Bueno,
pues ya estamos aquí, en la semana decisiva. Quedan poco más de siete días para
dilucidar si la convocatoria electoral del 20 de Diciembre sirvió para algo, o
si por el contrario resultó un ejercicio de exhibicionismo político para mayor
gloria de los actores.
Se acaba
el tiempo y parece que no llega la gran coalición,
¿o sí?
Ahora
todos esperan que las encuestas les sean favorables, que sus acólitos e
incondicionales no se desvíen de su doctrinario y sigan pensando que los “suyos”
son los menos malos porque todos son malos, los menos ladrones porque todos
son ladrones, los menos corruptos porque todos son corruptos…. Sí, efectivamente,
en el partido que yo voto hay ladrones, corruptos, sinvergüenzas y desalmados…
¿en qué partido no los hay? pero estos son mis delincuentes, los de mi clase,
los de mi raza.
Importará
poco, o nada, que el PP este sumergido en un lodazal de inmundicia: ni Gürtel ni Púnica ni Madrid ni Valencia ni Granados ni Bárcenas ni Rita Barberá ni Camps, ni… la lista llenaría folios y serviría de poco. Ni siquiera la
concesión del “liberticidio” a Fabra ni el descubrimiento de las actividades
de Manos Limpias (más bien manos sucias de estercolero) ni los supuestos chantajes
de Ausbanc a jueces y banqueros. Las conexiones están tan entrelazadas, tan superpuestas
y el entramado es tan hediondo que costará años conocer la verdadera magnitud
del expolio cometido. Si es que algún día se conoce.
Ministros
con cuentas en paraísos fiscales para evadir impuestos, amnistías fiscales para
favorecer a los compañeros de fatigas o
de pupitre. Ex presidentes de Gobierno patriotas de boquilla que son
sancionados por la hacienda pública por fraude fiscal.
Periodistas
amaestrados para vender sin el menor pudor el producto de los salvapatrias. Tal
que charlatanes de feria cantan las excelencias de sus amos e inventan patrañas
para desprestigiar a los posibles competidores. Sólo hay que recordar lo demoniaco
que era Monedero por haber hecho una declaración complementaria que, por cierto, acabó siendo un asunto cerrado sin sanción alguna. Difundida a los cuatro vientos
por la totalidad de los medios serios
nos debería chocar, si comparamos el ruido que en su día produjo, con el
inmenso silencio que acompañó a la sanción por fraude del ínclito Aznar. Cuando
menos parece curioso.
Nada
moverá a los siete millones de fieles ni siquiera la aparición de un sucedáneo
como Ciudadanos, auspiciado desde los mismos pulpitos de poder, subvencionado
por los mismos intereses para recoger lo que el PP se deje por el camino. Nada
ni nadie hará cambiar de opinión a esos españoles que profesan la religión
verdadera de la España como dios manda. Para ellos Rajoy es un mal menor, Rajoy
o un muñeco de Pokemón, el partido de la gaviota surcará los procelosos mares
de las elecciones agarrado a los brazos de millones de votantes. Ni ellos
entienden el motivo por el que lo hacen pero siguen votando a lo malo conocido
porque es “su” malo.
Para
nuestra desgracia es hasta posible que recuperen parte de lo prestado al
partido de Rivera. Éste ha cometido la
osadía de pactar con el PSOE. De todo punto ¡Intolerable! La gran coalición
tiene que ser dirigida por el PP sino es así pasa a ser un acto de vandalismo político.
Todo
esto es una autentico galimatías aunque el verdadero foco de atención tendríamos
que desplazarlo a otro de los actores. Pedro Sánchez.
El líder
del PSOE ha tocado con la punta de los dedos la única posibilidad que podía
tener de cumplir con su aspiración personal. Difícilmente se le presentará una
ocasión más propicia para ser Presidente de Gobierno. La diosa fortuna le
sonrió con el ofrecimiento de Pablo Iglesias articulado a través de Podemos,
las confluencias, IU (Unidad Popular) y el apoyo tácito de alguna formación
nacionalista que viera plasmada en el futuro Gobierno su legítima aspiración a
desarrollar un proceso democrático de consulta.
En lugar
de aceptar el ofrecimiento de las corrientes con las que tendrían que tener afinidad
ideológica o por lo menos coincidir en la necesidad de regeneración política y
social, Pedro Sánchez optó por la marca blanca del liberalismo económico
intentando colocar a los partidos de su margen izquierda un acompañamiento de
medidas sociales ¿Desde cuándo se pueden tomar medidas sociales sin partida presupuestaría
que los apoye? ¿Qué buscaba el PSOE? ¿Una
nueva versión de la ley de dependencia? Ley que nació sin dotación presupuestaria.
O tal vez un gesto como la Ley de la memoria histórica siempre carente de
fondos para poder buscar a los desaparecidos. Gestos para la galería sin
ninguna utilidad al no poder ser desarrollados.
Estos
datos deberían obligarnos a pensar… ¿Cómo ha sido forzado Pedro Sánchez a
renunciar a su sueño? ¿Quiénes le han obligado a desistir? ¿Cuál ha sido la
magnitud del chantaje?
Cuesta
trabajo creer que un profesional de la política asomado a la puerta de su paraíso
(Presidencia de Gobierno) no de el paso más fácil para alcanzar su meta.
Conocemos
la postura de destacados miembros de la facción PE (Partido Español) del PSOE,
esta parte, la PE hace tiempo que deshabilitó de su RAM la S de socialista y la
O de obrero. Felipe González o Solchaga o Almunia o Bono o Susana son
ejemplos sobrados de travestismo político. Ahora bien, desde la posición de
fuerza que se adquiere cuando se pisa Moncloa todos ellos no tendrían el menor
peso específico. Por eso las preguntas: ¿Pedro quien te asusta? ¿Con qué te
chantajean?