Pensaba
que habíamos entrado en el siglo XXI pero… ¡oh sorpresa! No. Continuamos
anclados en la década de los 70-80 y seguimos intentando salir de la oscuridad.
Era
entonces cuando se convivía con las ansias de destape, nos vendían
ínfulas de país moderno, paseábamos nuestra “Modélica Transición”
allende nuestras fronteras, parábamos golpes de estado los días 23 de febrero
con discursos televisados y pronunciados por una imagen del sucesor del
“usurpador rebelde”. Imagen de cartón piedra, con la cara más dura que la
piedra y moldeable como el cartón.
En
esa época sufríamos el desastre del mundial de futbol de naranjito y soportábamos
los papeles de paletos cinematográficos que estaban obligados a representar
artistas tan entrañables como Fernando Esteso o Marianico el Corto. Se cerraba
el ciclo “puedo prometer y prometo” y se abría el de “hay que ser socialista
antes que marxista”. Lo que no aclaró el
cachorro de Suresnnes era su intención de no ser ni marxista ni socialista”
Todo
parecía tiempo pasado hasta que asistimos a la última interpretación de
paletismo carpetovetónico llevada a cabo por un presidente de comunidad
autónoma ¡Qué mala suerte tenemos los aragoneses!
Aparece
Javier Lambán para devolvernos a la cruda realidad, el esperpéntico clon de personaje
televisivo les quita el papel de pueblerino
a Esteso y Marianico adoptando la postura más indigna de las adoptables
por un dócil: arrodillado ante la señora.
Las últimas apariciones públicas del jefe del
ejecutivo aragonés le definen meridianamente como lo que es y siempre ha sido:
torpe, sumiso, entregado y pelotillero.
El Ejeano
ha olido un nuevo aroma de poder y hacia él dirige sus ávidas fauces. Quiere
colocarse de los primeros en la fila y apuesta a yegua ganadora, ponderando virtudes que solo él ve o
únicamente él imagina.
Dice
Lambán que “A Susana la han tocado los dioses del socialismo” ¿Qué dioses?
¿Felipe y Alfonso? Javierito se deja en el tintero un detalle de relevancia: La
regidora de la comunidad autónoma más poblada de España – Andalucía - mantiene
su estatus presidencial apoyada en el bastón de Ciudadanos. Probablemente un
báculo necesario para el sostenimiento de la Sultana pero tan alejado de las tesis
socialistas de igualdad y bienestar como los están el agua del aceite ¿Es ese
el futuro que Lambán quiere para Aragón? Oídos sus símiles taurinos parece ser que
sí; parar, templar y mandar.
PARAR
la posibilidad de cambio necesario en el gobierno del país. TEMPLAR las
reivindicaciones populares en busca de un estado justo e igualitario. Acabar MANDANDO
- que no dirigiendo – el camino que se debe adoptar para mantener en el machito
a los poderes económicos de los amigos de los dioses del socialismo (otra vez
Felipe y Alfonso de lacayos del capital).
Con
estos planteamientos tampoco alcanzo a entender el sostén que Echenique le
regala a un individuo de semejante calaña. Serán cosas de la política que los
terrestres no entendemos.
Esperemos
que no vuelvan los esperpentos cinematográficos de la época dorada del destape
patrio, si eso ocurre aun podemos ver a Lamban interpretando a “Pepito piscinas”,
a un “Liante”, a un ligón de discoteca
con los pantalones ceñidos o tal vez un monólogo de “Marianico El corto” sin
aditamentos.
A lamban le sale el paletismo de forma natural, lo lleva
incorporado de serie.
No hay comentarios:
Publicar un comentario