No es que el país estuviera harto, ni que los partidos que apoyaron la moción se dieran cuenta de la podredumbre que asolaba al PP. No nos engañemos, la moción de censura que desalojó a M. Rajoy de la Moncloa, fue precisamente por eso, por M. Rajoy. Había necesidad de abrir las ventanas para que un vendaval de aire fresco arrastrara el aire infecto que ahogaba la convivencia.
Es cierto que, al final, el vendaval anunciado no fue tal, más bien se transformó en una brisa mañanera ¡Pero qué alivio poder respirar!
Desde el mismo instante en el que un bolso de marca sustituyó a M. Rajoy, los “amos” de la finca lanzaron sus huestes contra el “Usurpador”.
¿Un Gobierno progresista, de izquierdas, con comunistas? ¡Catástrofe!
La historia de la condición ilegitima del Gobierno de España volvía a repetirse. En 1993 Javier Arenas ya había cuestionado la victoria de Felipe González tildándola de “pucherazo”. Prácticamente nadie le ha afeado el exabrupto antidemocrático.
Más tarde, Rodríguez Zapatero sufrió las inclemencias de su primer mandato. La teoría del complot antiespañol caló con fuerza en el imaginario popular. Según Aznar, sus mariachis y las comparsas mediáticas, los atentados del 11M habían alterado el resultado electoral. Argumentaron que los españoles sintieron un miedo atroz y votaron con ese miedo. Que el resultado fuera la respuesta lógica a una burda mentira, urdida desde el Gobierno de Aznar, ni siquiera se contempla a día de hoy. Los mentirosos siguen con sus mentiras.
Por otra parte José Luis Rodríguez Zapatero se vio enredado en la tela de araña que tejieron desde la oficialidad del aparato de su partido. Felipe González seguía manteniendo su influencia y poder. Zapatero no solo se conformó con la presencia de Bono, se plegó y tragó con adeptos a Felipe como Pedro Solbes y Alfredo Pérez Rubalcaba.
El PSOE de Zapatero nunca se liberó de la influencia neoliberal que impuso Solchaga. Sus medidas sociales se veían sistemáticamente castradas por la resistencia de Pedro Solbes a incluir partidas presupuestarias que facilitaran su desarrollo. Es muy complicado implantar políticas sociales teniendo de ministro de hacienda a una persona que cree en la autorregulación de los mercados.
La reaccionaria derecha hispánica nunca asimiló que un provinciano como Zapatero les desalojara de los ministerios. La incredulidad por los resultados llevó al país a un clima irrespirable de confrontación y desafección política. Todavía usan la vil estrategia de tildar al Gobierno de okupa. La fórmula es simple: sí la derecha no gobierna, el Gobierno es ilegítimo.
Otra estrategia fue recurrir leyes admitidas dentro del orden Constitucional. Con ello perseguían demorar su puesta en vigor. Los ejemplos son tantos y tan variados que resulta agotador enumerarlos.
Una muestra la tenemos en el recurso ante el TC de la ley de matrimonio de personas del mismo sexo. A la par que fue recurrida, fue utilizada por los recurrentes. Otra prueba es la sentencia del TC sobre el “Estatut de Cataluña”. Sentencia considerada el combustible para provocar el incendio separatista, al despreciar a los Congresos español y catalán que aprobaron el Estatut. También se recurrió el loable intento de expulsar el adoctrinamiento religioso de las escuelas y sustituirlo por educación para la ciudadanía. Esta iniciativa fue tumbada por la perniciosa influencia de la Iglesia Católica. El PP reaccionó de la misma forma contra la ley para la recuperación de la memoria histórica. Esa ley destapó el ADN filo fascista de la derecha española. Recordar que según el PP (Pablo Casado, Rafael Hernando, Ester Muñoz…,) los represaliados por el franquismo buscaban los huesos de sus familiares, tirados en las cunetas, para conseguir subvenciones.
Esto pretende ser una pequeña sinopsis de lo que sucede cuando la derecha extrema deja de tener el Gobierno nacional. El poder nunca lo pierden y lo cimentan con el control en diferido. Para no perder dominio no dudan en retardar, paralizar e incluso impedir la renovación de las instituciones. Sangrante ha sido la resistencia a renovar un CGPJ caducado durante años.
Manipulan los tribunales, manejan los medios de información, utilizan los recursos del Estado, prostituyen la justicia y cuando todo ello no es suficiente delinquen abiertamente creando pruebas falsas contra sus adversarios políticos, como ha quedado suficientemente probado. Algún día, algún fiscal pedirá prisión para esos farsantes y quizás algún juez opine que es posible que puedan destruir pruebas (antes de que lo hagan a martillazos) y los envíe a prisión provisional sin fianza ¿Lo veremos algún día?
También es posible que se imponga la conciencia democrática y cuando salte un caso de corrupción se deje de propagar que todos los políticos son iguales. Esa afirmación únicamente persigue la imposición de un sistema totalitario, dirigido por personajes que corruptamente se hacen con el poder para ejercerlo a su antojo. Los herederos de la banda del 36 persiguen con ahínco reeditar los éxitos de sus mayores.
Para no caer en la trampa que nos tienden es necesario reafirmar el compromiso social. El estado de bienestar es un logro, la fiscalidad progresiva es un avance, la igualdad de oportunidades es justicia, la educación y sanidad universales son una mejora evidente, los derechos alcanzados por colectivos discriminados por cualquier circunstancia de diversidad son un beneficio y que las mujeres alcancen a representar y ejercer el autentico papel igualitario que tienen en la sociedad es una meta a lograr.
Ya no nos conformamos con el lacónico y borbónico; “lo siento mucho, no volverá a suceder”, salido de los reales labios de un defraudador regularizado. Queremos, además de la restitución del daño ocasionado - en todos los ámbitos – el castigo ejemplar disuasorio. Si el Emérito ha ocasionado un daño, tras reparar el daño debe de ser desposeído de las atribuciones que le permitieron llevar a cabo sus tropelías.
Que Santos Cerdán esté en prisión es posible que sea necesario, pero no se entiende que Ábalos y Koldo sigan tan campantes.
Quizás la información de Aldama sea relevante para iniciar un proceso contra otros delincuentes, pero es poco entendible que un delito gravísimo sea aparcado para perseguir a otros delincuentes. Salvo que el instructor del caso Aldama/hidrocarburos tenga extrañas motivaciones y siga dictados políticos. Mucho me temo que van por ahí los tiros.
Ahora Santos Cerdán ha sido enviado a prisión provisional ¿Hay riesgo de fuga? No lo parece, ¿Va a destruir pruebas? Tampoco razona en ese sentido el magistrado, ¿Puede seguir delinquiendo? Pues no, abandonados sus puestos políticos ha perdido su capacidad para seguir influyendo en los órganos de adjudicación de contratos.
La decisión del instructor resulta extraña, salvo que otras circunstancias o terceras personas hayan aconsejado al juez enviar a Soto del Real al Secretario de Organización del PSOE. Sería extraordinariamente grave que los hechos que quedan por conocer, acabaran dando la razón a quienes empiezan a propagar que se trata de un burdo montaje, ¡Otro más!
Ya hemos visto fuerzas policiales convertidas en brigadas patrióticas, medios de comunicación (Ferreras, Inda…) emitiendo noticias falsas, jueces partidistas (Alba…) condenados por sus ayudas delictivas, políticos (Matas, Rato, Bárcenas, Zaplana, Vera, Barrionuevo, Mato…) condenados por su falta de escrúpulos. La fauna es diversa y variopinta.
Si a todos ellos añadimos un personaje como Aldama, ofreciendo a la fiscalía anticorrupción delatar delitos políticamente jugosos, a cambio de un trato favorable en las penas de sus casos, entenderemos la razón por la que Aldama ha sido excarcelado. El dúo Koldo Abalos sigue en la calle y Santos duerme en una celda. Las declaraciones del trío liberado dan munición para que Feijoo alcance por fin la Presidencia de Gobierno. El sueño que no fue… porque no quiso. O como ha dicho el Secretario General Miguel Tellado: “no son Gobierno porque no les dejaron…” . Con el sueldo que cobra aún no se ha enterado que los números son como son y si no sumas no gobiernas.
En las actuales circunstancias al PSOE solo le vale resistir, con Sánchez o con un sustituto. Pero la decisión la tiene Pedro Sánchez en su mano. Habrá disolución cuando él lo decida. Feijoo ya sabe que una moción de censura no tiene recorrido. Una vez se ha atado a la pesada carga de VOX solo le queda hundirse con Abascal porque nadie le va a prestar un salvavidas. O alcanza una quimérica mayoría con Vox, o tendrá que seguir aguantando a su “amiga” Ayuso soplándole en el cogote.
Si no le convence el plan siempre le quedará un destino Dorado en el Chalet Ilegal de su esposa desde el que podrá observar con Marcial ademán el devenir de la política.
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