viernes, 8 de marzo de 2019

¡Hasta aquí!


Parecía que el simulacro democrático que vivimos había ayudado a superar pasadas situaciones de aspereza institucional ¡Pero no! han bastado unos pocos contratiempos para comprobar que - bajo una ligera capa de pintura -  habitaba la esencia  reaccionaria  de la “Modélica Transición”.
En la actualidad, estamos inmersos en un insólito periodo de berrea de los tres machos alfa que  pugnan por conseguir los favores  de la derecha nacional.
Parecía impensable que, a estas alturas de desarrollo social, aparecieran tres verracos  disputándose las sobras del banquete  para auparse al “Olimpo” de los cantantes al sol que estrenan la camisa nueva. 
Aunque parezca mentira, aún coexistimos con fantoches reaccionarios envueltos en banderitas.
¿Quién podía sospechar que veríamos a Felipe González exculpar las torturas de la dictadura de Franco o a Alfonso Guerra alabar los logros económicos de Pinochet?
Tampoco nos debería extrañar si fuésemos capaces de reparar en los intereses que defiende la pareja cuando se quitan las caretas. Esencialmente,  son beneficios  de sus amigos venezolanos que, “casualmente”, están instalados en lujosos inmuebles del madrileño barrio de Salamanca.
Si se piensa detenidamente, estas posturas de los antiguos popes del “socialismo obrero” no resultan vicisitudes  tan insólitas. En este maremágnum de teatralizaciones y poses  hallamos múltiples obras satíricas en la dramaturgia nacional.
Entre ellas se sitúa el desarrollo del juicio que todo lo tapa, el descubrimiento del banquero espía, la constatación de elecciones ganadas con doping financiero, el impúdico destape de los liberales económicos (Casado, Abascal, Aguirre…) a los que no se les conoce actividad económica que no mame de las arcas públicas.
En la obscena lista no puede faltar esa policía política al servicio de unos sinvergüenzas; un rey que antepone el derecho a la democracia porque ignora que sin democracia no hay derechos; unos  fiscales que afinan las demandas a gusto del consumidor o algunos jueces que fallan sentencias fallando a la sociedad.
También hay que incluir entre los dramas a un clérigo falangista que alardea de su ideología  insultando a las  víctimas que reposan humilladas al lado de su verdugo y a un gobierno nacido de la esperanza de cambio que se mece laxo bajo las sombras de sus incumplimientos.
Tantas y tantas cosas desazonadoras  que nos dan ganas de emular a Labordeta y chillar ¡A la mierda!
Y así, pasito a pasito hemos vuelto a llegar hasta el 8M. La jornada de lucha que se llevó a cabo el día 8 de Marzo del  año 2018 fue una explosión reivindicativa por parte de las mujeres.
El Gobierno del Partido Popular presidido por Mariano Rajoy no entendió nada, o si entendieron algo fueron incapaces de transmitir ninguna empatía por las demandas de las mujeres.
El registrador de Santa Pola tuvo el comportamiento que se esperaba de un ambiguo y decidió dejar pasar el tiempo para que todo se olvidara y las aguas retornaran a bajar mansas.
O sea, lo habitual, y como siempre se equivocó con su indolente dejadez.
Un año después el tsunami feminista amenaza con ahogar las melifluas “interpretaciones” de esa derecha medieval. PP y Ciudadanos se están viendo abocados a definirse políticamente obligados por la corriente integrista que asoma por su derecha ¡Vox está aquí! Y eso les aterroriza.
A populares y neoliberales se les está acabando el tiempo de nadar y guardar la ropa.
La demanda de  IGUALDAD ya es imparable, todavía no se han enterado en  la CEOE, en la Conferencia Episcopal o en el Palacio de la Zarzuela. Pero se pongan como se pongan la rueda no va a dejar de girar.
A Pablo Casado le pierde haber cursado una lastimosa carrera exprés y un master en Harvard- Aravaca. Su formación personal es tan deficiente como la académica.
El comodín del terrorismo hace tiempo que no les funciona y el de España se rompe por Cataluña está muy sobado por el juicio del “Procés” ¡Se acabaron las excusas! Faltan las soluciones.
La tan manoseada Constitución hoy cobra especial importancia. España se constituyó en un Estado Social y democrático de Derecho aunque nadie se lo crea.
Las Mujeres RECLAMAMOS ¡IGUALDAD!
La IGUALDAD ha dejado de ser una  petición para convertirse en una EXIGENCIA.