viernes, 24 de agosto de 2018

Sin remedio


En el estado de Pensilvania (EE.UU) los tribunales han juzgado y condenado a la Iglesia Católica por los abusos sexuales  que han sufrido  más de 1000 menores de edad.
Las crónicas que nos llegan desde Norte América dicen que unos 300 miembros de la Iglesia Católica: prelados, religiosos, curas y monjas, utilizaron a niños para satisfacer sus desviaciones sexuales.
La sentencia también constata que la jerarquía eclesiástica tenía conocimiento de los hechos y desde esa prelatura se urdió una trama con la finalidad de ocultar los desmanes cometidos y proteger a los violadores.
Cardenales, Obispos, Arzobispos y sacerdotes son acusados de abusos y condenados una y otra vez.
Los casos de pederastia que se han ido repitiendo a lo largo del globo terráqueo colocan a la corporación religiosa en una incómoda postura. Tendrían que investigar si estas perversiones no son  debidas a unos obligados votos de castidad.
En la católica España estamos habituados a sufrir los desmanes clericales en materia carnal. Siempre hemos padecido esta plaga que, con las prerrogativas  que le fueron concedidas durante la larga dictadura, alcanzó la inmunidad.
Aquí aún no hemos conseguido abrir las ventanas para juzgar las barbaridades que cometieron los clérigos y monjas.  La Justicia y la Reparación están muy lejos de llegar 43 años  después del óbito del tirano.
Todos los atropellos fueron ocultados bajo un pesado manto de silencio que facilitó  y sigue facilitando  impunidad a la Iglesia Católica española SA.
No solo le otorgó  protección, también le proporcionó pingües beneficios ¿Tal vez en pago de favores realizados por su inquebrantable adhesión al Alzamiento Nacional?
La España doliente de la post guerra e inicio de lo que nos empeñamos en llamar democracia aguantaba con estoicismo las sucias inclinaciones de los nocivos violadores con sotana.
Franco y sus secuaces no eran muy listos, ni siquiera les adornaban virtudes militares tal y como intentan vendernos una recua de nostálgicos que harían un gran favor al ejército siguiendo calladitos. Los cantamañanas que intentan reivindicar su figura lo hacen pretendiendo obviar detalles que tienen poco de nimios como fueron las ejecuciones sumarísimas.
A los asesinatos desde el poder tratan de teñirlos de legalidad aludiendo al cumplimiento de sentencias dictadas tras parodias judiciales. De lo que el General traidor  sí podía alardear era de su condición criminal.
La Iglesia Católica calificó de “Cruzada de Liberación” el infame levantamiento. Esto permitió a los canallas utilizar siglos de sumisión a los hábitos y sotanas para dominar y adoctrinar al pueblo dócil e ignorante. Si les fallaba la zanahoria (la cruz) siempre les quedaba el palo (la espada).
Como no podía ser de otra manera tanto los facciosos como los eclesiásticos actuaban mirando sus terrenales intereses.
En los países con determinado índice de dignidad aquellos bienes inmuebles y terrenos que no tienen un propietario reconocido en los libros registrales, pertenecen a la comunidad. En España también era así  hasta que un Franco “salvapatrias” decidió que los Obispos podían atribuirse la propiedad e inscribirlos en el Registro sin más.
Aznar superó al dictador y fue más allá permitiendo a la corporación católica inscribir los bienes de culto. Con esta estupidez “el Hombrecillo Insufrible” regaló a la curia católica ingentes propiedades del Patrimonio Nacional.
En el cielo de los “infames” se encontrarán ambos próceres y debatirán sobre quién esquilmó más y mejor a los pobres españoles.
En nuestra tierra se seguirá yendo a misa de 12, nombrando a vírgenes alcaldesas perpetuas o condecorando policialmente a otras, postrándose de hinojos ante los Obispos, todo mientras curitas enfermizos sodomizan a nuestros hijos al tiempo que rezan el rosario.
Francisco I pedirá perdón una vez más, los niños seguirán gritando de dolor, los curas cambiaran de parroquia para continuar abusando de piezas nuevas, los padres lloraran de indignación y la Justicia seguirá esperando que esto por fin se parezca a  Pensilvania. 

sábado, 18 de agosto de 2018

¿De qué nos extrañamos?


Desde Marruecos hemos tenido  conocimiento de una estremecedora noticia. La prensa nos informa de una campaña para instar a los hombres marroquíes  a actuar como tales. El slogan utilizado no deja lugar a dudas: “Si eres un hombre, tapa a tus mujeres”.
Según estos  defensores de las esencias masculinas ser un hombre quiere decir subyugar y someter a las mujeres.
Utilizan para tal fin diversas técnicas: en primer lugar las catalogan como una propiedad, después tratan de hacerlas  invisibles ocultándolas tras capas de tejido textil.
Con esta manera de pensar podríamos concluir que cuanta más tela cubra el cuerpo femenino los varones se sentirán más orgullosamente viriles.
Claro que no necesitamos cruzar nuestras fronteras para coleccionar un buen número de especímenes que viven en cuevas parecidas o en copas de árboles similares.
Son los garrulos “machotones” que jalean y justifican a unos violadores.
Entre ellos habitan magistrados que no aprecian violencia ni intimidación en actos en los que cinco mamarrachos rodean a una joven en el  reducido espacio de un portal para abusar repetidamente de ella. 
Alguno de esos  jueces incluso  es capaz de pensar que semejante situación pudo ser placentera para la mujer. Habrá que preguntarse… ¿Qué desayuna ese juez?
Quién no podía faltar en el esperpento es el típico abogado defensor que basa su  estrategia procesal en denostar la reputación de la víctima. Pretende demostrar que la joven no fue violada porque tras el suceso siguió con su vida en lugar de morirse de amargura. 
Como guinda del pastel tenemos a una prensa que nos muestra a los indeseables delincuentes como si fueran pujantes estrellitas de la actualidad disfrutando durante sus merecidas vacaciones estivales.
Todos nos quejamos pero nadie apaga la tele. Los programas son basura pero las empresas se siguen anunciando y pagando la publicidad,  entonces… ¿Qué nos produce tanto asombro?    
Estas son las cosas que debemos esperar de sociedades  regidas por monarquías caducas. Un ejemplo es la española encarnada por el sucesor de un rey que fue nombrado por un cruel dictador responsable de miles de asesinatos. Ni el sátrapa ni el rey van a ser nunca juzgados. Uno por imposibilidad legal y el otro porque no tenemos vergüenza.
Pero la escandalosa situación de las mujeres fustigadas por la intransigencia religiosa no acaba aquí.
En  Argentina  ha sido rechazada una ley para  regular la interrupción del embarazo.
En una apretada votación de 38 a 31 el Senado ha decidido que las mujeres argentinas sigan arriesgando sus vidas en abortos clandestinos practicados sin ninguna garantía sanitaria.
Naturalmente serán las mujeres pertenecientes a familias humildes y carentes de recursos. En cambio las familiares de los que han votado en contra  saldrán de vacaciones a un país cercano y después de ir a misa abortarán con todas las medidas de protección en alguna de las lujosas clínicas privadas que pueden pagarse.
No hace tanto las mujeres de nuestro país vivían una situación similar, atrapadas en los mismos grupos.
Mientras las pertenecientes a familias humildes fallecían desangradas en cualquier cuartucho donde eran manipuladas con una percha, las hijas cristianas de la rancia derecha española abortaban atendidas por doctores durante sus frecuentes  excursiones a Londres.
Teniendo en cuenta que el argentino jesuita Bergoglio - en su día estrecho colaborador de la sangrienta dictadura militar argentina - es el  actual Papa cabe preguntarse: ¿Asombra a alguien el rechazo de  la  ley por parte de un Senado convenientemente adoctrinado?
Según informan los corresponsales, nuestros carcas autóctonos  han colaborado decisivamente en el resultado de las votaciones.
Grupos radicales españoles dotados de notable integrismo religioso - Hazte oír, Foro de la familia  y afines - han llevado a cabo las mismas campañas que otrora hicieron en España y  con idénticos fines: retroceder sustancialmente en los derechos de la mujer.
Estas organizaciones siempre han contado con el  apoyo monetario de la vehemente Iglesia Católica Española que a su vez es sostenida mediante los Presupuestos Generales del Estado.  
Por si fuera poco, algunos de estos rebaños ultra están considerados de interés general y por ese motivo disfrutan de esplendidas subvenciones estatales que también pagamos entre todos.
Todo es consecuencia del viejo y patriarcal catolicismo hispánico que permanece cara al sol en su papel de salvaguarda del integrismo carpetovetónico. Es la rebuscada fórmula para que estos fundamentalistas religiosos no tengan reparos  en pisotear los derechos de las mujeres con tal de seguir  sosteniendo su posición de dominio social.

jueves, 9 de agosto de 2018

Lo previsto


El Gobierno de Sánchez marea la perdiz en búsqueda del mejor momento para dejar de rendir homenaje y tributo a un militar rebelde que se levantó en armas contra la legalidad vigente.
Un tipo que se dedicó a fusilar gente y a dejarla tirada en cualquier lado, preferentemente en las cunetas, porque eran personas que deseaban librarse de los caciques.
Un individuo que - sin ningún tipo de pudor - manifestaba públicamente sobrarle media España si no se acomodaba a su ideario. Para corregir esa canallada el Gobierno del PSOE no encuentra el momento oportuno.
La solución es sencilla: si el monumento del Valle de los caídos pertenece a Patrimonio Nacional, corresponde a Presidencia de Gobierno decidir acerca de su uso. Ni Cardenales, ni  Obispos, ni un prior supeditado a una Orden religiosa francesa. Ni por supuesto la Fundación Francisco Franco que hace tiempo que debería estar ilegalizada.
Los restos del dictador se entregan a sus familiares y que hagan con ellos lo que crean conveniente.
Esta medida tendría que acompañarse de una reforma exprés del Código Penal  para contemplar como delito de terrorismo la exaltación del franquismo en cualquiera de sus formas. Tampoco estaría de más acometer - ¡de una vez! - la reforma de los Órganos Judiciales para limpiar el escalafón de adoctrinados eclesiásticos y de militantes post franquistas.
Así se acabarían de una vez esperpentos como la iniciativa de los desubicados militares nostálgicos  que reivindican la figura castrense de un traidor asesino y genocida.
También desaparecerían  los “posados” fascistas del Borbón bisnieto del dictador rodeado de cafres, y la ambigua flacidez que exhiben los Tribunales de Justicia con las proclamas y comportamiento  fascistas incitadoras del golpismo militar.
En lugar de acometer las medidas reparadoras de una infame situación, Pedro “el Breve” se acomoda en el sofá de la Moncloa y trata de ejercer de polifacético estadista. La conclusión es que se convierte en un polimorfo adocenado.
Una vez instalado en la poltrona de mando, voces al oído le dictan que es mejor no remover determinados asuntos del pasado para no enfurecer a poderosos y acaudalados  enemigos.
Al igual que sus predecesores socialistas en la Jefatura de Gobierno se adapta y amolda para no despertar la ira del monstruo fascista que dormita bajo la apariencia de democracia. La Iglesia  a través del OPUS y el capital con la banca como ariete siguen marcando la agenda del Gobierno.
Todo se desarrolla tal y como estaba previsto o… ¿Alguien en sus cabales espera otra cosa del “Resucitado”?
En estos tiempos es cuando se empieza a entender las exigencias públicas que Pablo Iglesias presentó para apoyar un Gobierno de Pedro Sánchez alternativo a Mariano Rajoy y su posterior impedimento a investir el matrimonio Pedro-Albert.
Viendo las actuaciones del Presidente Sánchez comienza a explicarse la negativa de Podemos a la formación de un Gobierno PSOE-Ciudadanos que desalojara al debilitado Partido Popular.
Después la situación político-social  y los escándalos  que acorralaban al PP demandaban destituir a Mariano Rajoy de la Presidencia de Gobierno y fue entonces cuando la formación morada y sus confluencias se vieron atrapadas en su propio sentido de Estado.
Colocaron el bien común por encima de estrategias de partido a sabiendas del coste que para Unidas Podemos iba a suponer el encumbramiento del líder socialista.
Con el simple hecho de sentarse en la cabecera del Consejo de Ministros ha comenzado la remontada del PSOE.
Naturalmente se está produciendo a costa de la formación política que le disputa los votos de la ideología de progreso. Es otra regla aritmética sin fallo: PSOE sube, Unidas Podemos baja y a la inversa.
¿Pensaban en Unidas Podemos en otra posibilidad? Salvo caso de candidez extrema no creo. La inocencia tiene poca cabida en política.
¿Ha sorprendido a los “podemitas” la actuación de Sánchez? ¿Se sienten defraudados?
No es lógico pensar que haya sido un imprevisto para Pablo Iglesias el comportamiento que está teniendo el líder del socialismo.  Conociendo las sucesivas trayectorias del PSOE cuando gobierna seguramente  esperaría  un proceder de estas características.
Iglesias nunca se ha fiado de Sánchez de ahí su primera intención de imponerle un Gobierno compartido. El egoísmo y la cobarde respuesta de Sánchez dieron al traste con esa oportunidad.
En la última moción de censura, en la triunfante, la izquierda parlamentaria se vio en la obligación de dar su apoyo. A regañadientes aceptaron la imposición por sentido de la responsabilidad. 
Ahora bien, una vez abierto el proceso de descomposición del Partido Popular asistiremos a la lucha por espacios en los que no caben todos por mucho que amplíen el campo y trasladen los límites de la derecha más allá de la frontera de VOX y formaciones por el estilo.
Tres gallos tan esbeltos son muchos para las dimensiones de  un corral tan exiguo.

miércoles, 1 de agosto de 2018

Los nostálgicos


Ha sido noticia que 181 militares de alta graduación - Generales, Coroneles, Tenientes Coroneles, Almirantes y Capitanes de Navío – han firmado un manifiesto reivindicando la figura del General Francisco Franco.  
En una especie de “parto corporativista”, casi dos centenares de nostálgicos retirados de la milicia han mostrado su apoyo a uno de los mayores culpables del desapego que el pueblo español profesa hacia su Ejército.
El manifiesto rezuma una indudable carga política y por supuesto no la oculta.
La España de los autodenominados “españoles de bien” menosprecia sin pudor las diferentes formas de pensamiento que no coincidan con el nacional-catolicismo.
Exhibe el panfleto la disciplinada obediencia que el dictador profesó a los sucesivos  Gobiernos habidos durante la II República y lo presenta como un mérito ¿Dónde radica la virtud en el cumplimiento de la ley?
Demérito es la sublevación del rebelde y sedicioso contra el Gobierno legítimo cuando este dejó de gustar a los caciques ancestrales que sufría y sufre el país.
Levantando sus armas  profanó la voluntad de su pueblo y lo hizo enfrentando a padres con hijos, hermanos contra hermanos en una indecente contienda fratricida.
Los nacional-católicos revisionistas de la historia pretenden vestir de legitimidad la asonada militar esgrimiendo la teoría de los dos bandos. Es la fórmula elegida para dotar de dignidad a unos traidores que volvieron los medios materiales y humanos contra la nación que les había confiado su defensa.
Detrás de unos miserables asesinos y genocidas se alineo el sector económico más represor. Los rebeldes fueron alentados por la misma ideología fascista que sumió al mundo en la peor guerra hasta ahora conocida y acabaron santificados por una Iglesia Católica española  que tachó de cruzada el exterminio de todos los que quisieron defender la legalidad de su libertad.
Así se gestó el “heroico” comportamiento de Franco.
La desgracia es que estos deleznables episodios tendrían y deberían estar cerrados ya.
Lamentablemente se han perdido oportunidades para evitar que se pudieran dar manifiestos como el de los 181 melancólicos. Estas expresiones son consecuencias de una “modélica transición” que pasó de puntillas por la reparación histórica de los derechos de los represaliados.
 De esta manera los poderosos no se sintieron muy incómodos con el nuevo orden político y consideraron poco violentados sus privilegios. Así dieron su visto bueno al cambio político.
No tenemos que rasgarnos las vestiduras, el número de facinerosos  firmantes es irrisorio si lo comparamos con la cantidad de militares en situación de retiro y activo que no han firmado ninguna proclama de loas franquistas.
La pregunta a hacer es ¿Cuántos jefes del Ejército en activo firmarían documentos de esa clase? ¿Qué arraigo tienen ese tipo de ideas  dentro de las actuales  Fuerzas Armadas españolas?
Haría bien el Ministerio de Defensa en preocuparse por investigar las corrientes de pensamiento intransigente que sacuden las salas de banderas a lo largo de la geografía nacional. No estaría de más que esmeraran la vigilancia.
Todavía se está a tiempo para reparar un error que no se tenía que haber cometido.
Tras la muerte del dictador y una vez abierto el proceso de cambio de la vida social y política se tendría que haber enterrado el franquismo al tiempo que se sepultó a su creador.
Las tentaciones de veleidades involucionistas hubieran pasado a mejor vida.
En España tendríamos grupos de extrema derecha como los hay en toda Europa, pero sería deseable que el Código Penal contemplara como delito la apología del golpismo franquista.
Ilegalizando asociaciones como la Fundación Francisco Franco se apagarían muchas de las luces que guían la intransigencia.
Con estas medidas se evitarían los menosprecios que sufren las víctimas del régimen.
Las declaraciones de portavoces y presidentes de partidos de la derecha  resultan  insultantes hacia los muertos que siguen en las cunetas, hacia las familias que quieren enterrar a sus deudos y para los represaliados obligados a continuar enterrados al lado de su verdugo.