¡Por fin sacaron a la momia del
Valle! Podríamos felicitarnos y dar saltos de alegría pero casi no nos quedan
ganas, es lo que tiene alcanzar los sueños con exceso de retraso.
Por otra parte tampoco convendría
descuidarnos, ya han empezado a salir a la palestra los primeros espantajos escarnecidos.
Les mueve la rabia por la resolución del Congreso de los Diputados de trasladar
a un tirano fuera del mausoleo de honor
que había construido para vergüenza y escarnio de los vencidos.
Al déspota le llegó el final en
la cama, la muerte le alcanzó acompañado por su familia, velado por sus amigos y
enterrado dignamente con honores de Jefe de Estado. Todo muy diferente al
enterramiento al que fueron sometidos miles de represaliados que fueron
asesinados y sepultados como perros en cualquier cuneta.
Tras el óbito del opresor se inició
un proceso de reconversión de las estructuras del Estado.
Para ello hubo que tragar con la
Jefatura del Estado que había ordenado el sátrapa. Cuarenta y tantos años más tarde, después de una sangrienta guerra
y una feroz dictadura habíamos vuelto a la casilla de salida: un Borbón se
sentaba en el trono de España a título de rey por obra y gracia de un tipejo
que decidió que la nación debía ser UNA finca LIBRE de derechos civiles y con GRANDES
carencias sociales.
Las cabezas pensantes del Régimen
llevaban años madurando el momento
sucesorio ¿Cómo tenían que reaccionar cuando desapareciera la figura que
aglutinaba el Movimiento Nacional?
Sabían que tendrían que hacer
sustanciales modificaciones en el apartado político, no era fácil pretender mantener
inalterable el franquismo sin Franco.
El primer paso fue acercarse a la
tímida oposición política que se gestaba en el interior del país. De esta forma
quedaba debilitada la verdadera oposición que seguía operando desde el exilio.
La estrategia para lograr el asentamiento
del liderazgo de Felipe González fue una obra de precisión urdida desde las
cocinas del franquismo y digna de una artera mente.
El Coronel médico Romero,
concejal del Ayuntamiento de Sevilla y amigo del médico personal del Almirante Carrero Blanco, resultó aval suficiente
para que el PSOE renovado de Felipe
lograra el reconocimiento de la Internacional Socialista de Willy Brand.
De esta forma quedó desplazado el
PSOE en el exilio, liderado por Rodolfo
Llopis y que pasó a conocerse como PSOE histórico desde la aparición del PSOE
renovado de González.
Con el PSOE domesticado se
acometió la tarea de realizar una Transición pactada que silenciara el posible
ruido de sables. Se dieron los pasos para aglutinar al resto de actores que
posteriormente se unirían a la comedia de la reforma política.
Lo primero y esencial era
mantener un clima de estabilidad y concordia. Para conseguirlo garantizaron a
los franquistas relevantes la inmunidad judicial y sus situaciones de
privilegio.
Para tranquilidad de los verdugos
se decretó una ley de amnistía que enmascaraba una perversa ley de punto final.
Los desvalijadores, ladrones,
torturadores y asesinos adeptos al régimen quedaron a salvo de la acción de los
tribunales de justicia.
Cuando en uso de la justicia
universal tribunales internacionales han intentado juzgar los delitos cometidos
por prohombres del franquismo, la respuesta de las autoridades españolas ha
sido la de exhibir la ley de amnistía que limpiaba de responsabilidad los
delitos cometidos durante el oscuro periodo dictatorial.
Como es sabido, este hecho es
contrario a la declaración de Justicia Universal
que no contempla ni las amnistías ni la prescripción de los delitos de lesa humanidad.
Para salvar la cara de insignes
franquistas reclamados por tribunales internacionales, el Ministro de Justicia
Ruiz Gallardón, en contra de la opinión de expertos consultados por su Ministerio,
restringió la aplicación de la Justicia Universal. Entre otros, Martin Villa y
Utrera Molina – suegro de Gallardón – fueron favorecidos por la limitación y
librados de comparecer como imputados ante la jueza Servini.
A día de hoy con una ley de
memoria histórica vigente, las cunetas siguen llenas de cadáveres de asesinados
sin que los Gobiernos hagan mucho por solucionarlo. Mariano Rajoy se jactaba de
haber dedicado presupuesto cero a la ley de la memoria histórica.
Tampoco ayuda al cumplimiento de
la ley la actitud de magistrados como el Presidente del Tribunal
Superior de Justicia de Castilla y León que la tacha de venganza de los
perdedores de una guerra. Además de ignorante, perverso. Declaraciones de esa
índole denotan que por mucho que vuele Franco
NO ha salido de la vida política y pública española.
Ver la escena de la dotación
militar del helicóptero que transportó el féretro de la momia saludando
militarmente al “nietísimo y hermanitos” produce sonrojo, vergüenza y bastante
asco.
Hasta que las directrices del
Parlamento europeo no se hagan efectivas y ¡Por imperativo legal! Se ilegalicen
TODAS las muestras, declaraciones, manifestaciones y asociaciones dedicadas a exaltar
el fascismo asesino franquista, Franco seguirá aburriéndonos con su mensaje de
Navidad.
Impecable y rigurosisimo
ResponderEliminar¡¡¡¡👏👏👏👏👏!!!!
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