, regiones o nacionalidades. En cuestión de bestialismo el macho ibérico únicamente  muestra una seña de identidad; su ancestral machismo.
Jessica, al igual que otras muchas asesinadas, había denunciado a su asesino por malos tratos. El infame sujeto estaba condenado por violencia domestica y un juez había dictado una orden de alejamiento. Nada de eso  protegió a la mujer de la irracionalidad del macho furibundo.
Ni siquiera salvó la vida de Jessica un hecho relevante: la policía detectó el incumplimiento de la orden de alejamiento y en prevención de lo que posteriormente sucedió detuvo al asesino y le puso a disposición judicial.
A pesar de las múltiples señales enviadas, el juez de guardia no halló motivos suficientes para mantener detenido al violento. Existían varios motivos: amenazas, incumplimiento de dictamen judicial, desobediencia… pero el juez de guardia no vislumbró  nada. No llegó a pisar los calabozos.
Muchas veces se habla del corporativismo profesional que impele a determinados gremios a dictar disposiciones o adoptar medidas que favorezcan a sus miembros. Jessica tuvo la mala suerte de dar con un magistrado al que ni siquiera la desobediencia a la  sentencia de un colega le impulsó a proteger la vida de una mujer. Señoría ¿No le pareció relevante la ruptura de la orden de alejamiento?
No es la primera vez que se muestra la inutilidad de las órdenes de alejamiento si no hay una vigilancia efectiva del cumplimiento de la misma. Hoy día existen medios tecnológicos más que sobrados para alertar a las fuerzas de seguridad, a las posibles víctimas y a las autoridades de los incumplimientos de los dictados judiciales. Creíamos que era cuestión de voluntad política, pero sobretodo de disponibilidad de medios. Pues no, con el asesinato de Jessica se ha descubierto una nueva vertiente de la inutilidad del sistema. Ahora también sabemos que la incompetencia judicial es otro de los factores de riesgo.
Las autoridades responsables de garantizar la seguridad de las personas han demostrado en multitud de ocasiones su falta de sensibilidad y la extraordinaria  ineptitud que les adorna en su cometido de salvaguarda de las mujeres.
Solo tenemos que recordar las manifestaciones del Delegado del Gobierno en Aragón (Gustavo Alcalde) que tras el asesinato de Soraya,  para justificar la ausencia de medidas de protección, esgrimió como argumento la distancia a la que vivía su agresor ¡Como estaba a unos cientos de kilómetros, a nadie se le ocurrió pensar que en 4 horas podía llegar y asesinarla! El caso de inutilidad administrativa es tan sangrante que escuece solo recordarlo.
El asesinato de Jessica ha roto los moldes, con ella sí saltaron las alarmas y funcionaron los protocolos, las fuerzas de seguridad han cumplido con su cometido. El juez estaba en otros asuntos, es imperdonable la laxitud de comportamiento y mucho más condenable tras las terribles consecuencias.
Entre las figura penales que se contemplan en los casos de asesinato encontramos  al autor como protagonista principal, a continuación puede haber cómplices, encubridores y colaboradores. Todos ellos tienen un grado de responsabilidad penal. Entre los colaboradores existe una figura de especial preeminencia  y es la de colaborador necesario.
Si el juez hubiera mantenido preso al asesino el tiempo legal permitido en un caso de la gravedad del que nos ocupa, tal vez Jessica seguiría entre los vivos, con su hijo.
Pero no, el juez decidió que no había peligro para la mujer amenazada y que el incumplimiento de la sentencia dictada por otro juez no merecía ser castigado ¡Enhorabuena señoría, no ha puesto usted ningún impedimento  para que un asesino cometiera su crimen!

Quizás sea merecedor de que otro juez con otra sensibilidad y mayor diligencia considere que sin su dictamen de puesta en libertad inmediata el asesino no habría podido perpetrar el asesinato.

sábado, 4 de noviembre de 2017

Indignación domada

Llevamos una larga temporada asistiendo a un penoso espectáculo patrocinado por nuestra clase política. Naturalmente nuestra indolente conformidad tiene mucho que ver en el comportamiento de quienes nos gobiernan.
Hemos permitido excesivos abusos, la indignación se nos ha disipado rápidamente, con un poco de chapa y pintura nos han vendido una tartana vieja como si fuera un vehículo de última generación y nuestra ira se ha escapado por el vertedero del conformismo.
Resulta un desafío a la inteligencia la postura adoptada por los alimentadores de opinión y no pocos analistas políticos.
Sí; la jueza Lamela ha dictado prisión sin fianza para el vicepresidente Junqueras y siete de los Consellers del Govern. Analizada la trayectoria reciente de la jueza ¿Esperaba alguien otra cosa?
Parece que nadie recuerda que es la misma magistrada que mantiene en prisión -  acusados de terrorismo - a los detenidos por una pelea de bebidos en un bar de Alsasua. También es La misma que recientemente  ha dictado prisión para Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, después de oír  al fiscal retorciendo la ley.
¿A quién le extrañan las decisiones de la jueza? ¿A qué viene tanta sorpresa?
Las expresiones que se están vertiendo sobre la politización de la justicia vuelven a ser un nuevo ejercicio de doblez sin ningún valor. En este viejo arcón caben prácticamente todas las formaciones políticas.  El PP es solidario con las actuaciones del Fiscal General del Estado como máximo responsable de su nombramiento.
Misma responsabilidad de nombramiento que ejerció el PSOE cuando ostentaba el Gobierno de la Nación. Esto nos señala a unos primeros responsables de la politización judicial.
Pero no son los únicos; en no pocas ocasiones, ambos partidos, han gobernado con los apoyos de formaciones como el PNV que hoy se rasgan las vestiduras con las decisiones del PP que ellos apoyan vía presupuestos generales. Y de otros como antigua Convergencia Democrática (hoy el PdCAT) que ahora sufren en sus carnes la acción judicial auspiciada por sus ex amigos.
El partido de Ciudadanos Españoles y de la JONS cumple fielmente con su cometido de partido muleta y aplaude fervorosamente que la fiscalía actúe como órgano transmisor del Gobierno.
Tanta pose hipócrita aburre, cansa. Que la judicatura está tremendamente politizada es un mantra que recorre la sociedad española desde que se hizo real la desdichada Transición. El Poder Judicial quedó al margen de cualquier  transformación. Si hubiera que nombrar una esfera del Estado de Derecho donde la democracia no ha hecho acto de presencia, una gran mayoría de personas nombrarían sin dudar al estamento judicial.
Los miembros de los altos tribunales son elegidos a través de las formaciones políticas. Las luchas por colocar afines en los puestos de decisión judicial son por todos conocidas, muchas de las decisiones y sentencias judiciales atufan a oportunismo político. Sistemáticamente los partidos de la alternancia han bloqueado las renovaciones del Tribunal Constitucional cuando  han estado a expensas de alguna sentencia.
Con todos estos antecedentes, son una broma de mal gusto  las declaraciones de sorpresa y estupefacción cuando alguien comprueba que la justicia se acomoda al dictado del gobierno de turno (fundamentalmente durante el periodo de instrucción de la causa). Durante este periodo procesal el magistrado instructor suele seguir las peticiones de la Fiscalía. Ya hemos dejado aclarado quién nombra al Jefe de los fiscales.
Escuchar al portavoz Méndez de Vigo decir que desde la Constitución de 1812 existe separación de poderes en España es motivo suficiente para mandarle al colegio a repasar algo de la historia constitucional de este doliente reino.
Además de una burla a la inteligencia es un insulto para las víctimas de las múltiples épocas de absolutismo borbónico y dictaduras varias que desde la aprobación de la “Pepa” han padecido los habitantes de este país, producto de las cuales son - entre otras cosas – las constantes guerras civiles a las que hemos sido condenados.
Nuestra ausencia de educación social, política y cultural nos lleva a aguantar declaraciones como la del ministro portavoz, al igual que con anterioridad hemos soportado las de Rafael Hernando y Pablo Casado humillando a las víctimas de las purgas y persecución franquista.  
A Mariano Rajoy, a la cúpula de su partido y a los poderes en la sombra que le sostienen, le importa un higo la situación de Cataluña. Saben que han despertado al toro hispánico, como dice el ínclito Gustavo Alcalde – Delegado del Gobierno en Aragón – y ese astado cuernilargo embiste con fiereza contra todo aquello que le molesta.

La derecha nacional-católica espera que tras el 21 D su marca naranja alcance la presidencia de la Generalitat con los apoyos del PP y un casi desahuciado PSC. Si no sucede así,  no pasa nada, a Rajoy siempre le quedará España y para Cataluña una nueva dosis de venganza.

martes, 31 de octubre de 2017

Homeopatía territorial

Es posible que nadie tenga la receta idónea para cocinar el encaje territorial que nos acerque a un acuerdo satisfactorio. Es más, los ingredientes que ahora se están utilizando  no parece que busquen una salida sino que, todos los actores del conflicto, pretenden alcanzar una victoria sobre el oponente en lugar de una solución.
En estas circunstancias los errores que se cometen no son producto de la casualidad, al igual que tampoco se deben al azar los aciertos. Ambas circunstancias se dan tras concienzudos análisis y después de que los  responsables determinen la opción que consideran mejor.
Al presidente Rajoy le pueden ser atribuidas varias docenas de carencias; no está la diligencia entre sus virtudes, la indolencia con la que afronta los problemas llega a ser exasperante mientras oculta tras una nube de pasividad su inacción. Él lo atribuye a la prudencia aunque  podríamos dejarlo en simple vagancia. Si a todo lo anterior añadimos sus lapsus orales corremos el riesgo de caer en la tentación de menospreciar sus capacidades.
Sin embargo la estupidez no es algo que debamos atribuirle alegremente. Cometeríamos un grave error si creyéramos que su comportamiento puede ser imputado a falta de recursos, más bien es producto de exceso de soberbia. En el caso catalán, la impresión general ha sido y sigue siendo de absoluta desesperación ante la laxitud en el comportamiento del inquilino de la Moncloa. Ahora bien, esa pose laxa no es consecuencia de la estulticia, sino de una estudiada perversidad condimentada con grandes dosis de molicie.
Las carencias políticas que acompañan a Mariano Rajoy han vuelto a quedar al descubierto. Resulta un personaje de siglos pasados, uno de esos protagonistas de cuentos infantiles que pacientemente esperan que el  aburrimiento haga claudicar a sus rivales. Él permanece en sus aposentos dedicado a las tareas que le son gratas; no hacer nada, o como mal menor hacer poco.
En esta ocasión los sucesos le han forzado a aparecer en escena. Cuando estaba a punto de padecer una tortícolis irreversible -a fuerza de mirar para otro lado durante casi doce años esperando que amainara el temporal- se ha encontrado con una situación que le obliga a dejar de hacerse el despistado. 
Fiel a su personalidad enrevesada ha vuelto a desorientar a la población. Al igual que cuando hace ejercicio no se sabe bien si camina rápido o corre muy despacio, en la toma de decisiones políticas no se acaba de saber si realiza un ejercicio moderado  del poder o por el contrario se esconde tras el poder judicial ejerciendo de aliado. 
Ha esperado a que los dictámenes de los tribunales acorralaran al Govern de Cataluña para asestar el golpe de gracia al estado de las autonomías.
La verdad es que el nacionalcatolicismo hispánico llevaba mucho tiempo esperando una oportunidad de este tipo para recomponer una situación en la que nunca se ha sentido cómodo. Para diluir la demanda nacionalista que exigía dosis elevadas de descentralización del poder, dieron con la tecla de articular una red de autonomías - incluso ciudades autónomas – que acabaron por desvirtuar la reivindicación de las comunidades que históricamente reclamaban.
En una especie de homeopatía sin sentido, se disolvió el principio activo del autogobierno de vascos, catalanes y gallegos. En la disolución constitucional del 78 se fueron añadiendo - como disolventes - ingentes cantidades de producto autonómico que nadie había llamado a escena.
Para diluir a los periféricos discrepantes nacieron Autonomías de primera, de segunda e incluso de tercera. Se exacerbó el sentimiento regional - local para aglutinar pasiones de igualdad de derechos con los primigenios demandantes de autogobierno. Se recurrió al devenir histórico para resaltar los agravios comparativos.
En definitiva, el Estado de las Autonomías no fue el resultado de un proceso conciliador que tratara de descentralizar un poder concentrado en la capital del reino para buscar un eficaz sistema de gestión más cercano a los ciudadanos.
El Estado de las Autonomías fue la respuesta rápida que encontraron los constituyentes para disipar el derecho de reparación que esgrimían desde Cataluña, Euskadi y Galicia tras cuarenta años de sometimiento a la dictadura franquista.
Acabaron con un “café para todos” que quedó en una especie de brebaje aguado con mucho “trágala”, poco parecido al café y ni siquiera igual para todos.
En la actualidad estamos asistiendo al final de este viaje y el elemento catalizador ha sido la aspiración catalana de alcanzar mayores cotas de autogobierno. Los partidarios de la España “Una, Grande y Libre” han encontrado la excusa para revertir la situación: ¡España se rompe!
Resulta paradójico que aquellos que pretenden disfrutar de altos grados de soberanía hayan sido los que vayan a abocar al resto del país a una recentralización únicamente deseada por nostálgicos del yugo y las flechas. 

Rajoy y Rivera nunca se lo agradecerán lo suficiente a Puigdemont y compañía.

viernes, 13 de octubre de 2017

La declaración

En una ocasión una buena amiga me contó una anécdota que había vivido en primera persona. Los acontecimientos del relato tienen lugar en el verano de 1973, con el dictador dando sus últimos coletazos desde el Pardo y el Régimen preparándose para resistir las olas de libertad que comenzaban a expresarse.
A través de una organización religiosa se estaban llevando a cabo unos intercambios estudiantiles con colegios de otros países, en este caso el destino de niños de varios países de Europa era Estados Unidos. Es fácil deducir que el espectro socio económico de las familias de los niños y niñas participantes en el intercambio  era medio alto, en realidad era más alto que medio.
Llegados los estudiantes al aeropuerto de Nueva York el responsable de la expedición tenía que repartir a los alumnos en grupos según su procedencia, con la finalidad de establecer los lugares y familias de destino. Para ello necesitaba agruparlos por idioma materno y países de procedencia. Así que fue pidiendo en voz alta… Los franceses aquí, los alemanes a mi izquierda, los españoles a mi derecha. Cuando hubo acabado vio un grupo que no estaba unido a ninguna de las opciones.
El tutor se dirigió a ellos y les dijo, “vosotros os he dicho que los españoles a mi derecha” ellos contestaron “no somos españoles, somos catalanes”. 
El hombre se quedó un tanto perplejo ante la respuesta, no olvidemos que era la época en la que se gritaba ¡España! ¡UNA! ¡España! ¡GRANDE! ¡España! ¡LIBRE! Acabando con un ¡VIVA FRANCO! y ¡ARRIBA ESPAÑA! Decidió buscar una salida airosa y dijo “está bien, entonces los que viajan con pasaporte de España a mi derecha” el grupo se encaminó a unirse con el resto de españoles.
En su comparecencia ante el Congreso de Cataluña, Carles Puigdemont intentó revestir de solemnidad el acto que iba a llevar a cabo. El comienzo  fue retrasado por necesidad de consensuar la declaración del President. La CUP se resistía a aceptar que no se produjera la tan esperada declaración de independencia de la República Catalana. Mientras tanto los socios del Govern buscaban una salida elegante al embrollo en el que se encontraban.
La expectación en la calle era máxima, se pasaba de la euforia a la decepción. En los primeros instantes; en los momentos en los que Puigdemont se refirió a los resultados de la votación del 1 de Octubre y a las consecuencias que de ella se derivaban según la ley de referéndum aprobada por la Cámara de Diputados  Catalana, se descorchó cava y la estelada ondeaba orgullosa. Al suspender la entrada en vigor vuelta a colocar los corchos y a enrollar las  banderas.
A todo esto se llega haciendo equilibrios legales para incumplir unas disposiciones legales emanadas del mismo Parlamento Catalán. Entre las transgresiones está  la ausencia de organismo validador que certifique y haga públicos los resultados. La inexistencia de la Sindicatura (Junta Electoral) validadora y anunciadora de  los resultados hace imposible un requisito indispensable  y la validación deciden hacerla los propios convocantes. Esto en términos democráticos es cuando menos anacrónico.   
La respuesta del Gobierno del PP al ofrecimiento de dialogo de la Generalitat ha sido en clave gallega, contestando  con una pregunta para conseguir obtener varias cosas:
En primer lugar el Gobierno de Rajoy pretende recuperar la imagen internacional como gobierno dispuesto a utilizar recursos democráticos para solucionar un conflicto.
A continuación quiere obligar al Govern a dilucidar la licitud de  sus actos. Explicitar si son  legales, NO declaración de independencia con la humillación consiguiente, o bien que se manifieste abiertamente fuera de la ley y por lo tanto susceptible de ser represaliado.
La pregunta también va dirigida a la línea de flotación del frente independentista. El único nexo de unión entre ellos es el proceso soberanista, fuera de ese término nada une a la CUP con ERC o PDeCAt. La desafección de la CUP con sus eventuales compañeros de viaje  llevará a elecciones en Cataluña sin necesidad de aplicar el artículo 155 de la Constitución.
Por último pero no menos relevante de la intencionalidad de Rajoy es comprobar las reacciones de los núcleos duros de su partido y de determinados poderes en la sombra que abiertamente empiezan a asomar la patita por debajo de la puerta ¡la ultraderecha española reaparece cara al sol!
Entre los de la patita por debajo de la puerta encontramos a Pablo Casado personaje del PP al que nadie ha rectificado ni rebatido.  
Sus declaraciones sobre el destino del President Puigdemont comparándolo con el de Lluis Companys hablan por sí solas acerca de su ideología. Sus posteriores melifluas explicaciones no aclaran si prefiere para el actual President la prisión en campo de concentración o el fusilamiento.
Pero es que los Gobernadores Civiles en los que han derivado los Delegados de Gobierno se rigen por los mismos parámetros. Miran con descaro hacia otra parte (Normalmente a la parte más derecha de la calle) cuando sus amiguetes de toda la vida envueltos en trapos adornados con pajarracos apalean a participantes en expresiones de disidencia democrática o a políticos que estos cafres consideran impuros.
Son muchos los ejemplos; Barcelona, Valencia, Zaragoza. Ni una intervención policial tras los incidentes ni una detención tras las agresiones, ni una identificación tras los disturbios. Solo la presión mediática ha impulsado alguna leve reacción.
Ese y no otro es el escenario que nos ofrece el partido auto denominado defensor del paradigma de la democracia, el PP convida a violencia ultra en las calles y para los disidentes represión institucional.
El presidente de un partido imputado por fraude financiero para alcanzar la victoria electoral pretende darnos lecciones de comportamiento democrático dentro de la legalidad cuando su organización está judicialmente imputada por haber hecho trampas para saltarse la ley. Lo triste es que sigue siendo el Presidente del Gobierno de una España que por mor de su ineptitud cada vez está  más rota y deviene en  menos solidaria.

En este escenario necesitaríamos tener a alguien que propiciara un clima de respeto entre nosotros  para no tener que exhibir continuamente el pasaporte. Mucho nos tememos que ese alguien - en esta ocasión - tampoco va a ser la Corona.

domingo, 1 de octubre de 2017

El día después

Nunca entendió lo que estaba pasando en Cataluña. Su esperanza se basaba en una paralización del calendario y que nunca arribara el día señalado.  El pobre diablo veía lejísimos el 1 de Octubre de 2017 pero ese momento llegó sin que Rajoy se diera cuenta. Nada raro, nunca se ha enterado de mucho, ha ostentado la titularidad de varios ministerios dejando como recuerdo su retrato colgado de la pared, esa es toda su huella.
 Las recordadas intervenciones del “Señor de los hilillos”  compitiendo con el club de la comedia al utilizar expresiones sin sentido, no parece que puedan resultar méritos suficientes para alcanzar la Presidencia del Gobierno. A pesar de que el presidente tiene  entre sus defectos el barullo dialéctico, a Rajoy se le concedía moderación de comportamiento. Pero no, al final ha resultado ser un molesto incendiario.
A su legendaria vagancia paseada por los ministerios que ha ejercido,  ha unido la desproporción de comportamiento,  lo que le ha otorgado las más altas cotas de poder  alcanzando con ello las mayores cuotas de miseria.
Un  señor que se oculta tras los magistrados del Tribunal Constitucional para no dar la cara, no posee de capacidad intelectual para solucionar un problema de tamaña envergadura. Debido a esta incapacidad el Gobierno de España encargó  al Fiscal General - reprobado por el Congreso de los Diputados -  la tarea de hacer que  descarrilara la iniciativa nacionalista.  
El Gobierno del Partido Popular ha demostrado varias cosas durante el 1 de octubre y las intensas jornadas previas:
La primera de ellas es que el uso de la fuerza es potestad del poder. A mayor poder  más posibilidad de uso de la fuerza. Las imágenes que seguramente darán la vuelta al mundo serán las de unidades policiales reventado puertas y aporreando vecinos que pretendían meter un papel en una caja de plástico.
Había fórmulas más que suficientes para dar soluciones con la finalidad de arreglar un asunto que, se quiera o no, está encima de la mesa, pero el método elegido por Mariano fue la indolencia y su Gobierno optó por la inoperancia; ambas posturas fueron errores de bulto provocados por la soberbia.  Con estos antecedentes  el Gobierno español ha preferido la simpleza: la porra y las pelotas de goma. La prensa internacional y algunos políticos europeos habrán tomado buena nota acerca de la calidad democrática que padecemos los españoles.
La segunda reflexión es que a pesar de los inconvenientes y dificultades, una amplia representación de la población catalana ha decidido ejercer un derecho. No se ha permitido que fuera fácil y con garantías. Se ha jugado al ratón y al gato, acciones del Govern reacciones desde Moncloa. Efectivamente no ha habido un referéndum que se pueda considerar como tal. La falta de garantías del proceso hace que sea difícil calificarlo e interpretar sus resultados.
Ahora bien, es incuestionable que la derivas adoptadas por los gobiernos catalán y español son los principales responsables de la falta de legitimidad y garantías del proceso, de ello se han servido los unos y los otros para justificar su postura.
La tercera lectura que se puede hacer es verificar la nula decencia democrática que nos acompaña durante los últimos años, ya ni disimulan. La soberanía nacional ha dejado de residir en el pueblo español, si el Congreso de diputados reprueba al Fiscal General de Estado no pasa nada, igual que nada sucede si los reprobados son ministros u otros miembros del Gobierno.
Esa es la demostración de la utilidad del actual Congreso de diputados. Ítem más, cuando se producen votaciones de modificación de leyes que contrarían al Ejecutivo, éste bloquea las resoluciones alegando desfases presupuestarios ¿Legal? Parece que sí ¿Democrático? Pues me asaltan las dudas.
Tampoco ayuda a creer en el sistema la utilización perversa que el Gobierno de Rajoy  hace de los tribunales, Constitucional incluido.
La cuarta reflexión es la puerta que han dejado abierta para mayor gloria de los nacionalistas españolistas. Los nostálgicos dirán que se ha parado el golpe, ha vencido la legalidad o el Estado de Derecho ha ganado. El mensaje de ganadores y perdedores nos ha llevado hasta aquí ¿Dónde nos van a llevar a partir de ahora? ¿Cómo de negros serán los nubarrones venideros?
Casi todos tenemos respuestas a estas preguntas, sucede que nos causa pánico decirlas en voz alta. Sabemos cómo empiezan los conflictos, casi como una fiesta, lamentablemente la experiencia dice que el final  no tiene nada de festivo ¿Lo decimos en voz alta? Mejor guardamos silencio para no ser tachados de agoreros, pero Puigdemont, Junqueras y Forcadell harían bien estando intranquilos.
Miembros del Gobierno y otros portavoces  del PP que han analizado la jornada han señalado a los  tres como reos de todo el proceso, estas personas han sido marcadas para cargar con el saco de las culpas.
A la rancia derecha española la estrategia de confrontación  no le va a servir para siempre, promover el boicot a los productos catalanes, recoger firmas contra Cataluña, recurrir el Estatut ante el Constitucional, negarse a hablar de financiación o fiscalidad, ningunear las instituciones y menospreciar el idioma catalán, alguna vez dejará de dar réditos electorales en el resto del Estado. Lo que YA ha sucedido es que los catalanes han desconectado de España, la fractura  se ha producido, los agravios y desencuentros duraran más que Rajoy y Puigdemont.
A la penosa imagen dada por España, la comunidad internacional contrapone el éxito político del Govern. En el PP se lamentan los errores cometidos. Repetían que no habría referéndum, ni urnas, ni papeletas.  Pues bien ha habido votaciones con urnas y con papeletas.
La respuesta dada a los movimientos independentistas ha sido jueces y policías: represión y palos. A cambio de papeletas y urnas Rajoy ha contrapuesto porras y escudos.

Una vez escenificada la pugna no hay marcha atrás, se acabaron las llamadas al dialogo ¿Hablar con quién y de qué? ¿De rendición y victoria? ¿De bajas y heridos?

miércoles, 27 de septiembre de 2017

Sin caretas

Se van quitando los disfraces, conforme se acerca el día 1 de Octubre vamos descubriendo los rasgos que ocultan las máscaras que llevan puestas.
¿Qué encierran los gritos de “A por ellos, oé”? ¿Quiénes son ellos? Y a por ellos ¿Para hacerles qué? Las respuestas son tan escabrosas que la mayor parte de la población quiere seguir desconociéndolas.
Los animadores se envuelven en una bandera rojigualda - normalmente adornada con un toro o un pajarraco - para proclamar su amor a la patria. Vociferan ¡Cataluña es España!  al mismo tiempo que promueven una campaña de boicot a los productos catalanes para enseñar a esos “polacos” como se las gasta un buen español. No les importa perjudicarles ni empobrecerles para conseguir sojuzgarles. No les quieren iguales, les desean rendidamente sometidos. 
El proceso catalanista habrá tenido y tendrá defensores y detractores, los unos argumentarán la aspiración legítima a la autodeterminación de los pueblos, los otros contrapondrán un orden Constitucional de dudosa validez ante el deseo de un pueblo.
Ahora bien, estos acontecimientos han servido para poner blanco sobre negro la endeblez de la democracia española. Con una inusitada facilidad han reaparecido los fantoches del pasado cantando el cara al sol y poniéndose la camisa nueva.
Se han negado los debates, la discusión y el dialogo porque España es UNA ¡Coño ya! Y ¡Punto en boca!
Mariano Rajoy, portador de innumerables complejos de la infancia, reacciona como los amantes despechados, dejando que se enquiste un problema de sencilla solución  hasta llegar a convertirlo en el remedo del 23 F.
El Emérito se convirtió en “el salva democracias” con su intervención televisada para poner el final a la asonada de Tejero y Cia.  De las componendas entre bambalinas podría hablar “Isidoro” porque quién no lo va a hacer es el actual Felipe González cobarde y acomodado.
“El Preparado” va a ser adecuadamente revitalizado por su templanza y mesura en el tratamiento a la coyuntura separatista. Al tiempo.
La radicalización ha florecido como las flechas de su haz. Las loas y vítores a las unidades policiales enviadas en misión de ocupación a Cataluña han dejado claro cuál es el pensamiento de parte de la población española ante la pretensión catalana.
El Ministro de Interior ha manifestado que se investigará como se han producido los hechos para que no se vuelvan a repetir. No se van a repetir, no hay mas fuerzas policiales que enviar a Cataluña. Ya están todas allí, aposentadas en cruceros esperando entrar en acción. Piolín tenía vergüenza y han tenido que taparle para que no vea lo que están haciendo.
Y mientras  las Unidades policiales de Antidisturbios veranean en el puerto Barcelonés a bordo de un crucero y los Grupos Rurales de Seguridad de la Guardia Civil vigilan a los Mossos;  en el resto del suelo patrio no quedan efectivos suficientes para garantizar el ejercicio de las libertades emanadas del mandamiento Constitucional.
Las prioridades son las que son, seguramente argüirá el responsable de los cuerpos y fuerzas de seguridad en Zaragoza ante la escasez de medios y efectivos para proteger el derecho de alcaldes, diputados, senadores y políticos varios reunidos en Zaragoza para debatir posibles soluciones al conflicto. Alentados desde el PP local los participantes en la asamblea fueron acosados por unos pocos centenares de energúmenos viéndose obligados a permanecer encerrados o a salir a hurtadillas por puertas traseras so pena de ser agredidos como le sucedió a la presidenta de Las Cortes de Aragón.
Si los efectivos eran escasos ocurrió una falta de previsión del responsable: el Delegado del Gobierno, Gustavo Alcalde que posteriormente comete la desfachatez de equipararlo con un escrache. Hay que recordar que eso lo dice un individuo varias veces corregido por el Tribunal Superior de Justicia de Aragón por vulnerar derechos fundamentales.
Esto con ser preocupante es anecdótico, lo verdaderamente alarmante es la total falta de disponibilidad de la fuerza desplegada para solucionar el conflicto. Ante una actitud agresiva y violenta de los acosadores no hubo el menor atisbo de reacción, ni un casco protector, ningún escudo, ninguna señal de posible represión a la violencia ultra derechista, raro ¿No?
Hemos asistido tantas veces a palizas policiales a transeúntes que pasaban por allí que nos extraña la pasividad mostrada ante los violentos.

Esperemos que no sean por coincidencias ideológicas. El pensamiento político de Gustavo Alcalde es sobradamente  conocido, que también coincidan los mandos de la FOP resulta altamente  preocupante.

sábado, 23 de septiembre de 2017

No era necesario

No era necesario, pero ya tenemos la confirmación a nuestros temores. No señor, no estamos en buenas manos. Si en algún momento albergamos dudas acerca de la capacidad de gestión social de nuestros políticos, éstas han quedado sobradamente despejadas; las taras que les adornan les imposibilitan para seguir ejerciendo la función que les hemos encomendado. Somos unos inconscientes por colocar a semejantes personas en puestos de responsabilidad y ellas son unas temerarias por aceptar cargos para los que no están preparadas.
La situación generada en Cataluña se explica como un inevitable choque de trenes conducidos por maquinistas torpes y engolados de sí mismos. Puede valer, pero no es la única causa del enfrentamiento.
En una parte encontramos al Gobierno de Cataluña formado por PDeCAT (Versión maquillada de la corrupta Convergencia) y ERC, sostenido por la CUP y apoyados en la calle por ANC y Ómnium Cultural. Todos ellos son partidos y asociaciones nacidas con el objetivo de lograr la independencia. Hasta ahora sus pasos habían sido medidos rehuyendo un enfrentamiento abierto, ahora bien nunca han renunciado a sus aspiraciones.
Cada uno de los partidos por separado seguirían siendo una aspiración que les proporcionaría votos y un espacio de participación, unas veces desde la oposición, otras desde el poder. El conflicto se agrava con la huida hacia delante de Artur Mas. Acosado por todos los frentes hizo lo que acostumbran a hacer los nacionalistas, envolverse en la bandera y vender que sus problemas eran los problemas de todos los catalanes, naturalmente el culpable de la situación era España.
El ex - Presidente de la Generalitat necesitaba una salida airosa y desde Madrid no se la dieron. Como todos los irresponsables se agarró al clavo de la ofensa nacional. Cataluña estaba siendo vilipendiada y él vengaría la ofensa.
El resto ya es sabido, partidos que supuestamente proclaman su ideología de izquierdas (ERC y La CUP) elevan y mantienen en el poder a una de las derechas más corruptas de la historia democrática de este país ¡bien por los partidos de clase!
Vemos el contendiente de un lado ¿Y del otro? Pues  enfrente se encuentra  un partido (PP) que basa su estrategia de supervivencia en fomentar los peores instintos de la población.
Los gurús del Partido Popular realizan un acelerado cursillo de contabilidad electoral y ven que lo que pueden perder declarándose abiertamente contrarios a las negociaciones para elevar las cotas de autogobierno en Cataluña, lo gana multiplicado por 100 en el resto del Estado.
Contra Cataluña los Populares engrasan mejor sus dopadas campañas electorales. Así tumban el Estatut con la complicidad de un Tribunal Constitucional politizado que sentencia en contra de artículos del Estatuto de Autonomía catalán, los mismos artículos que en otros estatutos autonómicos encuentra conforme con la Carta Magna ¡cosas de los tribunales!
Como era de esperar el Estado, el Gobierno, ha puesto en marcha su maquinaria represiva y ha comenzado suprimiendo de hecho las competencias de la Generalitat de Cataluña sin necesidad de aplicar el Art. 155 de la Constitución.
 Intervenida la caja del dinero se domina la llave del autogobierno. Los pagos los hará la Hacienda Estatal.
Por si quedaban dudas se nombra un Órgano coordinador de la Policía Autónoma al frente del cual estará un coronel de la Guardia Civil. Interior se hace cargo de la Policía Autónoma.
El referéndum no se llevará a cabo el día 1, pero el día 2 seguirá el problema. La frustración de unos  y la euforia de otros dará paso a medidas de reconducción y declaraciones de buenas intenciones. No seáis muy optimistas, el PP no está nada dispuesto a abrir un proceso constituyente en el que tengan cabida todas las opciones para actualizar el Estado de las Autonomías, ni tampoco a que se den respuestas a los nuevos retos de conformación territorial, o a que se estudien vías integradoras de los pueblos y nacionalidades.
En el PSOE - Pedro Sánchez - bastante tiene con defenderse de las traiciones, ha ganado la batalla de las primarias pero su indefinición le coloca a años luz de ganar la guerra a sus enemigos socialistas.
Sin estos dos actores poco se puede hacer y con ellos poco se puede contar.
Es de suponer que continuará la respuesta judicial y policial a partir del día 2, con ellas asistiremos al inicio de los procesos para inhabilitar y encarcelar a los disidentes y sediciosos.
Se propiciará el descontrol de la respuesta ciudadana  encendiendo la mecha de tumultos, revueltas y desordenes. Como resultado habrá más represión acompañada de recortes de derechos.

 La consecuencia serán nuevas medidas de sometimiento para exportar al resto del país si funcionan bien en el laboratorio catalán.

sábado, 9 de septiembre de 2017

Incompetentes, perversos y cobardes

Corría la primavera de 1976 cuando un escalofrío de libertad  animaba los ímpetus de los españoles tras la muerte del dictador. Por aquel entonces el presidente del Gobierno era el lloricoso Arias Navarro.
Las reacciones ante las peticiones de apertura democrática que se escuchaban por todos los rincones del país eran acalladas o bien la represión - dirigida por el “aperturista” Fraga desde su posición al frente del Ministerio de Gobernación - se encargaba de disolverlas en un recipiente de falsas expectativas. La fórmula que encontró D. Manuel fue la de ofrecer participación política en recompensa a la docilidad y apertura a cambio de estabilidad.
Los primeros pasos corroboraron el alto grado de incompetencia que adornaba a Carlos Arias Navarro, con este panorama Adolfo Suarez fue nombrado primer tenor para la ejecución de la obra.
La opereta dio como resultado la “Modélica Transición” de la cual surgieron los pactos y componendas del 78 que devienen en el actual Estado y “estado” de las cosas.
Aquello que para los guardianes del franquismo era legalmente imposible por no tener cabida en los Principios Fundamentales del Movimiento acabó encajándose jurídicamente forjando las posibles soluciones que llevaran a destrabar una situación que amenazaba con enquistarse sin solución.
 El 4 de Enero de 1977 se publicó La Ley para la Reforma política.
La ley tuvo detractores desde la filas del purismo ideológico del franquismo, pero se siguió avanzando en un intento de aislar a los reaccionarios cerriles, asimilar a los reaccionarios cerriles y manipular a los reaccionarios cerriles. La oposición de izquierdas y nacionalistas fue convenientemente amedrentada con el taconeo de las botas de los cuarteles.
Ni siquiera hizo falta el ruido de sables. Esa opción la dejaron para más adelante por si la necesitaban, no tardaron mucho en utilizar la amenaza golpista y de ahí surgió el capitulo 23 F, pero ese es otro cantar.
El Emérito y  Suarez han sido sobradamente adulados como impulsores de la Constitución y donantes de democracia. Sin entrar a valorar sus méritos o errores hay una cosa que debemos de otorgar a Suarez: su capacidad para urdir el enjuague legal que permitiera desarrollar el proyecto político con el objetivo de desmontar los  argumentos discordes de los recalcitrantes nostálgicos.
A día de hoy encontramos un presidente de gobierno incompetente que es incapaz de buscar fórmulas políticas que permitan deshacer un nudo ejecutado con milimétrica precisión por aspiraciones más o menos legítimas.
A la teoría “rajoniana” de esperar a que escampe le ha brotado un chaparrón de problemas que difícilmente va a poder resolver sin hacer nada.
Lamentablemente cuando Mariano comience a moverse el grano será tan grande, tan purulento, que las soluciones tendrán que ser quirúrgicas, nada de pañitos calientes ni de medias tintas, para cuando el “registrador“ pretenda reaccionar únicamente le quedará aplicar las medias coercitivas que le permite “su cacareada” legalidad.
Ahora bien, hay que ser muy ingenuo para creer que el problema es producto de la vagancia bonachona del “Señor de los Hilillos”, o tal vez del desconcierto provocado por el asalto de los malvados catalanistas ¡No! Radicalmente ¡No!
Todo es producto de un perverso plan bien preparado y primorosamente ejecutado por los palmeros del poder, de ese poder en las sombras que estaba sintiendo como perdía espacio y peso con el avance de los derechos civiles, con la redistribución de la riqueza, con   los servicios sociales justos, con la población desfavorecida sin necesidad de tener que arrodillarse ante el amo para vivir con dignidad.
No se podía consentir semejante desfachatez de “querer vivir como personas” y primero se urdió la crisis. Esta trajo paro, inquietud económica, desigualdad y  para solucionar el problema Rajoy acudió a la ley laboral, al empleo basura, a los embargos y por último a la pobreza.
Con este panorama era necesario gestar un monstruo para despertar los bajos instintos de la población carpetovetónica empobrecida y maltratada, un monstruo que desviara la atención, que distrajera de tanto desmán delictivo.
Entre partidos de derechas alimentaron un espectáculo maquinado para desviar la atención. Lamentablemente a esas intrigas de la derecha catalana y española  se unieron formaciones que teóricamente defienden los derechos universales de los trabajadores.
Los gritos en el resto de la nación no se han hecho esperar  ¡Qué se han creído esos catalanes! ¡Si no les gusta España que se vayan!
Y aparece la “Brunete mediática” para hacer de vocero de las medidas que piensan en la entrada de la Legión por la Ramblas arrasando con cualquiera que diga “escolta noi”.
La cobardía de los infames sostenedores de un sistema corrompido en sus raíces nos ha traído a esta situación sin retorno.
Ni Puigdemont va a rectificar ni Rajoy tiene capacidad para modificar su postura, ninguno de los dos es dueño de sus decisiones.
Tan solo nos queda asistir a las detenciones, condenas, cárceles y represión.  Después llegaran los desfiles de glorificación y los lamentos de capitulación. Se habrá perdido otra oportunidad para articular un país basando la convivencia  en el respeto hacia la diversidad y no en la imposición de la fuerza.
Seguimos usando la cruz y la espada.

sábado, 2 de septiembre de 2017

Septiembre a la española

Los exámenes de septiembre  ya han comenzado. Entre los primeros comparecientes ha estado la Ministra de Trabajo, Fátima Bañez, la misma que le pide empleos a la virgen del Rocío para que arregle lo del paro.
Pues bien, la ministra ha decidido presentar la situación  laboral en España como sana, solida y social. Según ella hemos dejado atrás la crisis de la forma más gallarda posible: “A la española” ¿Qué entenderá esta mujer por “A la española”?
Resulta del todo patético la fiebre “españolera” que ataca a los miembros del gobierno del PP ítem más, si su único valor para pertenecer al gabinete es el de ser paramecios del OPUS DEI.
“Hemos salido a la española” proclama orgullosa la ministra ¿Orgullosa de haber ensanchado la brecha social?, ¿encantada de tener una tasa de precariedad laboral sin límites?, ¿emocionada por comprobar que compatriotas con trabajo coquetean con el umbral de la pobreza? Si, señora ministra “A la española”. Las cifras de despidos que se han producido el 31 de agosto (por encima de los 300.000 despidos) nos han aclarado lo que quería decir.
Con los estertores de agosto llegó la comparecencia de Mariano Rajoy ante el pleno del Congreso de los Diputados para hacer un monográfico sobre el caso Gürtel, aquí también le salió al Presidente la vena autóctona y despachó el asunto “A la española”. Durante la comparecencia no utilizó la denominación Gürtel o corrupción en ocasión alguna para hablar del “asunto” que le había llevado hasta allí.
Al más puro estilo ibérico se marchó a Ubeda a visitar sus cerros y cuando descendió al hemiciclo fue para atizar a Robles con un caso “tan reciente” como el de los GAL.  Todo muy didáctico, sensato y democrático.
Claro que la oposición tampoco está para echar cohetes: Margarita Robles perdió la brújula con la primera andanada y pasó del monográfico sobre la corrupción a la defensa de Margarita. Serían los nervios del debut.
Pablo Iglesias debe estar esperando que Mariano le conteste a sus preguntas. Según dice Iglesias el reglamento obliga a responder, ¡Inocente! También la ley obliga a decir la verdad a los testigos comparecientes en una causa y que nosotros sepamos la veracidad del testimonio de Rajoy ante la Sala de la Audiencia tiene visos de ser muy poco ajustado a los hechos y sin embargo la Sala no ha tomado, ni va a ejercer, ninguna medida punitiva.
O sea Pablo, si se pasa por el arco de sus caprichos las leyes procesales y el Código Penal, a ver si adivinas por dónde se va a pasar el Reglamento de la Cámara, sobre todo cuando la encargada de su cumplimiento es Ana Pastor, la Guardiana del PP.  En efecto queridos amigos se lo va a pasar por el sitio que estáis pensando.
Rivera hizo lo que acostumbran a hacer los repipis, “Os lo dije, este pleno no serviría para nada”. Tendremos que darle la razón. Ahora bien, esa razón lo único que corrobora es la inutilidad de la representación popular en la cual está depositada la soberanía de la nación.
A ver si por fin Albert se ha dado cuenta  que el sistema democrático emanado de las componendas del 78 es una farsa pseudo-democrática  que quema al poder legislativo en la sartén del ejecutivo. En su debe de responsabilidad está que Rajoy sea Presidente, la aprobación de los Presupuestos y que siga siendo Presidente tras una moción de censura.
Si necesita  pruebas de la inutilidad del Congreso, las tiene en las reprobaciones a Ministros y altos cargos que han servido para que Rajoy tenga lectura cuando visita el inodoro.
En estos exámenes de septiembre que, como vemos, valen para recuperar las asignaturas suspendidas también comprobamos que la contumacia impregna el comportamiento de nuestros adalides políticos. Nada cambia bajo la luz del sol, los atentados de la Rambla de Barcelona están haciendo que los actores de la pantomima democrática nacional interpreten su papel ajustándose escrupulosamente al guión.
Primero el dolor y la consternación a continuación la repulsa y condena para continuar con la pena en el duelo y la inquebrantable unidad ante el terror. Todo ello aderezado con ligeras puyitas lanzadas “sin mala intención”. Hasta que una vez concluidos los actos oficiales se abre la veda del aprovechamiento político de los cadáveres y en eso el PP es doctor “honoris causa”.
Para los Populares todos, absolutamente todos los adversarios políticos, resultan sospechosos de menospreciar a las sentidas víctimas del terrorismo.
Por supuesto que ahora no iban a dejar pasar la ocasión. Necesitan los guiños a esa derecha ultramontana que pace en las estepas de la verdad absoluta y bebe de ríos de sabia religiosidad nacional - católica.
Una nueva idea de la conspiración antiespañola está en marcha. Hay que unir a los hombres y mujeres de bien contra el enemigo común que representan esos arteros pro-referéndum.  Al toque de tamboril se alistan los meritorios y en primera fila -para escarnio de los aragoneses-  encontramos a Eloy Suarez; perdedor municipalista, infumable clasista e impresentable opusdeista todo ello aderezado con una buena dosis de incompetencia y malos modos.
Tras ser reconvenido por la “altísima” dirección del PP ha simulado un intento de contrición. Viene el arrepentimiento muchas horas después de haber insultado gravemente a una Policía del Estado. Ni para pedir disculpas sirve, en realidad no sorprende pues hace tiempo que sabemos que Eloy no sirve para nada.
Voces críticas, políticas y sociales piden la dimisión del diputado Suarez, es una prerrogativa que no se le debería dar.
Dimitir es un acto voluntario para cesar de una función, por reconocer una incapacidad en el desempeño de un cargo o por admitir un error.
En el caso que nos ocupa nada de ello es aplicable. No merece la salida airosa de la dimisión, merece la expulsión automática de la vida política y que se busque refugio entre la recua de protozoos a los que pertenece, en esta ocasión no tendríamos  que permitirle  hacer las cosas “A la española”.     

viernes, 25 de agosto de 2017

Caminar con pies de plomo

La utilización de la violencia es patrimonio de los Estados, así se razona el uso de la fuerza por parte de los cuerpos de seguridad. De esta forma los excesos quedan escudados tras una cortina que arguye como finalidad el mantenimiento del orden institucional.
Esta teoría es aplicada por los gobiernos cuando se trata de explicar una actuación desproporcionada. Si la Guardia Civil utiliza material antidisturbios para impedir que unos  inmigrantes alcancen la playa y la operación da como resultado 15 muertos, no faltará una jueza que califique la actuación de los guardias de proporcionada, aunque tenga que hacer juegos malabares para conseguir  encuadrarla en el marco defensivo de la  “integridad territorial hispánica  acechada por peligrosos invasores”.
Si el cuerpo policial que provoca una masacre interviniendo en la disolución de una manifestación pertenece a un país del entorno amigo, el resultado estará justificado por la peligrosa deriva que tenían los subversivos manifestantes radicales.
Por el contrario cuando el gobierno del país en cuestión parece inadecuado o adverso - Venezuela - el uso que desde el poder se haga de la fuerza será puesto  en entredicho. De esta manera tan sencilla serán otorgados los privilegios de la violencia a los opositores. Es decir tendrán  consideración legal para violentar.
Aquí nos encontramos con  aquello de… “Todo es según el color del cristal con que se mira”.
Si un país -  España por ejemplo - colabora en la destrucción de otro – Irak – las secuelas (más de 150.000 muertos directos y cerca de 3.500.000 de desplazados) se justificarán  achacándolas al resultado de una guerra justa, a los daños colaterales y a las pérdidas accidentales.
Se han intentado muchas definiciones de guerra y la verdad sea dicha no son necesarias tantas.
“La guerra es la imposición de la voluntad de un competidor sobre la del adversario por medio de la fuerza”.
Sin cortapisas, sin tasas, sin reparar en efectos. A más resistencia mayor presión y con ella mayor dosis de violencia. No existen las normas ni las leyes de la guerra, es falso. El ganador, o sea el fuerte, juzgará al perdedor según su criterio y el derrotado recibirá el castigo por sus crímenes. Los crímenes del vencedor serán atribuidos a la necesidad de usar métodos  adecuados  al éxito.
La Segunda Guerra Mundial acabó con la mayor demostración de barbarie nunca cometida por un Estado. La consecuencia fue que Estados Unidos  (el ejecutor de la crueldad) se erigió en defensor de los derechos de la humanidad tras la masacre. Cabe preguntarse ¿De qué humanidad? Naturalmente de aquella que era afín a los intereses del amo del mundo. Los países discrepantes fueron expulsados del paraíso y estrujados hasta la extenuación o arrastrados hasta la rendición incondicional.
Siempre todo justificado por “El restablecimiento del Orden Mundial” que no es gratis y requiere de cuantiosos sacrificios.
El concepto de guerra se vincula al uso de la violencia extrema para alcanzar objetivos que los litigantes esgrimen  como justos. El desenlace suele coincidir con los deseos del más fuerte que, generalmente es quién alcanza a ganar la contienda. Justicia y fuerza acaban mezcladas en una extraña amalgama diseñada por el vencedor.  
Al  finalizar el conflicto aparecen las víctimas en forma de millones de desplazados, parias y damnificados.
A veces, estos proscritos  se rebelan  contra su destino empujando a otros miserables a una condena similar a la suya. En ese momento se inicia  una especie de reparto de la desdicha, que al tener visos de descontrolarse resulta de todo punto inaceptable para el fortalecido ganador.
El poderoso adoptará un papel de arbitrio repartiendo caridad y migajas. Exigirá resignación a los desdichados. Para que la situación - por injusta que parezca - se acepte será  presentada como la única viable y por consiguiente forzosamente aplicada. Como guinda del pastel la propaganda dirigida irá acompañada de información sesgada y así se cocinarán fobias diversas a fuego lento a través de los medios de información controlados.
Aparecerán racismos dormidos y brotarán clasismos escondidos. Se odiará al diferente por serlo sin reparar en que la diferencia no es real, es solo  de matiz y frecuentemente nos la presentan impostada.
Al disconforme se le llamará anti-sistema, al descontento le denominarán revolucionario; al incrédulo como peligroso y al rebelde le catalogarán de terrorista.  Cuando el verdadero terror haga aparición se habrán quedado sin palabras para nombrarlo y todos aquellos que no sean mansos borregos serán presentados como peligrosos terroristas.    
Con esta pasmosa facilidad serán introducidos en el mismo saco titiriteros, cuenta-chistes, noctámbulos pleiteadores, silbadores de himnos,  abucheadores  borbónicos,  ateos y alguna mujer que defienda sus derechos. Antes todo era ETA ¿Ahora?
Pues ahora todo es defensa de la cultura judeo-cristiana, pero por encima de todas las cosas se protegen las cuentas de resultados de las multinacionales de armamento que suministran a ISIS-DAES-ALCAEDA-YIHADISMOS VARIADOS, mientras se patrocina  a las Agencias y Compañías de seguridad que abarrotan el mundo de medidas para su inútil protección.

Para salir del paso, se “bolardean” medidas  de  demostrada escasa utilidad al tiempo  que conscientemente se ignoran las raíces del problema ¡Es la guerra idiotas, es la  guerra!

viernes, 18 de agosto de 2017

Reventando huelgas

No señor, no tiene suerte el titular de Fomento. Iñigo de la Serna tenía todas las papeletas para haber sido el ministro estrella del Gabinete de Rajoy. A su apostura de galán cinematográfico añadía una tenue estela de discreción que le alejaba de los focos de la polémica. Algún atisbo de crítica a su gestión en la alcaldía de Santander empañaba su inmaculado currículo, pero ¿quién no tiene algún pecadillo?
Transitaba el bueno de Iñigo por las placidas aguas de la legislatura cuando  una disposición europea le colocó en una complicada disyuntiva: O negociar con los trabajadores una salida airosa  o imponer por la fuerza las directrices europeas encaminadas a favorecer la privatización empresarial de un sector con pingües beneficios.
Como no podía ser de otra manera se inclina por imponer, lo de consensuar soluciones está en guerra con la cadena genética del titular de Fomento.
Pero mire usted por donde le salen respondones los trabajadores de la estiba y admitieron el órdago del conflicto sin pestañear ni retroceder. Cada día que pasaba las pérdidas se multiplicaban, las multas europeas crecían y las navieras buscaban otros destinos en los que desembarcar sus mercancías.
Los medios de comunicación presionaban como suelen hacerlo: los sindicatos fueron presentados como perversas organizaciones planteadas para dañar a los menesterosos empresarios. Los patrones son las almas puras que comparten sus riquezas con la sociedad proporcionando trabajo a los desagradecidos trabajadores. Siempre me ha llamado la atención la frase “los empresarios DAN trabajo”, puestos a dar sería deseable que dieran salarios y se quedaran con el trabajo, pero ese es tema para otro artículo de opinión.
A través de la prensa afín - la totalidad de la denominada “seria”- se magnifican las pérdidas que ocasiona el conflicto y su responsabilidad  es atribuida exclusivamente a los huelguistas ¿Quién si no va a ser el culpable? Naturalmente los delincuentes son esos desaprensivos que,  mirando mejorar sus condiciones laborales,  se alejan del bien superior que supone alcanzar mayores beneficios empresariales
¡Qué desfachatez! ¡Donde vamos a parar!   ¡Obreritos exigiendo mejoras!
El ministro con pinta de actor balbucea soluciones, pierde “glamour” y también la batalla contra un colectivo que aglutina al 100% de los trabajadores tras el estandarte de sus objetivos sindicales.
Los estibadores no reblaron y consiguieron imponer sus reivindicaciones. Cuando se cerró el problema ningún medio recogió que el colectivo de la estiba había impuesto sus condiciones merced a una férrea unión en sus reclamaciones.
Concluido el asunto parecía que Iñigo podría retomar nuevo impulso pero hete aquí que le sale otro feo grano en el trasero, la huelga de los vigilantes de seguridad del Aeropuerto del Prat.
Demuestra – como casi la totalidad de políticos sentados en la poltrona – que no ha aprendido nada de experiencias anteriores. De la Serna vuelve a intentar las imposiciones, en esta ocasión con ayudas exteriores, o sea, con doping en forma de servicios mínimos y vulneraciones flagrantes del derecho de huelga recogido en la Constitución.
Para asegurar el funcionamiento del Prat el Delegado del Gobierno ha establecido el 90 % de la plantilla como servicios mínimos, es decir tan sólo se le reconoce el derecho de huelga al 10 % de los trabajadores. Cuando de nuevo sea dictada sentencia contraria a los abusivos servicios mínimos marcados habrá acabado el conflicto. Una vez más el Gobierno se habrá reído de la Constitución y aplicado los Principios Fundamentales del Movimiento Nacional, en realidad son las leyes que a una inmensa mayoría de la dirección del  PP le gustaría tener en vigor.
Por si el 90 % no fuera suficiente impone la militarización del servicio y obliga a los miembros de la Guardia Civil a desempeñar las tareas laborales de los trabajadores declarados en huelga legal. Una nueva patada en el trasero de la cacareada concordia  constitucional.
Iñigo de la Serna en esta ocasión respira más tranquilo,  por ahora tiene el problema focalizado en un único sector de Aena y en un sólo aeropuerto.
Tembleques le entran de pensar que se reprodujera la pesadilla de los estibadores y todas las plantillas de seguridad privada de los aeropuertos españoles se unieran en una reivindicación común y al igual que la estiba se mantuvieran firmes en sus demandas de condiciones laborales de trabajadores de un país avanzado y del siglo XXI.    

El bueno de Iñigo necesitaría muchas capas de maquillaje para seguir con su apuesto papel de ministro inútil.

domingo, 13 de agosto de 2017

Turismo en entredicho

Desde hace unos meses se vienen utilizando los números de turistas que nos visitan para reforzar la teoría de la mejoría económica. El contrapunto a tanto optimismo lo materializan los precios alcanzados por los pisos de alquiler en las zonas turísticas. De esta forma tan sencilla nos damos de bruces con la cruda realidad: el incremento de precios de las viviendas es soportado por aquellos que necesitan residencia y no pueden pagarla con sus bajos salarios.
En Ibiza las negativas de personal laboral de las administraciones públicas a desplazarse a la isla ya están alcanzando niveles preocupantes.
Para paliar estas secuelas al personal sanitario  se le ha procurado habitación acondicionando un ala en un centro hospitalario. Naturalmente no deja de ser una medida provisional, las medidas definitivas están por llegar. Si llegan. 
Cuando la improvisación es la regla general uno de los inconvenientes que acarrea es la falta de normativa organizadora. El  sector turístico no iba a ser una excepción.
Prácticamente a diario tenemos noticias de las quejas que presentan los habitantes de Barcelona y otras ciudades ante la ocupación indiscriminada de pisos catalogados como turísticos.
La falta de regulación hace que los vecinos que tienen la fatalidad de vivir en las cercanías de estos lugares  padezcan molestias sin límite en su devenir diario.
Espectáculos denigrantes llevados a cabo en la vía pública a cualquier hora del día o noche, suciedad por doquier, orines, defecaciones y basura ilimitada invaden las zonas de algarada turística con el beneplácito silente de nuestras augustas autoridades: Central, Autonómica y Municipal ¡Al turista ni tocarlo!
Estos  responsables ni siquiera habían reparado en las molestias, el ruido nocturno no se oye desde  las mansiones en las que suelen veranear, la suciedad no mancha sus calles y  al día siguiente la ciudad está casi limpia con cargo a las arcas comunales. Todo va bien mientras vengan turistas que  aporten  - eso dicen - el 11% del PIB.
 Las quejas presentadas por los afectados han sido sistemáticamente ignoradas. Visto así se puede deducir que se han hecho oídos sordos a las aspiraciones del restante 89 % del PIB  sufridor del vandalismo de los visitantes.
Pero ¡hete aquí! que  todo tiene un límite y allí donde no hay orden él sólo se pone. Desde que se ha hecho notorio el descontento de una parte de la población con la situación que se vive no han dejado de aparecer voces que deploran el comportamiento de los disconformes. Turismo fobia llaman a los actos de protesta.
Estas voces criticonas no dijeron ni palabra durante mucho tiempo, es más, antes ni siquiera reconocían que había un problema. Ahora sí, ahora las reivindicaciones, pintadas de autobuses, colocación de pegatinas y actos similares las califican como actos cercanos al terrorismo por el impacto negativo que pueden causar entre nuestros masificados visitantes.
La sobresaturación de calles y plazas NO afecta a estos defensores del turismo a mansalva pues ellos viven en urbanizaciones privadas. Los yates les acercan a calitas donde disfrutan de aguas cristalinas sin agobios ni multitudes. No poder dormir no lo padecen porque en las inmediaciones de sus chalés no se celebran verbenas nocturnas ni tienen lugar peleas ni borracheras. Eso lo padece la gente de a pie que al día siguiente tienen que madrugar para ir a la fábrica o al hospital a atender los comas etílicos de los mismos que les impiden dormir.
Los detractores de las acciones llevadas a cabo por los asaltantes refuerzan su argumentación penalizadora en la ocupación laboral que proporciona el turismo. Sería deseable que también resaltaran la temporalidad pero sería aún más reseñable que se destacara la inaudita explotación a la que se ven sometidos los trabajadores del sector denominado motor de la paupérrima economía española.   
Jornadas interminables, salarios de miseria, tratos denigrantes a trabajadoras cuando no acoso en sus múltiples versiones.  Sin contar la ristra de ilegalidades que cometen afamados empresarios en la realización de la reverenciada actividad. Frecuentemente se descubre cómo se vulneran la legislación medioambiental, la fiscal, la laboral, la sanitaria, la de costas… las sucesivas denuncias pasan a ser tratadas como anécdotas de descontentos y peligrosos disidentes. Ese es el lamentable panorama turístico español que tan ardorosamente defiende el presidente Rajoy durante sus idílicas caminatas por el campo.
La verdad es que la vida de los afectados por la desmedida ocupación turística de las ciudades le aburre. El sobrecoste económico y  en salud que se tiene que soportar debido al turismo sin regulación, al señor registrador le importa un higo. Las condiciones laborales de las kellys, los camareros, los recepcionistas y demás trabajadores del sector le traen sin cuidado.

Rajoy en estado puro: todo lo que su mente no alcanza a entender es un “sin sentido”.