miércoles, 17 de abril de 2019

Apuntes para sobrevivir


El panorama nacional no ayuda mucho para realizar análisis ponderados de la situación nacional ni  internacional.
Requiere un considerable  esfuerzo  distinguir la bazofia informativa con la que a diario nos obsequia la prensa mamporrera.
Una prensa vendida  a los mafiosos - que alimentaba las cloacas del Estado - nos ceba con falsas noticias para moldear nuestro pensamiento. Probablemente las cloacas continúen medrando contra nosotros y a pesar de las señales no nos demos cuenta.
Esa prensa corrompida esgrime halos de patriótica pureza con el fin de proporcionarnos las drogas de diseño periodístico que está utilizando para convertirnos en zombis sin voluntad.
En sede judicial se ha iniciado una escandalosa investigación. Los responsables del Ministerio del Interior - con el ex ministro Jorge Fernández a la cabeza  - tendrán que empezar a dar explicaciones de los motivos que impulsaron al ángel Marcelo a disfrutar de un periodo sabático y no alertar al ministro de los atropellos que sus huestes estaban cometiendo.
El cuarto poder ejerce de sordina y amortigua los gritos y protestas que genera el delictivo abuso.
Por el contrario, un día sí y otro también, las portadas de los diarios y las cabeceras de los informativos de radio y televisión abren sus periódicos e informativos con la consabida cantinela venezolana.
Poco importa que un individuo salga a una plaza y se autoproclame presidente, los gendarmes del mundo han corrido a darle la bienvenida y de paso se inmiscuyen en los asuntos internos de un país soberano. Para justificar su intromisión dicen que hay una agobiante  falta de democracia en  el país caribeño. Si pretendían que fuera un eslogan publicitario podían haber elegido mejor.
Ya habíamos reparado que los derechos humanos son algo  que les preocupa mucho cuando se trata de Cuba o Venezuela y no tanto cuando afecta a algunos países petrolíferos amigos de EE.UU y de la Unión Europea que “derrochan” respeto hacia las personas.
Por lo visto los reyecitos y jeques amigos de las potencias occidentales  “democratizan” el Golfo Pérsico a través de modernísimas legislaciones medievales.  El método que utilizan los últimos tiempos es el de descuartizar a periodistas incómodos, les resulta bastante más conveniente y rápido.
Los tres machitos ibéricos, “marichulos patriotas” de la derecha hispánica, abogan abiertamente por una intervención armada en el país caribeño.
Piensan que puede ser utilizando la fórmula tradicional que tan bien conocen por su utilización en suelo nacional, o sea desde dentro, mediante un levantamiento militar y la consiguiente guerra civil. Otro sistema que contemplan es una invasión desde fuera.
Esta segunda opción es la preferida por los amos yanquis que les patrocinan,  así  darían salida al voluminoso excedente de armamento que se oxida en sus almacenes.
Aunque para los meritorios líderes de la caspa hispánica lo realmente importante es que el botín venezolano resulta muy goloso para que lo maneje a su antojo el gobierno legítimo de un país soberano  al cual confieren una absoluta inutilidad gubernativa. Por eso apoyan al sheriff del orden mundial que desea los bienes ajenos. Incondicionalmente se apuntan al tiránico bloqueo de bienes y capitales que castiga a los habitantes de la “Peligrosa” República Bolivariana.
 Esta medida la usan para rendir la resistencia de la nación, así  reconocen como presidente a un pelele autoproclamado que reúne una caravana de humillación camuflada de ayuda humanitaria.
  De esta forma esperan reciclar a los díscolos chavistas para que  vuelvan al redil democrático ofertado por las corporaciones petroleras estadounidenses.  Los esbirros de la súper potencia piensan  que los venezolanos nunca debieron salir del corral de los amos norteños.
Aquí, con falsedades, invenciones y mentiras, otros esbirros (los policiales corrompidos) protegidos por Jorge Fernández Díaz elaboraron una patraña que los medios de comunicación paniaguados (los Indas y adláteres) se encargaron de extender.
La finalidad no era otra que evitar el acercamiento al poder de  una formación política poco afín a los intereses de los poderes sombríos.
El motivo que impulsó semejante acción fue - entre otros - poner silencio sobre los escándalos del partido de Pablo Casado y ocultar las financiaciones vía Ibex 35 que recibió la ciudadana franquicia naranja o las dádivas iraníes que nutrieron a los nostálgicos del general levantisco.
En un país medianamente moderno y democrático, un partido declarado organización criminal (según sentencia judicial) por delitos contra la limpieza democrática - el Partido Popular - estaría inhabilitado políticamente. Aquí aguantamos la ignominia delictiva con docilidad igual que pagamos las subvenciones a la fundación Francisco Franco.
La indefinición política de Ciudadanos le obliga a sostener gobiernos de un partido condenado en sede judicial y a su vez proteger a los cachorros de los reaccionarios.   
Sobra decir nada acerca de los nostálgicos franquistas que cabalgan hacia tiempos pasados.
Los tres partidos juntos conforman la cavernaria derecha española que - si no espabilamos - se ciscarán en nuestros derechos.