Afortunadamente
hoy en día las nuevas tecnologías ejercen de contrapeso de la prensa oficial al
servicio del poder, y aunque de forma modesta, transmiten visiones discrepantes
con las que se emiten desde los medios
oficiales del sistema. Resulta notoriamente molesto para la prensa escrita y
las televisiones de los grupos de poder, que otras opiniones poco afines con su
pensamiento ideológico sean transmitidas a la ciudadanía y que cada vez tengan
más seguidores que no se conforman con la versión rosa de los acontecimientos.
Una
de esas opiniones es la de Lydia Falcón que en un estupendo artículo, en
publico.es, señala que un referéndum
sobre la Republica produciría el mismo efecto para la aceptación popular de
Felipe VI que el que en su día provocó el 23F en la aceptación de su padre.
Nos
ilustra Lydia en la forma y manera que la consulta debería llevarse a cabo y
como sería conducida para que su resultado fuera el apetecido por los poderes
facticos que controlan el país. De este modo tan sencillo, la figura del
monarca saldría tan fortalecida del proceso como, en su día, salió la de su
progenitor con la neutralización de la asonada militar.
Todo
el artículo es muy coherente y didáctico y tendría visos de realidad si no
fuera por un pequeño detalle que creo que se le ha pasado por alto a la autora.
Ni el monarca saliente, ni el entrante,
ni los poderes en la sombra, ni la casta - como diría Pablo Iglesias- se fían
lo más mínimo del pueblo español.
El
carácter individualista del hispano
lleva a los ilustres a desconfiar de la reacción que pueda tener. Saben
que los españoles somos ganado lanar como colectivo, pero individualmente somos
imprevisibles. Incapaces de hacer algo como grupo, nuestra personalidad nos
lleva a inventar cualquier cosa solo por llevar la contraria y de esa forma no
hacer lo que nos dicen y quieren que hagamos. ¿Pruebas?
Quien
le iba a decir al candidato Almunia, con el aparato del partido detrás, que le
iba a derrotar un advenedizo como Borrell. Bono perdió con el pazguato de
Zapatero. Trinidad, Rubalcaba y el
partido salieron escaldados de su confrontación con Tomas Gómez. Pues eso, los
españoles son imprevisibles. Con estos antecedentes no van
a correr un riesgo descontrolado.
Buscaran
otro 23F, pero no el que nos dice Lydia. No son tan valientes ni tan
demócratas.
Para
Felipe VI ¨El preparado¨ han diseñado
otra película. Con el lector de
discursos, escritos por otros, se urdirá una opereta para lucimiento del
monarca como actor principal ¿El guión? Escrito por cualquiera de los juglares
de la Corte será de estilo facilón y poco enrevesado.
La
acción se desarrollará en un país multicolor en el que los reyes, queridísimos
por su pueblo, buscaran con anhelo día y noche, la felicidad de sus súbditos.
Abnegados y sufridores, los vasallos ya han comprendido que la fiesta no es
para ellos, ha costado, mas los sabios consejos de la Canciller, el FMI, el
Banco Mundial, Bruselas y unos recortillos de nada han hecho recapitular a los
díscolos y con la mano firme de Mariano, el capataz de la finca, se ha
conseguido meter en cintura a esa recua de haraganes. Ya esta España en la dirección correcta y
haciendo las cosas como dios y Rouco mandan.
¿Toda
España?, no, una esquinita y una cornisa del Norte resisten a los encantos de
la real pareja y están erre que erre con la cantinela de que ellos no son
España, que para estar a expensas de que les gobierne un tonto desde Madrid
prefieren a su tonto en Barcelona o Vitoria.
El
peligro de ruptura del país multicolor acecha tras las elecciones anticipadas
de Cataluña. El PSC descalabrado y arrojado al 5º puesto en las preferencias de
los votantes catalanes ha dejado al PP y Ciutadans como únicas defensas de los baluartes
patrios. Todo parece abocado a un
escenario de confrontación de riesgos incalculables.
¿Todo
perdido? No, algún baluarte de las finanzas catalanas o vascas, el señor presidente de Caixabank o del banco de
Sabadell o cualquier otra firma financiera, verá clara la solución en el guión
novelado. ¨El preparado¨ tendrá que intervenir. Y así le será solicitado.
Con
la única ayuda de un bote de loctite se apresta a pegar de nuevo los trozos
maltrechos de la patria. Investido de un carácter especial, producto
seguramente de su exquisita línea genética, un Borbón y Grecia lleva en su ADN
los componentes del liderazgo para que los rompe patrias no consigan su
objetivo. Su aparición en TV leyendo el discurso, que le ha escrito otro,
pasará a la historia como el acto de defensa de la democracia y las libertades
de todos los españoles de bien. La banca española, la catalana y la vasca lo
celebrarán alborozados.
Naturalmente
el discurso lo leerá vestido con el uniforme de
Capitán General por si es
necesario usar la legalidad vigente y aplicar el Artículo 8 de la Constitución.
Y
así tendremos servido un nuevo 23F en defensa de la democracia, o un 2 de
Mayo por la restitución de las cadenas,
o un 18 de Julio para detener el avance
de la libertad de los pueblos. Por fechas que no quede.
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