¡Por
fin sabemos a qué se referían con la tan manida ¨Marca España¨! Nos ha costado,
pero las actuaciones de nuestros insignes representantes públicos nos han
facilitado la solución del problema. Las
primeras pistas las recibimos del prestigioso diario estadounidense The Wall
Street Journal que, en un artículo publicado el pasado 6 de Octubre del
presente año, se meaba de la risa hablando de las virtudes policiales de Nuestra Señora María Santísima del Amor.
En
la misma línea se despachaban el británico The Guardian y varios medios
internacionales más, que asisten perplejos a la concesión de medallas a seres
imaginarios que ¨nunca han practicado una detención ni evitado un delito¨.
Recogen estos medios internacionales la iniciativa popular de conceder la
medalla a Spiderman, personaje de ficción, con meritos similares a los de la
virgen e igualmente productos de la imaginación del autor del comic.
Europa
asiste atónita al espectáculo que nuestros prebostes conceden cada mañana.
España se levanta y con el desayuno ofrece una renovada distracción de
corrupción y falta de decoro.
Hasta
ahí importaba un comino a nuestros
socios comunitarios lo que sucediera en las cuentas internas del reino de los
Borbones. A más corrupción más deuda, con más deuda mas intereses y la bola
sigue y sigue hasta que obligan a gobierno y oposición a reformar la
Constitución del Reino para que los españoles paguen aunque se mueran de
hambre.
¿Otra
entidad bancaria desfalcada? No importa, un rescate estatal y que paguen los
pringadillos. Los bancos europeos se cobran los desmanes llevados a cabo por
los Consejos de Administración de entidades financieras españolas repletas de
sinvergüenzas, nombrados, mantenidos y avalados por gobiernos de marionetas vendidos a los intereses del dinero.
Como
decía, hasta aquí Europa no tenía nada que objetar, se frotaba las manos ante el
hundimiento de la cuarta economía de la zona euro y el inesperado regalo de mano de
obra barata y cualificada. Laminar las esperanzas de los ciudadanos del estado
español fue fácil una vez que se arrodillaron los gobiernos.
Pero
como siempre que hay un tonto suelto lo normal y por otra parte lógico es que
haga tonterías, no hemos tenido que esperar mucho para ver a los mismos
lumbreras europeos, que alababan las medidas del Gobierno del PP, temblar de
estupor ante lo que en estos momentos se les viene encima.
Ahora
se dan cuenta que en España co-existen con los ciudadanos normales una sub
especie animal denominada ministros que son capaces de los más insospechados
dislates. Entre las tropelías que cometen unas son descacharrantes y únicamente
ofensivos para la inteligencia y la dignidad de las personas, pero otras
entrañan riesgos reales. Este tipo de mamelucos
invocan a vírgenes para que acabe con el
paro, dan las gracias por su intervención en sucesos mundanos, las condecoran
por meritos policiales, o influyen para que las nombren alcaldes de manera perpetua.
El
peligro llega cuando una incompetente, con la misma capacidad intelectual que
una cacerola de porcelana, desprovista de cualquier tipo de cualidad que le
haga merecedora del cargo es, elevada al rango de ministra de sanidad en pago a
no sabemos bien que virtudes.
¿Alguna
vez alguien imaginó que una señora que es incapaz de ver un Jaguar en su garaje
iba a ser capaz de ver algo tan pequeño como un virus, por mucho ébola que le
echen?
Quiere
la ministra desviar el debate sobre su incompetencia con ruedas de prensa en
las adopta el papel de Harpo Marx: muda y cortita.
Si
la dejamos lo va a conseguir, en muchas ocasiones la estupidez provoca ternura.
Ya no es el momento de pedir ni exigir su dimisión, es el momento de gritarle
con toda la fuerza de nuestros pulmones ¡FUERA! ¡FUERA DEL MINISTERIO! ¡FUERA
DEL CONGRESO! ¡FUERA DE NUESTRAS VIDAS! Difícilmente conseguirá Rajoy nombrar
un ministro/a de menos valía. Aunque repasando la nomina nos damos cuenta que
la competencia es feroz para el titulo de Tonto oficial del gobierno.
Solamente
un apunte, que será como predicar en el desierto: Si el foco de peligro que no
puedes controlar porque desconoces su naturaleza y careces de medios para
protegerte, lo tienes fuera de tus
fronteras ¿Por qué lo traes? ¿Qué le debes a la Iglesia para realizar un
despliegue de medios con tanta celeridad y tan poca cabeza? ¿Quizás el puesto
ministerial?
He
oído a algún tertuliano de los listos - que si sigue así puede llegar a
ministro - decir que es obligación del
Estado atender a sus ciudadanos. Eso no justifica la repatriación de los curas
infectados y potencialmente peligrosos. Los protocolos anti epidemias se basan
en la seguridad de los actuantes y en el aislamiento del foco. Lo que dicta la
experiencia y la lógica es enviar
equipos de tratamiento al lugar y país
donde se encuentran los enfermos, para aislarlos y otorgarles el mejor
tratamiento posible sin poner en riesgo la salud del resto de la población.
Como ha dicho Rajoy en el Congreso ¨dejar trabajar a los profesionales¨ ¿Qué
profesional aconsejó la repatriación?
La
actuación de la ministra de Sanidad y del jefe del ejecutivo, roza la
imprudencia temeraria con los resultados que estamos viendo.
Quizás
deberían los órganos judiciales plantearse de una vez si deben intervenir de oficio ante un hecho tan grave
y dejar de ser un apéndice muerto del partido del gobierno. De momento nos
encontramos con personas infectadas y una mascota sacrificada. Sin esfuerzo
daría unos cuantos nombres merecedores de ser políticamente sacrificados y
penalmente inculpados, esperemos que a algún juzgado se le ocurra responsabilizar
a alguien y abra las ventanas para ventilar la Marca España.
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