Que determinadas declaraciones no
sean motivo de asombro ni de estupefacción, en realidad no es más que la
constatación de las carencias que nos acompañan.
Un juez - inhabilitado por
prevaricación - insinúa el comportamiento delictivo de los magistrados del
Tribunal Supremo cuando consideran que fue violación y condena a “la manada”
por los delitos cometidos durante los
sanfermines de 2016.
Como la opinión pública no ha
vitoreado su ocurrencia, el juez Serrano ha utilizado la libertad de expresión para vilipendiar a quien le viene en gana:
Instituciones Judiciales, Organismos de la Administración y Tribunales de
Justicia. Nada se salva del verbo inquisidor del “portavox”.
Sus compañeros de partido le han
visto las orejas al lobo y se han desmarcado de sus opiniones. Serrano encontró la coartada culpando a un colaborador incompetente. Para
abreviar: cuando le han reprendido ha hecho un Bescansa. La culpa es de alguien
que pasaba por allí.
Ni el jinete Santiago y Cierra
España, ni el muy español azote Ortega, ni el noble moroso de los Monteros han entendido
las explicaciones del juez condenado.
Una profunda depresión
post-cagada, le ha inducido a abusar del sistema de protección que su partido
pretende laminar y ha cogido una baja laboral para exiliarse durante 30 días ¡de momento!
Es lo que tiene la universalización
de derechos conseguidos: Unos los pelean, los luchan, los consiguen y entonces
aparecen los lacayos de las élites para disfrutarlos después de haber intentado
por todos los medios que no se universalicen.
Hay montones de ejemplos de leyes
discutidas e incluso recurridas ante el Tribunal Constitucional, que
posteriormente han sido utilizadas por miembros destacados del partido
denunciante.
Con un recurso de
inconstitucionalidad interpuesto por el PP, Maroto no tuvo ningún reparo en
usar la ley de unión de parejas del mismo sexo. O sea el matrimonio.
Aunque Alianza Popular (antiguo
PP) recurrió la ley del divorcio, Álvarez Cascos y varios dirigentes populares
se han casado y descasado en más de una ocasión.
Con las sucesivas leyes de
interrupción voluntaria del embarazo pasa algo similar.
En el caso que nos ocupa, el
ínclito Serrano - con su baja por depresión - es otro ejemplo del uso de
derechos conseguidos por la movilización de la clase trabajadora.
Eso sí, lo ha hecho tras vilipendiar
el sistema y atacar a las leyes de
protección socio/laboral.
Pero volvamos al principio,
algunas declaraciones nos dejan atónitos.
La vicepresidenta en funciones
Carmen Calvo anuncia una queja formal y oficial ante el Vaticano. En
esta ocasión justifica la queja por las palabras del nuncio del Vaticano en
España.
A la señora Calvo le parece
intolerable la intromisión del nuncio Fratini opinando sobre la exhumación de
la momia de Franco.
El clérigo también ha hecho
una interpretación sesgada de la historia para opinar acerca del papel
que desempeñó el sedicioso en la vida de los españoles. Nada nuevo entre el
clero.
El PSOE es sabedor de la anacrónica
situación de privilegio que disfruta la Iglesia Católica. Conocen muy bien la
exención de impuestos que goza la Organización religiosa, así como las
escandalosas subvenciones que recibe por varias vías. De estas prebendas y
otros escándalos como las inmatriculaciones, los Gobiernos socialistas han
estado debidamente informados y la complacencia con la situación ha sido finalmente su respuesta.
Los gobiernos del PSOE también
han sufrido la ira de la Conferencia Episcopal desde los Púlpitos, Televisiones
y emisoras de radio. González y Zapatero creyeron que con más dinero
tranquilizarían a los prelados. Craso error: la Curia es insaciable.
Hace décadas que todo esto
debería haber motivado al Partido Socialista para haber iniciado una denuncia
de los convenios con la Santa Sede y de esta forma tener otra relación con la
Iglesia Católica española.
Sobran los motivos pero si
quieren uno rapidito lo pueden encontrar en la Constitución: La condición de aconfesionalidad
que propugna la Carta Magna acerca del Reino de España.
Los socialistas son ejemplos de
la política de paños calientes que se ha llevado a cabo. Únicamente medidas a
medias para que algunos capitostes de este país no se sientan perturbados en
sus intereses.
Así se permite una fundación para
mayor gloria de un genocida, traidor, sedicioso, perjuro y rebelde y cuarenta
años después continuamos debatiendo donde dejamos sus restos. Entretanto la Iglesia le sigue poniendo “El
Palio”.
En buena justicia distributiva
tendríamos que dejarlos en el mismo lugar en el que se encuentran más de
100.000 asesinados represaliados por el régimen del dictador.
La cacareada modélica “TRANSACIÓN”
tampoco fue capaz de limpiar el único poder que podía interpretar las leyes: El
Poder Judicial.
La judicatura se ha posicionado
en su bunker derribando acuerdos parlamentarios y en contra de resultados de
referéndums.
Salvo contadas excepciones,
fiscales y magistrados han ejercido como vigilantes del nudo hecho por el
sátrapa para que todo quedara atado y bien atado.
Serrano es un pobre diablo que
baila al son de la flauta de su amo y ha enseñado mucho la patita.
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