Recientemente
hemos conocido unas declaraciones del Papa Francisco en las que nos hacer saber
que ¨Los comunistas le han robado a la
iglesia la bandera de los pobres¨. Tengo alguna duda acerca de la ¨infalibilidad¨ del pensamiento de Bergoglio.
Según
la Iglesia Católica el Papa es infalible en cuestión de dogmas de fe. Esto es
algo tan inconcreto y de tan difícil demostración que cuando la realidad indica
que el Papa de turno estaba equivocado, sacan el dogma del cajón de la fe y lo
pasan al cajón de cosas mundanas. En las mundanas el pontífice puede
equivocarse. De esta forma llevamos siglos
con Dogmas infalibles y desmentidos posteriores.
En
sus declaraciones a Il Messagero, no sabemos si utiliza su don de infalible, o
por el contrario nos obsequia con una opinión terrenal. En cualquier caso es
fiel a la esencia de la Iglesia Católica de atribuirse la propiedad de todo
aquello que nadie exhibe como propio.
Arroga
a la Iglesia Católica la propiedad de la bandera de los pobres, de igual forma
que los Obispos españoles inmatriculan bienes a su nombre a precio simbólico y
así se hacen con la propiedad de la Mezquita de Córdoba o de cientos de casas parroquiales, o con miles de
ermitas, o con múltiples huertos y fincas del cura. En mi modesta opinión a los pobres españoles
no les importaría lo mas mínimo que la
Iglesia recuperara la bandera a cambio de devolver los bienes a los ciudadanos.
El
buen Francisco soslaya que, siempre que la Iglesia Católica ha levantado una
bandera, ha sido para conducir a los pobres como carne de matadero en las
múltiples guerras y tropelías que ha provocado la institución en defensa de sus
beneficios y prerrogativas.
Después,
una vez alcanzados sus fines, ha cambiado la enseña por un señuelo con el que
ha mantenido a los pobres maniatados al poder y por mor de la caridad
agradecidos a la sacra institución. La Iglesia sigue enarbolando la bandera de
la caridad, nunca la de la justicia. La justicia genera derechos, la caridad
engendra agradecidos.
Francisco
cumple fielmente lo que estipulan los evangelios, se posiciona en sus
declaraciones al lado de los desfavorecidos, de los marginados, de los perseguidos,
de las mujeres,… eso sí, solo de
palabra. ¿Para cuándo la firma de la carta universal de derechos humanos? ¿Para
cuándo el reconocimiento efectivo de la igualdad de la mujer? ¿Para cuándo la
condena de regímenes totalitarios paseados bajo palio? ¿Para cuándo el
reconocimiento del derecho a una muerte digna? ¿Para cuándo respetar los
avances de la ciencia que desmontan las creencias? ¿Para cuándo el derecho de
las mujeres a decidir sobre su cuerpo?
Demasiadas
preguntas. Necesita tiempo para contestar y no lo tiene porque está cobrando el
vasallaje y recibiendo pleitesía de los monarcas de España.
El
nuevo Jefe de Estado español que en su discurso de investidura repitió lo
mentado por su progenitor, aquello de ¨Todos somos iguales ante la ley¨. Fue un
lapsus sin importancia, en realidad quiso decir ¨Todos VOSOTROS sois iguales ante la ley, yo y ahora mi padre estamos al
margen¨. El gobierno ha corrido a aforarlo no vaya a ser que tengamos sorpresas
con cualquier juez Castro de turno.
Otro
lapsus que ha corrido a corregir el monarca ha sido el guiño de normalidad
constitucional que hizo en la ceremonia de nombramiento y jura de nuevo empleo
al prescindir de actos, ornamentos y simbología religiosa durante el evento.
Un
lapsus que rápidamente ha corregido a toda velocidad, entre todos los países
que hay en el mundo con los que España mantiene relaciones ha elegido para
realizar su PRIMER viaje oficial como Rey de España, a la grandiosa potencia
mundial conocida como Estado Vaticano.
EL
Obispo de Roma se ha reunido con el Rey de España. Mientras uno reclama la
propiedad de una bandera, el otro en su toma de posesión decía que cabemos todos al mismo tiempo que se impedía
el acceso al espacio común a los que
portaban determinadas enseñas. La cosa
va de banderas.
El
Papa dice que le han robado una, la de
los pobres. Los vasallos del Rey han secuestrado y ocultado otra por republicana y anti-sistema.
Estando
en tan buena sintonía los dos soberanos me da la nariz que va a ser la misma.
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