Uyy!
Por poco, pero un 85 % de votos favorables casi otorgan a la aplastante mayoría
en la votación de la tramitación de la ley de abdicación (creo que se llama
así, no me hagáis mucho caso) el calificativo de mayoría a la búlgara. ¿Por qué
ese titulo de dudoso honor? sencillamente, por falta de debate.
Para
oír a Rajoy con los mismos argumentos que un charlatán de feria¨… y ya tal, …y
eso¨, y a Rubalcaba preguntarse qué hubieran hecho sus antecesores, González y
Zapatero, había sobrado el pleno.
Ya
que estamos vamos a ayudar a Alfredo en la contestación a su sesuda pregunta.
¿Qué
hubieran hecho Felipe y José Luis? Por orden:
Felipe
hubiera hecho lo mismo que hizo durante los años de su gobierno, el Tancredo,
enterarse por la prensa, y después mirar hacia otro lado esperando que su
mayoría social siguiera apoyándole hasta que hartos dejaron de hacerlo. Bajarse
los pantalones ante los poderes reales que gobernaban y gobiernan el país.
Después una buena consejería en una eléctrica y a vivir que son dos días.
José
Luis hubiera hecho de José Luis, un hombre sin ideología conocida, sin sentido
de estado, sin capacidad de reacción, apabullado por las circunstancias. En
definitiva hubiera preguntado a Merkel que era lo más conveniente. Eso hubiera
hecho. Obedecer a los mercados. Bajarse los pantalones ante los mismos que
Felipe. Después un recorrido de lavacara en los medios de comunicación
achacando a oscuros poderes su inacción por incompetencia.
Y
eso hizo Alfredo, pantalones abajo, no fuera a tener un ataque de dignidad y defender
sus ideas. No era el momento de hacer un feo a la Constitución.
Es
curioso, si alguien tan etéreo como los mercados lo piden, se puede hacer una
reforma constitucional exprés (del Art. 135 por ejemplo) mientras se toma uno
un café con el presidente del PP. Si los ciudadanos demandan una simple
consulta sobre el modelo de Jefatura de Estado, la Constitución se vuelve muy
arisca y no hay quien la meta mano. ¡Qué curioso!
Pero
mucho más curioso que esto, es ver a virtuosos del equilibrio como Alfonso
Guerra, o Rosa Aguilar dando el sí quiero. ¡Quien os ha visto y ahora os ve!
Podemos
imitar a Alfonso, y decir ¡Vais a dejar el PSOE que no lo va a conocer ni la
madre que lo parió! O sea que debajo de tu chaqueta de pana escondías a un
burgués monárquico. ¡Qué cosas!
Pero
bueno, como lo hecho, hecho está y tenemos que dar ejemplo de madurez
democrática hay que acatar la decisión de los partidos mayoritarios, los
diputados díscolos como mucho se ausentan o se abstienen, opinar no opinan nada
(aunque amaguen con votar en conciencia como Odón Elorza). De pintar ya ni
hablamos.
Una
vez acatada la decisión de nombrar Jefe de Estado vía copula, paso previo a la
gestación y posterior nacimiento, creo que sería conveniente asegurarnos que el
heredero lo es con todos los pronunciamientos legales.
Digo
esto sin acritud, que diría Felipe González, pero si empezamos a admitir que el
abdicante ha tenido más de un devaneo, nada nos asegura que Sofía en un
arrebato femenino, y para enseñarle al promiscuo que donde las dan las toman,
no haya tenido un desliz en una de sus escapadas a Bilderberg, y estemos
coronando a alguien que no le corresponde. En esta ocasión la transmisión de
corona se hace por parte del padre, la
madre solo es receptora de los elementos que van a provocar los derechos del
nacido. ¿Estamos seguros que El preparado es hijo del Campechano? Si hay dudas
hoy se pueden disipar con una sencilla y rápida prueba de ADN. Seria
humillante, si, igual que para muchos españoles lo es tener hijos que, por
nacimiento, van a tener menos derechos que los borbones.
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