Si no
fuera porque carecen de gracia y no les adorna ninguna virtud podríamos decir
que son una mala copia de los personajes ficticios Hernández y Fernández creados
por el dibujante belga Hergé en su comic “las
aventuras de Tintín”.
En la
cuestión que nos ocupa hasta los nombres coinciden: Hernando y Hernando. Es indiferente
a cual nos referimos, sus actuaciones son tan simétricas y tan previsibles que
cualquiera de las manifestaciones de uno pueden ser atribuidas al otro y
viceversa. Si PP y PSOE pretenden convertirse en lo mismo, no podían haber
elegido portavoces más afines. ¡Hasta en el apellido coinciden!
Ha
establecido el “Bipartito” una estrategia común para hacer frente al peligro
que acecha a sus intereses. La aparición en escena de Podemos ha descolocado
las fichas del tablero y las formaciones complacientes con el régimen ven
peligrar sus respectivos estatus de alternancia en gobierno – oposición. Ahora
te toca a ti, ahora a mí. Todo en orden “como dios manda”.
Naturalmente
que alguna discrepancia tiene que haber ¡faltaría más! Pero son de tan poco
calado y tan tenues que cuando se reúnen, sus acuerdos son inmediatos. Las firmas
de esos pactos siempre son favorables a los intereses del grupito de poder que maneja
a los títeres de turno. Es decir, la política de consenso la marcan los
titiriteros tras las bambalinas.
Años
de recorrido electoral, que no democrático, han hecho que creamos que nuestra
opinión sirve para algo, en realidad es tan solo la escenificación de una
parodia pseudo-democrática con tintes de esperpento de Valle-Inclán.
En los
asuntos importantes, en los de calado, los que conforman la vida social e
individual de las personas, su trabajo y sus derechos, hace tiempo que vienen
marcados por unos poderes (ocultos y no elegidos) que dictan las normas de actuación
de los respectivos gobiernos de marionetas que sufrimos.
Una Europa
unida en un objetivo común debería servir para acercar a los ciudadanos de los países
miembros. En su nacimiento se depositaron muchas esperanzas de desarrollo para
los habitantes de la vieja Europa. Hoy, lamentablemente, sabemos que fue un
espejismo. La solidaridad entre los estados es una quimera, el parlamento
europeo un teatrillo sin contenido y la unión supra nacional una mentira.
Entre
las formas de ocupar un país hay diversas modalidades. Europa ha sido el germen
de no pocas confrontaciones violentas. En la actualidad han descubierto que no
necesitan bombas para someter a un territorio. La táctica de sitiar no es
nueva, no pocas fortalezas han caído sometiendo a sus moradores a un
aislamiento del exterior (tipo Numancia) que impedía la llegada de agua y
alimentos. Hoy el bloqueo financiero provocará la rendición de sociedades
modernas que todavía no se han enterado que están siendo sometidas a la
esclavitud. Cuando acabe el asalto y se haga recuento, las pérdidas materiales serán
mínimas y los asaltadores tendrán su botín intacto. Una sociedad rendida y sus
miembros tiranizados.
Con la
sanidad pública desmantelada, la educación pública vendida, los derechos
laborales laminados, la elección política que nos quieren ofrecer es entre la
sartén o las brasas, entre Hernando y Hernando.
Afortunadamente
todo no está perdido, en la República Independiente de Torrero, en la muy noble,
leal y no sé cuantas cosas más…, ciudad de Zaragoza, un pequeño grupo resiste
al invasor y reunidos alrededor de una mesa con unas botellas de vino cantan
como mejor saben tonadillas populares que elevan el ánimo y ayudan a pensar que
otra forma de sociedad es posible. Es una modesta aportación, pero mientras existan grupos como “El RORRO” y
personas afines al “Coro Libertario” que,
mediante sus actuaciones, denuncien la situación reuniéndose al calor de unas
simples canciones, compartiendo unos vasos de vino, podremos decir que Hay Salida.
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