Las ocurrencias de Pedro Sánchez
han desatado múltiples especulaciones,
cientos de análisis y variadas maneras de observar el proceso político.
¡Una, dos, tres, cuatro,…!
¿Cuántas fiestas o verbenas de la democracia son necesarias para que las voces
que hablan sean escuchadas?
El deplorable espectáculo que nos está ofreciendo el progresista de
carretera camina parejo a su falta de escrúpulos.
En muchas ocasiones sus
decisiones pueden ser achacables a la falta de preparación aunque - más veces
de las deseables - es la ausencia de
decencia política la que condiciona su comportamiento.
Los sondeos que se están
conociendo hasta la fecha parece que no le dan la razón al autor del “manual de
supervivencia” ¡mira que si se olvidó de
algún capitulo y resulta que no resiste!
Si se cumplen los pronósticos se
moverán unos pocos escaños, unos partidos crecerán algo a costa de otros aunque
la correlación de fuerzas entre los bloques seguirá siendo muy parecida.
Entonces ¿Qué hará “el socialista
de bar de carretera” con la nueva situación cuando ésta se revele idéntica a la
anterior?
Las primeras señales ya nos están
llegando.
Cuando ha sido invitado a la mesa
del poder, Pedro Sánchez ha olvidado por qué está en la Moncloa. Ni él ni sus
asesores veían la posibilidad de desalojar a Rajoy.
Una vez logrado el objetivo Sánchez
olvidó para qué está en la Presidencia del Gobierno y quién le puso ahí.
Y tras la amnesia necesitaba
encontrar una nueva identidad, algo que le reconciliara con los próceres del
socialismo.
Tenía que buscar el camino a casa.
La senda para que los dioses - que según el presidente de Aragón Javier Lambán habían señalado a Susana Díaz - volvieran sus
dedos bienhechores y le señalaran a él como “El Elegido”.
En estas circunstancias puede
estar cercano a cumplirse el sueño húmedo de los poderes en la sombra.
Esos que nunca se presentan a las
elecciones están a punto de conseguir su máxima aspiración: ¡La Gran Coalición
Salvadora de la Patria! O por lo menos “La redentora de sus cuentas corrientes”.
Pablo Casado empieza a girar hacia
el lado que le indican, Rivera muestra señales de derrota y abatimiento,
Errejón será el nene de los recados de un Gobierno nuclear irradiador, naturalmente
Abascal seguirá chupando de la teta del Estado ¡Lo que lleva haciendo toda la
vida!
Tan solo un imprevisible buen resultado de las verdaderas fuerzas de progreso
puede frenar la que se avecina.
Aunque las cartas ya están echadas y como siempre: la
patronal, la banca y la iglesia juegan con los naipes marcados.
Sin olvidar a la familia que
disfruta de especial consideración por el único merito de nacer ¡Qué sí, que
todo este paripé cuenta con el beneplácito del legítimo heredero de la legítima
monarquía que legítimamente fue impuesta por un opresor!
Nefasto personaje que últimamente
tiene su momia en boca de todos aquellos
que tratan de limpiar su historia para dignificar
una traición.
Los nostálgicos intentan esconder
un delito de sediciosa rebelión cometido por una banda de militares.
Los generales traidores habían jurado salvaguardar el Orden
Constitucional de la II República y en lugar de ello se levantaron contra el
pueblo que les había dotado de armas para cumplir la misión de proteger la
legalidad.
A día de hoy la catastrófica derecha
permanece atada a los designios del usurpador.
Mientras - la derecha
ultramontana (“Los voxeros” y la Fundación F. Franco) - aprovechan la
incongruente situación legal española que les consiente alabar públicamente a
un delincuente. La UE ya ha dictaminado que la Fundación F. Franco debería ser
ilegalizada.
La cascada de intervenciones blanqueadoras
de los asesinatos del franquismo provoca urticaria.
Comprobar el posicionamiento de
Díaz Ayuso la Presidenta de la Asamblea de Madrid sacando a relucir los
incendios de una España en ebullición para justificar los actos de un genocida es
una obscenidad.
Alegar el incendio de unos
cuantos edificios eclesiásticos para justificar una intervención armada que
concluyó con más de un millón de víctimas denota una alarmante falta de
inteligencia.
Argumentar la existencia de dos
bandos equiparando al gobierno legal y legítimo con una recua de facinerosos
muestra un penoso desconocimiento.
Y por último, NO desmarcarse del
ideario fascista la califica sin necesidad de poner adjetivos ¡Ella es de esa
estirpe!
La “modélica transacción” del 78
está agotada. Este nuevo episodio de reescribir la Historia es consecuencia de
la ley de amnistía y punto final que impusieron los beneficiados del régimen
franquista y fue admitido por los abducidos ante la posibilidad de vivir en una
“simulocracia”.
Existiría una pequeña posibilidad
de regeneración en las elecciones del 10N si no supiéramos que desde la primera
restauración monárquica este país es la finca de recreo de unas pocas familias.
Para el resto de la población está todo el pescado vendido.
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