sábado, 25 de julio de 2015

Escondidos y callados

Debemos admitir su fuerza, únicamente reconociendo nuestra debilidad podremos articular nuestras defensas para hacer frente a las múltiples agresiones que recibimos. Pecaríamos de ingenuos si por un momento cayéramos en la tentación de pensar que la razón nos va a permitir doblegar la estulticia que alimenta sus comportamientos. Son estúpidos, sí, pero muy poderosos.
Con la llegada al gobierno municipal de Madrid  de la candidatura de regeneración democrática encabezada por Manuela Carmena estamos asistiendo a una permanente caza de brujas por parte de los irreductibles asalariados de los poderes ocultos, de los que mandan. El primer blanco lo encontraron escarbando en las aportaciones que había realizado el concejal electo Zapata cuando participó en un foro-evento que trataba sobre el humor negro.
Con la “gracieta” de cómo se podrían meter un motón de judíos en un seiscientos vislumbraron la oportunidad y se lanzaron cual buitres a por ella.
Tan virulento fue el acoso que Zapata se vio obligado a dimitir.  Los calificativos recibidos por su aportación al programa sobre el tipo de humor macabro ejercieron tal presión sobre la opinión pública que Zapata compareció en rueda de prensa para pedir perdón por su error. Resultó enternecedor escuchar a un político de nuevo cuño disculparse por comentarios vertidos en épocas en las que ni sospechaba que algún día le pasarían factura. El chiste ni siquiera es suyo.
Por otra parte chistes de mal gusto que atentan contra millones de sensibilidades los oímos a diario en todas las esquinas de los pueblos de esta atormentada nación. Reírnos y burlarnos de los jefes, de los poderosos, de los diferentes, de los débiles, de los fuertes, de los iguales, de las mujeres, de los disminuidos, de los guapos, de los feos, de los catalanes, de los vascos, de los de Lepe, de los que rezan, de los ateos, en definitiva de todo hijo de vecino, es una de las pocas cosas que no nos han podido quitar.
Probablemente sea de un pésimo gusto y esconda una tremenda zafiedad sin embargo la chanza es la válvula de escape para soportar la desigualdad, la soberbia de los que mandan, la   mierda de vida que nos permiten. Si eliminamos la posibilidad de burlarnos de todos los que nos acogotan y de nosotros mismos,  ¿Qué nos queda?
Quizás nos quede mandarlos a tomar por saco y reconstruirnos, pero ya sabemos que no estamos capacitados para decisiones tan difíciles, seguiremos gritando ¡Vivan las “caenas”! Y a continuación nos conformaremos con los chistes, mal que nos pese.
Pues bien, con estos ilustrativos antecedentes el pasado día 18 de Julio se celebró una misa homenaje en la iglesia de los Jerónimos de Madrid en recuerdo de un acto delictivo. Histórico y delictivo.
Durante la homilía el señor párroco se vino ¡Arriba! y obsequió a los entregados asistentes con una versión monacal de ¡Como ser un sinvergüenza y además parecerlo!
Cantó, alabó, defendió y subió a los altares una perversa y sangrienta toma de poder y las posteriores consecuencias. Mancillo el honor de las victimas ensalzando al verdugo: Al denominado  “Glorioso Alzamiento Nacional”.
Ya resulta suficientemente anacrónico que tengamos como jefe de Estado al sucesor de un personaje impuesto por el Dictador. Es inverosímil que exista una fundación Francisco Franco subvencionada y sostenida desde un Estado supuestamente democrático. Parece una burla que se mantenga la ley de amnistía que ampara y protege a expoliadores y asesinos. Produce dolor el nulo cumplimiento de la Ley de la memoria histórica.  Escuece comprobar cómo se sortean los compromisos contraídos con la comunidad internacional con el propósito de evitar el procesamiento de personajes relevantes del régimen - Martín Villa, Utrera Molina,… - mientras se alaba la actuación de la justicia contra gobernantes de idéntico pelaje: Junta militar argentina, Pinochet, Videla, Noriega,..- en suelo ibérico la consigna es: A los facinerosos  franquistas no molestarlos.
La iglesia de Los Jerónimos está en Madrid, cerca de donde pasea  Esperanza Aguirre, ¿Le parece a la presidenta del PP madrileño una broma de mal gusto la diatriba del cura? ¿Ha satisfecho Aguirre todas sus ansias reparadoras maltratando a Zapata? ¿Están de acuerdo los paniaguados de la prensa con lo que dijo el oficiante? ¿Comparte la Conferencia Episcopal la visión del sacerdote? ¿A Maroto no le da asco este caso igual que le produce repugnancia Bárcenas?
Las respuestas a las preguntas parecen ser: NO,  SI,  SI,  SI, NO SABE NO CONTESTA.
Mientras la franquicia católica bombardea a los televidentes con la manida “X” un estremecedor mutismo se ha apoderado de los medios de comunicación “oficiales” y de los portavoces políticos. El célibe vocacional ha soltado su sarta de estupideces y un manto de silencio ha sellado bocas, micrófonos y rotativas ¿No es su discurso un enaltecimiento del golpismo?
La mierda es mejor no menearla que huele.

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